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noviembre 21, 2024
Lo de Acá

Consumo responsable: la cafetera marplatense fabricada con descartes de café

El barista Jeremías Lentini trabajó con el diseñador Joaquín de Tomaso en una cafetera compuesta en más de un 90% de borra y el resto de resinas naturales y plásticas. Van por más y estudian la posibilidad de realizar una versión compostable. Además proyectan generar otros insumos de descarte, como mates a partir de polvillo de yerba, agitadores y alternativas a los vasos de polipapel.

Por Claudia Roldós

Un especialista en café y un diseñador industrial combinaron sus saberes para desarrollar la primera cafetera manual marplatense a partir del descarte del café. La Trashy Dipper está compuesta entre un 93 y un 95% por borra de café tostado natural con trazabilidad y, el resto, por una combinación de resinas naturales y plásticas

Fabricaron la primera partida de 9 unidades, crearon la marca Filtrar, registraron el modelo con código abierto y tienen pensado reinvertir todo lo que obtengan con su venta en continuar investigando y desarrollando insumos respetuosos con el medio ambiente.

Jeremías Lentini, el fundador de No Coffee No Prana, comenzó a trabajar con el diseñador Joaquín de Tomaso para la creación de una taza especial para la realización de arte latte. 

El proyecto dio un muy buen resultado y los animó a más y Lentini le planteó una inquietud que lo venía rondando: qué hacer con el descarte de café de su negocio. Así surgió este modelo, con un diseño hogareño, pero con características profesionales, en el que continúan trabajando -con la incorporación de un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata que se integraron de manera personal al proyecto- con el fin de lograr una versión compostable.

“Todo comenzó porque lo que tiene que ver con el café de especialidad busca resaltar y mejorar todos los eslabones de la cadena productiva. En estos últimos años vimos que  hasta llegar al polvo o al descarte (la borra), la única solución que se venía aplicando era utilizarlo como fertilizante. Como no encontramos otra alternativa, empezamos a pensar una solución nosotros”, explicó. 

Producto utilitario

Así fue como comenzaron a investigar y vieron que en Alemania están utilizando unas técnicas de compresión con mucha tecnología para hacer vasos reutilizables y “basándonos en esta idea tratamos de adaptarla acá. Teníamos mucho entusiasmo, una idea, mucho material y poca tecnología. Queríamos lograr un producto utilitario que se pueda someter a altas temperaturas. Empezamos a buscar proporciones y llegamos a un material con una proporción de entre un 93 y un 95% de descarte de café y el resto (alrededor del 7%) de resina. Mezclamos resinas naturales con resinas plásticas”, apuntó Lentini.

Una vez logrado el material con las características y resistencia necesarias, diseñaron el modelo de cafetera. “Es hogareña pero tiene un desarrollo en la morfología, que es profesional. Buscamos los dos objetivos: el primero y fundamental era la estructura -el material- y en cuanto a la forma, pensamos en la Hario V60, una cafetera japonesa, manual que no tiene competencia y su precio es carisimo. Nosotros jugamos con la morfología, para lograr un poder de decante igual o mejor. Los canales que tiene, marcan el filtro una vez que se humedece, de una manera tal que permite un decante parejo” describió.

Con una receta para preparar en casa

Además la cafetera se vende con una receta probada por el propio Lentini. “La idea es que si seguís las instrucciones -gramaje de café, temperatura del agua, la forma de volcarla, etc-, vas a obtener una extracción óptima”. 

“Damos a las personas la posibilidad de aprender qué es un ratio y sobre eso poder preparar tu café profesional, porque no queremos que el hecho de prepararte un buen café sea algo de elite” apuntó. Además, proveen a quién la adquiera un filtro reutilizable, también único y realizado en Mar del Plata, con lienzo, sin ningún tipo de tinte, desarrollo de otro barista de la ciudad. 

La cafetera está registrada con código abierto, eso implica que cualquiera que quiera confeccionarla, puede acceder al pdf con las indicaciones. “Quizás a algún barista que se interese se le puede ocurrir hacer una matriz que no sea 3D y darle valor agregado, enriquecer el proyecto”. 

La primera tirada de estas cafeteras es de 9 unidades, de las cuales 7 ya fueron vendidas. “Esta primera producción funcionó como el sustento económico para poder seguir desarrollando el proyecto. No tenemos intenciones de hacer una producción masiva, pero sí de continuar investigando alternativas” aseguró.

Desarrollos potenciales

Para ello se sumó este grupo de investigadores que trabaja con setas (hongos) que podrían inocularse en el descarte del café y permanecer muertos hasta el momento en el que la cafetera se descarte a tierra, entonces activarse y “comerse” la cafetera. “Ese camino nos llevaría a la cafetera compostable, el objetivo inicial” contó, entusiasmado el especialista en café. 

“La idea es, primero, concientizar sobre que en cada actividad tenemos determinados descartes que son demasiado evidentes, obvios, pero no hacemos nada con eso más que sacarlo de nuestra vista. Eso me llamó mucho la atención, creo que no debe ser así” sostuvo. 

Si bien asegura que “no nos interesa el mote de ecologistas” apuntó que no es porque les parezca mal, sino por respeto. “Hay mucha gente que está haciendo cosas muy importantes, entonces creemos que a nosotros nos excede. Pero tenemos la conciencia, la inquietud, de no mirar para otro lado, creemos que las ideas son contagiosas y que las buenas ideas contagian buenos usos y costumbres. Eso para nosotros es un montón”.  

En el marco de esa espiral positiva “tenemos la idea de empezar a investigar también con otros descartes. Nos dimos cuenta que los agitadores de madera tienen una vida útil muy corta, su uso es obsoleto y queremos hacer unas que sean íntegramente compostables. Estamos investigando hacer mates con el polvillo de la yerba y otras ideas similares que, por ahora, son solo proyectos de investigación” enumeró. 

Consumo responsable

“Queremos que el consumo sea lo más responsable posible desde nuestro humilde espacio. Para eso tiene que haber alternativas y creo que se tienen que seguir fomentando, no alcanza con que quede en el usuario, debe ser cada vez más grande”.

En ese sentido analizó que “con la cuarentena todos tuvimos que salir a ver cómo podíamos mantenernos. Creo que la creatividad siempre te da la posibilidad de mantenerte de mejor manera. Pero ahora tenemos un gran problema, sobre todo en el negocio gastronómico, por la utilización de descartables. Tenemos que usarlos porque no queda otra, pero para mí como comerciante es interesante plantearlo y buscar juntarnos, pensar, encontrarle la vuelta. Es el momento”. 

. No hay huerta atrás

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