El autor de la reciente «El funcionamiento del mundo» participa de un encuentro literario de Madrid donde hablará sobre la novela negra a la que organizadores llaman «la nueva novela social del siglo XXI»
Por Emilia Racciati
Por estos días de visita en España como una de las figuras centrales del Festival de Literatura Eñe que tiene a la Argentina como país invitado, el escritor, guionista, historiador y docente Eduardo Sacheri celebra la operación de recuperación del pasado reciente que propone «Argentina, 1985», el film que instala la revisión de los 80 de la misma manera en que lo hizo él desde su libro «El funcionamiento del mundo»: «Está bueno que nos sigamos preguntando sobre el pasado colectivo para complejizar nuestras respuestas», dice a Télam.
En la nómina de autores de nuestro país con lectores y lectoras en España, sin dudas Eduardo Sacheri es uno de los más reconocidos y más vendidos. La actividad de la que será protagonista, este viernes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, se titula «Muertes poco naturales» y es una invitación a pensar la novela negra como excusa literaria para denunciar temas del presente, algo que los organizadores del festival llaman «la nueva novela social del siglo XXI».
El argentino compartirá la charla con otra escritora del género, la filóloga y escritora Alicia Giménez Bartlett, autora de una saga de policiales protagonizada por la inspectora Petra Delicado.
La última ficción de Sacheri que llegó a las librerías es «El funcionamiento general del mundo» y allí está la memoria de sus días como adolescente en la Patagonia, pero también un viaje en auto que emprendió en 2019 por las rutas del sur para reconstruir el universo de esa historia que fue terminada en pleno encierro pandémico y se presentó en 2021.
Ya instalado en Madrid, Eduardo Sacheri dialogó con Télam sobre su vínculo con España -el país de su familia materna-, las novelas que escribió y fueron llevadas al cine, y su proyecto de escritura actual: una ficción que planea tener lista para la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires de 2023.
Historias que atraviesan fronteras
– El Festival Eñe los sitúa como referentes de la nueva novela social del siglo XXI ¿cómo te sentís con esa caracterización? ¿Cómo ves el desarrollo de ese género en este momento?
– Me encanta compartir la mesa con Alicia porque la leo, me gustan sus novelas así que me voy a dar un gusto como lector. Leo bastante ficción española actual y autoras como Elvira Lindo, Milena Busquets, Rosa Montero, la propia Alicia. Esa caracterización de novela social me la quedo pensando, me resulta interesante como etiqueta, me agrada esto de pensar una literatura que urde una cierta trama con la vida cotidiana de las personas.
– Sos uno de los autores argentinos más leídos en España, ¿cómo es el vínculo con esos lectores y lectoras? ¿Qué creés que toca tu ficción en el universo, el imaginario de España?
– Que mis libros lleguen a España tiene un costadito muy particular que tiene que ver con un tema de tributo familiar. Mi abuelo era español, era gallego y toda mi familia materna viene de España y me crie escuchando esa manera de hablar nuestro idioma, esa manera de sentirlo. Que mis libros lleguen acá y que tengan lectores en España me suena como una especie de mimo a toda esa memoria familiar que transito.
No deja de llamarme la atención que historias que yo concibo en la Argentina puedan gustar tan lejos pero supongo que en el fondo todos los seres humanos pensamos y sentimos de modos parecidos y eso nos hermana y nos conecta. Para eso también está la literatura.
– En tu última novela «El funcionamiento general del mundo» ponés el foco en 1983 y en estos días «Argentina, 1985» está siendo un fenómeno en el cine, ¿por qué creés que estamos revisando esos años de restablecimiento de la democracia? ¿Por qué es un período que nos sigue interpelando y generando inquietudes?
– Creo que está bien que uno se siga preguntando sobre distintos momentos de nuestro pasado colectivo, sobre todo momentos recientes, porque en el fondo son recientes, y está bueno que nos sigamos preguntando para complejizar nuestras respuestas.
En cada momento vamos respondiendo hasta dónde podemos y cómo podemos pero está muy bien que sigamos sumando respuestas porque cuando más compleja y matizada es nuestra mirada mejor es, así que me parece muy bueno que sigamos preguntándonos y respondiéndonos. Con esas respuestas no blindamos nada sino que abrimos lugar a nuevas preguntas y eso es una de las lindas tareas que tiene la literatura. La literatura y el cine, el arte en general.
Eduardo Sacheri: de los libros al cine
– Como autor de «La pregunta de sus ojos», que fue adaptada al cine como «El secreto de sus ojos» y llegó a ganar un Oscar, ¿cómo ves en retrospectiva ese éxito? ¿Cómo recordás ese proceso?
– Cuánto más tiempo pasa de «El secreto de sus ojos» más me asombra la dimensión que tomó. Me parece que fue una historia que nos hizo bien repensar. Sobre nosotros mismos y sobre nociones tan contradictorias y tan difíciles como justicia, venganza, castigo, tortura. Hay mil maneras de aproximarse a esos temas y las lecturas múltiples y contradictorias que generó la película estuvieron muy bien. En lo personal fue un envión extraordinario para mi carrera y sin duda mi carrera hoy no sería lo que es.
– Después de esa película vino otra adaptación de una novela tuya al cine «La noche de la usina», ganadora además del premio Alfaguara, ¿cómo atravesás ese trabajo?
– En el medio estuvo «Papeles en el viento» adaptada por Juan Taratuto. En los tres casos hicimos juntos los guiones. No puedo decir que sea una condición exclusiva, no diría «no acepto que venga alguien desde la dirección de cine, me compre los derechos y yo no participe», es más, creo que podría pasar. Lo cierto es que los tres directores con los que trabajé: (Juan José) Campanella, Taratuto y (Sebastián) Borensztein me ofrecieron escribir juntos el guion y me gustó hacerlo, me desafió porque quien dirige la película es quien comanda todo el proceso.
Uno como escritor es uno más y es un rol más humilde donde tenés que aprender a resignar, a soltar, a negociar, a discutir y a perder soberanía sobre algunas de las cosas que se está tratando. Y me gustó hacerlo, más allá de que fue un trabajo difícil porque acordar con otros lo es, aunque ese resultado te deje satisfecho.
– ¿En qué estás trabajando ahora? ¿Hay algo que puedas contar?
– Estoy trabajando en una novela, la idea es que este lista para la Feria del Libro de Buenos Aires del año que viene. No soy bueno anticipando pero no para hacerme el misterioso sino porque me cuesta mucho resumir de qué va. Seguramente será una novela con personajes pequeños, cotidianos, a ras del piso, no grandes personajes sino comunes y corrientes en situaciones no tan comunes y tan corrientes vinculadas con la sociedad argentina de las últimas cinco, seis décadas que son de las que me ha tocado ser testigo y participe.