El próximo sábado se quemará el monumento ya instalado en la Plaza Colón. Bacap dialogó con Adrián Más, el artista fallero que contó los detalles de la celebración, que regresa tras su parate por la pandemia.
Por Manuel Straccia
La festividad valenciana que ya es tradición en Mar del Plata regresa este año en su edición número 68. La “cremá” de la falla tendrá lugar el próximo sábado 26 desde las 20, tras el parate por la pandemia.
Fuera de Valencia, Mar del Plata es la única ciudad con “semana fallera”, que contará con distintas actividades incluyendo la tradicional paella, un show de baile en el Teatro Roxy y diversas ofrendas.
La falla puede visitarse en la Plaza Colón (la costa y Moreno), donde permanecerá hasta que sea incinerada el sábado. En ese mismo espacio público pueden comprarse los tradicionales buñuelos, entre las 15 y las 23 todos los días.
La falla de este año, como desde 2011, estuvo a cargo de Adrián Más, quien continúa con la tradición familiar. En la década del 60, su abuelo llegó a Mar del Plata y fue el elegido para hacer los monumentos hasta 1996, cuando su padre tomó el lugar por unos años.
“Esta falla se iba a quemar en 2020, quedó guardada en el taller. Así que estamos con todas las expectativas”, contó Más en una charla con Bacap. Que el monumento se mantenga vigente es parte “del chiste” de la falla, “poder pensar en algo que se mantiene”.
“Yo presento el proyecto en octubre para el siguiente año. Entonces voy desarrollando un tema durante todo el año. Armó un boceto, lo llevó a la Unión y me dicen sí o no. El tema de noviembre, tiene que durarme hasta marzo, entonces tiene que ser algo que no quede desactualizado. Son cosas que no van a perder vigencia. Lamentablemente, digo yo, Argentina me da un tema constante, que no se me termina nunca la fuente de inspiración”, contó Hernan.
Para esta ocasión, se añadió un buzón para que la gente pueda dejar un mensaje en un papel, alguna foto o incluso su barbijo descartable, para que luego sea incinerado junto con la falla.
“Cuentos que cuentan cuentos”
Para esta ocasión, Mas utilizó la figura central de un príncipe, a unos 8 metros de altura, y otras formas alrededor que fue ejemplificando a lo largo de la entrevista.
El Duende: “La imagen la saqué de Disney, no viene de otro lado. Me acordé de los viejos gruñones y pensé en los jubilados, yendo al Banco, a Pami, a todos los trámites, no llega a fin de mes. Viene de trabajar en la mina y con su edad tiene que seguir buscándose la vida. Ese proceso pasa por mi cabeza por ejemplo, después pienso cómo lo impacto en una imagen. En la foto, tiene que hablar todo”.
Elsa: “Me acordé de las princesas y es una de las primeras princesas distintas, en Frozen. Empecé a pensar en el empoderamiento de la mujer y busqué tratar de imitar a Frozen, que está arriba y la mirada no es hacia abajo. Tiene los ojos abiertos mirando hacia arriba, aún estando a 4 metros y medio”.
Pinocho: “Yo pensaba en el político, en el que siempre está dando vuelta, cara de piedra, como una marioneta. Y dio la casualidad que a uno le están diciendo marioneta todo el tiempo, pero la idea surgió mucho antes”.
Justicia: “Todos decimos que la Justicia es corrupta, pero nadie da nombres. La corrupción pesa cada vez más en la Justicia, es lo que digo yo, y eso hace inclinar la balanza. Evitemos esto, busquemos la manera, seamos comprometidos con estas cosas”.
Pirata: “Está vestido de traje, con cara de simpaticón, y trae un maletín que dice sobornos. Como antes trabajaban por la plataforma de madera para ir al muelle. Plataforma de barco, plataforma política. Es el pirata trajeado que a través de esa plataforma va al tesoro nacional. Es una asociación simple tal vez”.
El Rey: “Hay un manifiesto, en un gesto que por ahí nadie percata, y es que está de espalda al mar, en una ciudad costera, más allá que no tiene orejas ni ojos, porque no escucha ni ve, está en Mar del Plata donde lo más importante es el mar, alguien que debería conducir la ciudad no puede estar dándole la espalda”.
Un poco de historia
En los inicios de la celebración en Mar del Plata, había un conflicto entre dos comunidades. La primera “cremá” fue en 1954, con una falla muy pequeña en comparación con las actuales.
Por esos tiempos, se encontraba la Peña de los Valencianos y el Centro de los Valencianos, “dos grupos peleados porque tenían diferencias políticas”.
“En un momento se amigaron, al fin y al cabo eran todos valencianos, y se formó la Unión Regional Valenciana, que nuclea a todos los centros. “Por esa época más o menos es cuando llega mi abuelo y se hace una sola falla”, explicó Mas.
Por la década del 70, una falla fue vandalizada e incendiada antes de la celebración y hace poco se produjo un principio de incendio en una diseñada por Adrián. También, durante el Gobierno de Pulti, se comenzaron a hacer algunas fallas pequeñas en los barrios, pero con los años no prosperó el proyecto.
El objetivo de la comisión actual, es que la Falla valenciana se transforme en un atractivo más de Mar del Plata, que sea reconocido turísticamente y trascienda más allá de la ciudad. Algo que, en gran parte, ya lo hace.