La Licenciada en psicología, Mariela Pérez Lalli, explicó los conflictos que pueden darse en las redes sociales o los juegos en línea. La principal herramienta para estos casos: el diálogo.

Por Manuel Straccia

Las nuevas tecnologías traen muchos beneficios para los niñxs y adolescentes. Sin embargo, el uso de las redes sociales y el avance de los juegos en línea deben ser observados con atención ya que se convirtieron en nuevos espacios donde los jóvenes pueden sufrir acoso o bullying.

Para conocer más sobre los puntos a tener en cuenta y las formas de actuar, Bacap entrevistó a la licenciada Mariela Pérez Lalli. 

“El primer punto de lo que llamamos ciberbullying, es que no tiene límite de espacio tiempo. Pueden sentir hostigamiento o acoso en la escuela, o en el club, y cuando van a su casa eso termina. En cambio, a través de estas plataformas eso es constante. Puede recibir y estar pasando hostigamiento todo el tiempo, y lo puede ver mucha más gente”, explicó Pérez Lalli sobre las diferencias entre lo que conocemos como “bullying tradicional” y el virtual.

La especialista también detalló que no siempre las personas que ejercen ciberbullying son quienes lo ejercen en forma personal, porque “la pantalla puede cambiar el modo de contacto social”.

“El hostigamiento en general no es un conflicto, tiene que ser algo sistemático, que se vea regularmente, para que sea considerado bullying o ciberbullying. En tanto, el grooming tiene que ver cuando a un menor de edad lo acosa una persona con fines sexuales”, diferenció.

Juegos en línea

Pérez Lalli indicó que “los niños y adolescentes pasan mucho tiempo y en muchos casos no son conocidos por sus cuidadores”, ya que por ahí no cuentan con los mismos conocimientos tecnológicos.

Los juegos on-line están pensados para “generar un consumo dependiente por los premios que generan y los progresos”. “Se arman distintas dinámicas, una de ellas son los clanes de juego. Son grupos compuestos por distintos usuarios para ganar. Así llega a cierta competitividad, que a veces puede tornarse agresiva porque se quieren robar jugadores o si alguno que está participando no tiene buen rendimiento puede generar acoso”, detalló la Licenciada en Psicología. 

Ante este tipo de casos, hay muchas herramientas de control, pero “la más óptima siempre es el diálogo, que lo que pase en el ámbito virtual sea tema de conversación”. “Es como enseñarle a un niño a cruzar la calle o a manejarse en el colectivo, que uno está al lado. Acá hay que hacerlo de la misma manera, que los padres aunque no sepan de tecnología o redes sociales, lo tengan como un tema de conversación como lo que pasó en el colegio o en el club”, añadió.

A modo de conclusión, Pérez Lalli indicó que normalmente se tiende “a marcar los aspectos negativos de la tecnología, pero es una herramienta que ofrece muchas ventajas”. 

“Las pantallas deshiniben, permiten que chicos que les costaba socializar en el aula, se sientan cómodos al hacerlo a través de sus celus. Los juegos ofrecen solidaridad, trabajo en equipo, creatividad. No es una buena vía restringir, aparte le sacamos algo que necesitan”, concluyó.

Mariela Pérez Lalli es Licenciada en Psicología (UNMDP). Investigadora del InFo-Lab, Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Tecnología en Informática Forense InFo-Lab, integrado por la Universidad FASTA, Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de General Pueyrredón. Co-Autora de la Guía de Cuidados de Niños, Niñas y Adolescentes en el mundo digital para la Intervención en el aula: E-Cuidados. Docente de la Facultad de Ingeniería (FASTA) y en la Facultad de Psicología UNMDP.