En las escuelas no habrá kioscos, los alumnos no podrán compartir alimentos ni botellas y los recreos deberán ser distintos: con distancia y sin juegos con contacto físico. No habrá coros en clases de música ni se utilizarán instrumentos de viento y se evitarán ejercicios que impliquen hiperventilación en Educación Física.
La directora general de Cultura y Educación bonaerense, Agustina Vila, ratificó la vuelta “a la presencialidad en todos los municipios de la provincia» en el marco de la pandemia de coronavirus y brindó detalles sobre las medidas que están previstas implementar para evitar la propagación del virus.
La funcionaria brindó detalles acerca del inicio del ciclo lectivo previsto en territorio bonaerense para el 1° de marzo, y destacó que existe un «absoluto compromiso» del Gobierno de Axel Kicillof «para desarrollar clases presenciales».
«El miércoles 17 regresaron a la presencialidad los chicos de primaria y de 1° a 5° año que tuvieron trayectorias discontinuas o en proceso. Esa instancia está prevista hasta el 30 de marzo para ellos y para alumnos de 6° del secundario se extiende hasta el 30 de abril», aseveró Vila e indicó que luego habrá una evaluación «para definir quiénes continúan su curso habitual y quiénes estarán acompañados todo el año, con refuerzo personalizado».
La funcionaria aseguró que «hace 15 días comenzó la campaña de vacunación de docentes y auxiliares que presentan factores de riesgo» y planteó que «progresivamente se irán asignando turnos de forma masiva» para el resto de los trabajadores de la educación.
Asimismo, sostuvo que los gremios docentes realizan un «gran acompañamiento» en la tarea del retorno a las aulas y resaltó que «la presencialidad es un anhelo del Gobierno, de las familias, de los sindicatos y del conjunto de la comunidad, aceptando las características que la realidad nos impone».
Por ello, la ministra aclaró que se tratará de una «presencialidad cuidada y segura, cumpliendo pautas obligatorias como uso de tapabocas, clases de no más de 90 minutos, ventanas y puertas abiertas el mayor tiempo posible, evitar aglomeraciones en espacios de encuentro, limpieza y desinfección frecuentes y distancia social dentro del aula de 1,5 metros entre estudiantes y de 2 metros con el docente».
Detalles
Entre otras cuestiones, reveló que en las escuelas bonaerenses no habrá kioscos, los alumnos no podrán compartir alimentos ni botellas y los recreos deberán ser distintos: con distancia y sin juegos con contacto físico.
En tanto, no habrá coros en clases de música ni se utilizarán instrumentos de viento y se evitarán ejercicios que impliquen hiperventilación en Educación Física para evitar salivaciones.
Los comedores escolares no funcionarán en la actual etapa, pero continuará el Servicio Alimentario Escolar a través de los módulos que se entregan a las familias.
Vila explicó que el sistema combinará jornadas dentro de las aulas y otras de forma remota, para evitar la concentración de personas en un sistema de 16 mil escuelas de nivel inicial, primaria y secundaria de gestión estatal y privada, con una matrícula de 4,2 millones de alumnos.
Más espacio, más horas de clase
«El modelo de alternancia que adoptamos no es la regla. La regla es la mayor presencialidad cuidada posible en el aula. Aquellas escuelas que tienen una matrícula reducida de alumnos, cuentan con aulas amplias y con espacios alternativos como bibliotecas, laboratorios o SUM, tendrán clases presenciales de lunes a viernes 4 horas por día todas las semanas», continuó Vila.
En ese marco, planteó que se trata de entre 4.000 y 5.000 escuelas que están en condiciones de garantizar presencialidad todos los días de la semana durante 4 horas al día y puntualizó que comprende a un 30% de la matrícula, unos 1.200.000 estudiantes.
La funcionaria manifestó que para aquellos establecimientos que no tengan la posibilidad de cumplir el distanciamiento social, «se formuló el modelo de presencialidad combinada o con alternancia» y puntualizó que en esos casos se dividirá a los alumnos y la rotación presencial se hará en forma semanal. «Cada grupo asistirá una semana a la escuela y, la siguiente, trabajará desde su casa», detalló.
«Durante la presencialidad, se trabajarán contenidos, se formularán y brindarán consignas, y en el hogar los estudiantes tendrán la posibilidad de hacer consultas o requerir explicaciones adicionales en modelos sincrónicos o asincrónicos», dijo.
La ministra aclaró que los equipos de supervisión de las 25 regiones educativas, en una tarea articulada con los consejos escolares, los municipios y los efectores de salud, supervisarán el cumplimiento de los protocolos y acompañarán a las escuelas «para tener el mejor formato de presencialidad cuidada».
Tarea de los Consejos Escolares
Subrayó que los consejos escolares -encargados de suministrar los elementos de higiene, desinfección, protección para trabajadores y termómetros- están enviando a los colegios esos insumos.
Luego, remarcó que la Provincia lleva adelante el Programa Escuelas a la Obra, a través del cual «se avanzó para mejorar y ampliar la infraestructura escolar», añadió que ya se concluyeron 2.800 trabajos y apuntó que «la gran mayoría» de los colegios «están en condiciones».
Por otro lado, analizó que como en la provincia «7 de cada 10 chicas y chicos viven en un radio de 10 cuadras de la escuela, la situación del transporte no es tan masiva», pero aclaró que para evitar concentraciones de personas en el conurbano se trabaja con las Secretarías de Transporte nacional y provincial «para que haya más frecuencias de colectivos». Además se confeccionó un protocolo para el transporte escolar.
La ministra de Educación expresó que «lo que marque recuperar la normalidad de nuestras vidas en todos los ámbitos estará dado por la evolución epidemiológica», pero admitió que «una campaña tan amplia y masiva como la actual genera condiciones para que esa situación sea cada vez mejor, por lo que el horizonte en este 2021 es más alentador».
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