El Club Círculo Deportivo, una institución fundada en el año 1921 y que ya hace unos años se da el gusto de jugar el Torneo Regional Amateur, es el orgullo de Otamendi.
Por Santiago Giorgini
A unos 40 kilómetros de Mar del Plata, se encuentra la localidad de Comandante Nicanor Otamendi. Quizá más de un argentino la haya sentido nombrar por la tradicional “Fiesta de la Papa”, que conlleva música, gastronomía y shows en vivo.
Sin embargo, el orgullo cotidiano de aquella localidad de poco menos de 7 mil habitantes, está en el Club Círculo Deportivo, una institución fundada en el año 1921 y que ya hace unos años se da el gusto de jugar el Torneo Regional Amateur, que reúne exclusivamente a equipos del interior y otorga un boleto y medio a la Primera B Nacional, tomando en cuenta el desempate del segundo ante un club de la Primera B Metropolitana.
Si bien Círculo no tuvo un buen arranque en la competencia, ganó algo más importante: la oportunidad de volver a disputar un torneo AFA, tomando en cuenta las complicaciones económicas que esto puede conllevar en regiones de población reducida.
El torneo Federal
El «papero» transcurre su tercera temporada en el Federal A, tras divagar por los ya añejos y olvidados B y C. Para esta oportunidad, el formato es similar a los anteriores: cuatro zonas con nueve equipos cada una, los primeros cuatro irán a playoffs y el último descenderá al Regional Amateur. Si bien Círculo se encuentra entre los puestos de abajo tras un comienzo turbulento, el Federal 2023 tendrá 36 jornadas y apenas lleva disputadas cuatro.
Los oponentes en este camino son Sansinena de General Cerri, Villa Mitre y Olimpo de Bahía Blanca, Santamaría de Tandil (proveniente de la B Nacional), Cipoletti de Río Negro, Germinal de Rawson y el exótico Sol de Mayo de Viedma. En el nombre por nombre, un grupo difícil, con experiencias en la B Nacional y que fundamentalmente fueron protagonistas en la edición pasada de la tercera categoría del fútbol argentino.
En el armado del equipo, el entrenador Pablo Semeniuk perdió a una de sus piezas claves: el goleador Imanol Enríquez, que la temporada pasada la rompió y rápidamente llamó la atención de un equipo de la B Nacional como Deportivo Maipú. Lo propio pasó con más de 20 jugadores que abandonaron la institución otamendina para buscar nuevos aires. Después de Enriquez, el caso más importante es el del arquero, Diego Pavé, que se marchó a San Juan para jugar en Peñarol.
El recambio trajo consigo jugadores en todos los puestos, con una mezcla de experiencia en jugadores como el arquero Martín Tursi, con paso por la B Metropolitana en Deportivo Merlo y Acasusso; el marcador central Guillermo Pfund, que jugó en inferiores de Vélez y deambuló en el ascenso en clubes como Comunicaciones, Olimpo y Desamparados; y delanteros como el inoxidable Diego Martínez, de paso por San Lorenzo, Talleres y Patronato o el ex Independiente Ezequiel Denis.
A estos nombres de recorrido se le suman juveniles como los ex Aldosivi, Yoel Juárez (con el plus de haber estado en la selección argentina menor), Mateo Parín o Hernán Zubillaga y el ex Defensa y Justicia Facundo Cozzi.
Círculo Deportivo mantiene vivas las ilusiones de todo un pueblo. El camino es largo y los kilómetros también, pero el logro de disputar un nuevo Federal A, no se lo quita nadie. El «papero» quiere dar pelea.