Entre las variables que permitieron recuperar dinamismo figuran el buen desembarque de calamar, los niveles de exportación y el precio internacional del langostino.
Por Alfredo Ves Losada
Con cerca de 14.200 trabajadores y trabajadoras registrados, el sector pesquero es una de las ramas productivas que logró recuperarse tras la caída de la actividad y del empleo formal a causa de la pandemia.
Según referentes del rubro, la mejora en el nivel de empleo fue impulsada en los sectores relacionados con la pesca de calamar y langostino, y su impacto en el trabajo en tierra, a lo que se sumaron medidas sectoriales dispuestas a nivel nacional.
El sector pesquero y su recuperación
Según el último informe de «Situación y evolución del trabajo registrado» elaborado por el Ministerio de Trabajo, hasta junio pasado el sector pesquero marcó una mejora en el nivel de empleo de 8,4% respecto a igual mes de 2020, y 4,4% en comparación con febrero del año pasado, antes del freno en la actividad provocado por el coronavirus.
De acuerdo al trabajo de la cartera nacional, la pesca es una de las seis ramas productivas que emplean más gente que antes de la crisis sanitaria.
La recuperación del sector permitió que los 13.500 empleos registrados en febrero de 2020, que cayeron a 13.100 cuatro meses después ante el desplome de los flujos comerciales, alcanzaran en junio 2021 los 14.200, según el último registro, dado a conocer en septiembre.
Calamar y langostino, entre las razones
Fuentes del sector privado indicaron a Télam que entre las variables que permitieron recuperar dinamismo figuran el buen desembarque de calamar, cuyo impacto se verifica en el reprocesamiento en tierra -especialmente en puertos patagónicos, aunque también en Mar del Plata-, los niveles de exportación y el precio internacional del langostino, y una serie de medidas lanzadas recientemente por la Subsecretaría de Pesca de la Nación.
Según el mismo informe realizado por Trabajo, el empleo en el sector registró una mejora del 1,1% en junio respecto de mayo pasado, por lo que figura «entre las ramas de actividad que mostraron mayor dinamismo mensual».
Para Mariano González, gerente de la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca (Cafrexport), «donde más se nota que hay reactivación es en las buenas campañas de calamar y en el reprocesamiento de langostino en los puertos de sur del país», aunque advirtió que «no está tan claro que eso se esté traduciendo en todo su potencial en incorporaciones o recuperación de empleo formal».
En ese sentido, subrayó una particularidad del sector pesquero respecto de febrero 2020, antes de la pandemia: «Todo lo que tiene que ver con empleo registrado no expulsó mano de obra, no paró, más allá de la caída de la actividad por la crisis sanitaria, y de que se llegó a trabajar a cerca del 30 por ciento de la capacidad productiva por la caída de la demanda nacional e internacional por las restricciones».
«Por eso los números de empleo registrado de febrero 2020 a junio 2021 van a ser parecidos», dijo González.
Crecimiento de las exportaciones
Según cifras de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca), de enero a agosto la actividad registró un marcado incremento en las exportaciones de las especies que más mano de obra mueven, en comparación con el mismo período de 2020, aunque la tendencia oscila de acuerdo a cada una de ellas respecto de 2019.
En 2019 se exportaron 57.000 toneladas de langostino entero, 25.000 toneladas en 2020 y 58.000 toneladas en 2021.
En el caso de la merluza hubbsi, las exportaciones fueron de 43.000 toneladas en 2019, 35.000 toneladas en 2020 y 38.000 toneladas en 2021.
Mientras que los envíos de calamar fueron de 83.000 toneladas en 2019, mientras que en 2020 y 2021 se verificó un repunte notorio que se tradujo en 138.000 toneladas y 114.000 toneladas exportadas, respectivamente.
Desembarques
Oscilaciones interanuales similares se observaron en los niveles de desembarque de cada especie, según cifras de la Subsecretaría de Pesca.
Entre el 1 de enero y el 1 de septiembre de 2019 los desembarques de calamar fueron de 96.000 toneladas, en 2020 fueron 169.469 y 130.285 en 2021; en el caso de merluza hubbsi fueron 214.074 toneladas en 2019, 163.159 en 2020 y 169.874 en 2021, y en langostino alcanzaron 187.746 toneladas en 2019, 104.980 en 2020 y 157.349 en 2021.
Valorización del trabajo en tierra
Referentes del sector valoraron por otra parte una serie de herramientas lanzadas recientemente por la Subsecretaría de Pesca orientadas a la valorización del trabajo en tierra.
González destacó la adecuación de la normativa que garantiza ciertos porcentajes de calamar para reprocesamiento en tierra; la restricción a las devoluciones del cupo merluza de los buques para garantizar el abastecimiento de las plantas, y el aumento del margen de pesca de langostino como captura incidental.
«Esas medidas van en la línea correcta, aunque hay que decir que al menos por ahora no significaron un incremento tan marcado en la incorporación de mano de obra registrada, y hay que afinar la instrumentación», analizó.
No obstante, otro empresario con plantas de procesamiento en Chubut advirtió -en diálogo con Télam- «el crecimiento de la informalidad» en el sector pesquero, de la mano de la recuperación de la actividad, al advertir la existencia de presuntas plantas que no cumplen con las normativas vigentes.
De cara al sostenimiento de la actividad y la generación de empleo, el representante de Cafrexport dijo que «la pesca creció pero es necesario buenos mecanismos de control de aplicación de las medidas, instrumentos de financiamiento para el sector privado, y acompañamiento en los procesos de formalización, porque el potencial es altísimo».