Realizan diferentes talleres y tratamientos personalizados para cada paciente. Además, desarrollaron jornadas de testeo de VIH y contención para mujeres en contexto de violencia de género. Conocé cómo trabajan y la forma de ayudarlos para seguir creciendo.
Sufrir un problema, superarlo y utilizar lo aprendido para ayudar a otros no es una premisa fácil. Pero María Monserrat se nutrió de sus vivencias para desplegar una ONG que desde 2016 viene ayudando a personas con consumo problemático de sustancias en Mar del Plata.
“Proyecto Pampa surgió en el 2016, desde un problema de consumo propio. Tras varios tratamientos que transité puse en marcha esto de ayudar a otros”, explicó Monserrat en una charla con Bacap.
En la ONG trabaja un equipo interdisciplinario que adapta cada tratamiento a las necesidades particulares del paciente. Actualmente, asisten entre 10 y 15 personas.
“Tenemos módulos, los cuáles se adaptan a cada persona. Tenemos psicólogos, psiquiatras, operadoras, asistente social… y hacemos talleres. Se tratan todos los consumos problemáticos, lo que varía es que es más individual, lo adaptamos a lo que esa persona necesita. Por ejemplo, si es una persona que trabaja adecuamos el módulo para que pueda seguir trabajando”, explicó la responsable de la ONG.
El trabajo no sólo se focaliza en la asistencia a personas con problemas de consumo, ya que también han desarrollado jornadas de testeos de VIH y entrega de preservativos y elaboraron un nuevo dispositivo de contención a mujeres en contexto de violencia de género.
El consumo problemático de sustancias en Mar del Plata es “muy alto”, y dificulta a las personas a tener un proyecto de vida. “Nosotros tratamos de dar eso, que puedan proyectar a futuro”, aseveró Monserrat.
Donaciones
Proyecto Pampa no recibe ayuda estatal, y si bien está tramitando poder trabajar con las mutuales, siempre tienen abierto un pedido de donaciones. Cualquier interesado en ayudar, puede comunicarse al 223 593-6871.
“Estamos pidiendo sillas, que se van reciclando porque se van rompiendo, todas las sillas sirven; escritorios en buen estado y parafina para hacer velas”, destacó Monserrat quien señaló: “estaría bueno que alguien nos escuche y nos dé una mano”.
Asimismo, Proyecto Pampa ya busca una nueva casa en la que desarrollar sus actividades, ya sea como donación o para alquilar, porque el lugar está quedando “chico” y otro espacio les permitiría diversificar los talleres.