Por Melisa Morini
Hace años que Javier Almirón le pregunta a las personas por sus sueños y los plasma en las paredes de los barrios. Con este proyecto representó al país en otras partes, se unieron cantidad de artistas y prestó pinceles a todos los que quisieran participar. Hoy y desde la ciudad, sus ilustraciones contra las petroleras están dando la vuelta al mundo. En esta nota le preguntamos a él sobre sus anhelos individuales y colectivos.
Javier Almirón tiene 36 años, es marplatense, estudió Artes Visuales en la Malharro y ha viajado por Sudamérica con un personaje que nació en el barrio de Villa Lourdes, en el Puerto. Después de cinco años viviendo en la capital de Colombia se instaló en la ciudad y desde el mismo barrio, un reclamo ambiental lo encontró expresando ideas sobre los lienzos más grandes que tenemos: paredes, techos y columnas.
Hace apenas seis meses que el muralista volvió a Mar del Plata y lo hizo porque una situación familiar requiere unión. Se instaló en la casa de siempre, ubicada en el corazón del Puerto. En la manzana, muchos pero muchos murales cuentan historias que son un poco los sueños del barrio y la gran mayoría están pintados por Javier. Por Javier solo, acompañado, en el marco de jornadas de pintura o encuentros que reunieron a la comunidad.
Si algo se percibe en el artista son las ganas. Javi quiere pintar y con esos ojos mira a la ciudad. Los silos, el centro comercial Puerto (donde ya hay un mural hecho en colaboración con Taty y Grupo Sismo), las paredes del Museo Mar o una gran “culata” (así se les dice a los lados de los edificios). Cantidad de paredes son para él oportunidades en blanco.
-¿Cuál es tu sueño hoy?
-Quiero que crezca la escena de arte urbano en la ciudad, estoy seguro de que el graffiti es una expresión popular que refleja comunidad e identidad y entonces le va a venir súper bien a Mar del Plata crecer en este rubro. Creo que en la ciudad no se va a dimensionar el poder del arte hasta que no lo veamos enorme. Hoy por hoy es mi sueño pintar una culata, no lo hice nunca, siento que lo necesito yo, que lo necesita la ciudad y que lo demanda la comunidad artística también.
El mar primero
Almirón forma parte de la organización ambientalista Ecos de Mar cuya impronta gráfica lleva su sello. Las ilustraciones aportan a la toma de conciencia, se transforman en flyers, nos convocan, nos cuestionan, se viralizan y aportan. “En el poder de la naturaleza está la inspiración” para Almirón que resalta al mismo tiempo “el poder del arte de transformarlo todo”.
La habilitación por decreto gubernamental de los estudios de exploración sísmica en tres áreas off shore del Mar Argentino a través de la petrolera noruega, Equinor junto a Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y Shell, ha convocado a miles de personas a movilizarse en contra de esta medida. Las movilizaciones tuvieron epicentro en la ciudad, pero se replicaron en el país y el mundo bajo la consigna “Atlanticazo” buscando empatía con el medio ambiente y exigiendo coherencia a los dirigentes.
Las ilustraciones de Javi están dando la vuelta al mundo, los seguidores en las redes sociales se multiplicaron, referentes de las causas ambientales comparten su trabajo, las posibilidades llamaron a la puerta. De la mano de la organización Greenpeace apareció el techo de un reconocido y antiguo hotel en el paseo de Cabo Corrientes.
-¿Por qué te involucraste en la causa contra las petroleras?
-Cuando uno tiene cerca un problema es donde lo ve y lo siente más. Yo lo veo así, el tema de las petroleras me tocó. Hace rato que estoy metido en la causa, hice también una residencia sobre arte y ambiente en Lima y hoy estoy hasta modificando los materiales de trabajo, uso menos aerosoles por ejemplo, para llevar una vida coherente con el deseo de cuidar más el lugar donde vivimos. En las marchas también sentí ese interés, que no distingue colores políticos, que es representativa de la ciudad y sus propios intereses.
-¿Cómo te sentís con la viralización de tus trabajos?
-Es loco, nunca me había pasado que se viralice tanto un dibujo mío. Mucha gente me referencia: me etiquetan en información, me preguntan cuestiones de actualidad en relación al tema, se genera algo y me avisan. Yo soy muy claro en cuanto a la relación científica que no tengo y ahí disparo y derivo las preguntas o lo que nace de las personas. Siento un poco que se me identificó como una de las voces de este reclamo y me siento comprometido, me llena de orgullo y también me parece una responsabilidad asi que así lo trato también, con compromiso.
Bogotá, capital del arte urbano
La capital colombiana se ha convertido en un gran lienzo en los últimos años. Existen más de 8000 artistas, tours que permiten conocer la historia del país a pie y a través del arte y una organización juvenil que busca crear marcos legales y solidarios para esta forma de expresión popular.
Almirón se instaló en Bogotá y allí vivió cinco intensos años de aprendizaje y trabajo, de la mano de Bogota Graffiti Tour, un emprendimiento turístico que enaltece al arte urbano. Fue ahí donde el proyecto Atrapasueños adquirió forma: “La dinámica que adopté desde entonces fue preguntar por los sueños de los demás, de las comunidades, llegar a un lugar y que el punto de partida, la inspiración, llegue a través del relato de las personas”.
A Javier se le ilumina la mirada cuando habla de Atrapasueños,relato urbano, proyecto que nació en Mar del Plata en 2016 “casi sin querer” y que de un momento para otro lo encontró pintando más de seis escuelas en la periferia bogotana junto a otros artistas y con financiamiento después de mucho esfuerzo.
-¿Qué te sorprendió de las respuestas sobre los sueños? ¿Encontrás similitudes entre los sueños bogotanos y los marplatenses?
-En Colombia aparecía mucho el concepto de “paz” y de “territorio” y acá en el barrio otros como “seguridad”, “salud” o “tiempo”. Pero más interesante me pareció siempre cuando instalamos la pregunta ¿Qué estás haciendo para alcanzar esos sueños? Ahí es cuando aparece el objetivo, la toma de conciencia cuando se ve para mí lo transformador que el arte puede ser.
El espacio público es el lugar donde ocurre lo que nos afecta a todos, es en donde se hace política, se apropia permanentemente para decidir sobre lo que nos afecta, es acá donde se pueden generar los imaginarios colectivos y es el arte el lenguaje ideal para representarlos.