El Concejo Deliberante aprobó recientemente la adhesión de la ciudad a una disposición de la Agencia Nacional de Seguridad Vial que regula los desplazamientos de vehículos de movilidad personal. Mientras tanto, ¿cuánto y en qué contexto se utilizan estos vehículos en Mar del Plata?
Por Agustín Casa
En la última década se ha observado con mayor frecuencia la circulación de vehículos de movilidad personal en Mar del Plata. ¿Qué implica esto en la movilidad urbana? ¿Se trata de medios de transportes más sustentables? ¿Qué normativas existen para organizar el tránsito y resguardar la integridad física de los usuarios de estos vehículos?
El 17 de agosto se aprobó en el Honorable Concejo Deliberante la adhesión del Partido de General Pueyrredon a la Disposición 480/2020 de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que regula, en términos generales, los desplazamientos de vehículos de movilidad personal, como monopatines eléctricos.
“La incorporación de un nuevo modo de desplazamiento en una movilidad urbana, que tiene a la seguridad vial como uno de sus objetivos de mejora, nos obliga a analizar sus implicancias y definir las estrategias de desarrollo de infraestructura, concientización, legislación y control, para minimizar el impacto y asegurar la convivencia en el espacio público”, cuenta a Bacap Dante Galván, subsecretario de Movilidad Urbana de General Pueyrredon.
Asimismo, el funcionario municipal detalla que desde la Subsecretaría y la Comisión Asesora de Seguridad Vial se viene trabajando en un análisis comparado de legislación nacional en la materia, incluyendo el estudio de normas de nueve ciudades argentinas, entre las que se destacan la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Rosario, y Córdoba, entre otras. Entre los puntos centrales de debate, se encuentran las velocidades máximas de estos vehículos y las vías recomendadas para su circulación, así como la convivencia con vehículos motorizados.
Galván reconoce que este tipo de movilidad está incorporada en la Ordenanza 24.861 de 2020. Esta normativa afecta como infraestructura de uso exclusivo al carril izquierdo de ciertas calles, según el sentido de circulación, para la creación de la “1era red de Ciclovías de General Pueyrredon”.
“Esta, entre otras cosas, las declara de uso exclusivo para ciclorodados y monopatines, entendiendo a los primeros como una denominación genérica de un rodado de dos ruedas impulsado por el esfuerzo de quien lo utiliza, o con asistencia eléctrica al pedaleo”, agrega.
Galván remarca que el texto de la ordenanza solicita que el dispositivo debe estar “equipado con dos pedales, peso máximo de hasta cuarenta kilos (40 kg) y motor eléctrico auxiliar, con limitador de velocidad de tal manera que no supere los veinticinco kilómetros por hora (25 km/h) y con potencia máxima de doscientos cincuenta watts (250 W)” y que “estos ciclorodados deben estar homologados por la autoridad de aplicación”.
Además, el subsecretario detalla: “Respecto de los monopatines, la ordenanza expresa que ´estos dispositivos de movilidad personal podrán usarse en las bicisendas y ciclovías siempre que dispongan de motores eléctricos de hasta 350 watts y una velocidad máxima de 25 km/h´. En este punto, encontramos una diferencia de criterio con la Disposición 480/2020, que establece como velocidad máxima de circulación para este tipo de dispositivos los 30 km/h. Del análisis de la legislación vigente se desprende que, en las ciudades estudiadas, ambos criterios son aplicados de forma equilibrada, con cierta preeminencia de los 25 km/h”.
Proyectos impulsados en el HCD
El concejal Gustavo Pujato (UCR) fue el impulsor del proyecto de Ordenanza aprobado el pasado 17 de agosto, el cual establece en el ámbito del Partido de General Pueyrredon el marco regulatorio para la circulación de Vehículos de Movilidad Personal (VMP).
Según Pujato, a partir de esta normativa: “Los vehículos deben disponer de frenos que permitan una detención total del mismo y que pueda frenar rápidamente. También un sistema de iluminación delantera de color blanca y la luz trasera de color roja. Mientras está marchando, tiene que ir con las luces encendidas. Tiene que tener una alerta sonora, es decir, una bocina para que sea escuchada por el resto de los usuarios de la vía, y que no supere los decibeles establecidos por la reglamentación para el resto de los vehículos. También es necesario que tengan un sistema de limitación de velocidad”.
“La utilización de cascos es obligatoria. Solo puede usarlo una persona, es decir, solo un usuario por vehículo”, añade Pujato. También menciona que no se pueden utilizar dispositivos que distraigan, como el celular o auriculares. En tanto, la edad mínima para su uso es de 16 años.
“Hay un tema que para mí es central, que es el tema del seguro. Para mí deben, por lo menos, gestionar un seguro de responsabilidad civil ante cualquier eventualidad. Cualquier vehículo que circule por la calle debe tenerlo”, opina.
El edil advierte que aún queda por resolver en el ámbito municipal las velocidades máximas y los lugares de circulación, y que están trabajando en un proyecto de ordenanza que atienda esos puntos.
“Está claro que no pueden circular por lugares peatonalizados, es decir, no pueden circular por las veredas y queda por resolver cuáles son las vías de circulación que pueden utilizar normal y habitualmente”, apunta Pujato. Y agrega: “Las avenidas no son el mejor ámbito para circular, porque los he visto en el tránsito de las avenidas marplatenses a 60 kilómetros por hora, y esquivando colectivos y vehículos. Lo veo como algo altamente peligroso”
Una movilidad ágil
Sobre los motivos por los cuales las personas eligen estos vehículos, Marcelo Barbieri, referente de Mardel en Bici (organización que impulsa proyectos propios de movilidad sustentable), menciona tres características: agilidad, rapidez y comodidad. “La bicicleta o una movilidad eléctrica te permite desplazarte rápidamente por la ciudad, estacionar rápidamente, y los costos son bajísimos”, afirma.
Sin embargo, asegura que “hay una decadencia en el uso del monopatín”. En 2015 trajeron monopatines eléctricos a la ciudad y desde entonces brindaron más de 20.000 viajes a nivel turístico, como servicio de alquiler, y han vendido unas 200 unidades en los primeros años. Pero sostiene que en los últimos años mermó su utilización en Mar del Plata.
“En la actualidad está en decadencia el uso del monopatín y tenemos varios motivos. El primer motivo podría ser la economía, porque es un producto importado. En segundo lugar, podría ser la seguridad de robo o hurto o de accidente. Pero acá el problema por el que está en decadencia es que la ciudad no está preparada todavía para monopatines”, resalta Barbieri.
En este sentido, detalla: “Esto no tiene que ver con el tránsito, sino con el estado de las calles. Cualquier inconveniente que uno pueda tener, te genera un accidente personal y te da hasta miedo volver a usarlo”.
Alternativas para una movilidad sustentable
Las bicicletas, los monopatines, los skates y los vehículos personales de movilidad eléctrica, como los monopatines eléctricos, son alternativas sustentables al transporte convencional (vehículos a combustión).
“La movilidad sustentable es un concepto que escuchamos cada vez más frecuentemente entre quienes promueven una movilidad más segura y eficiente en las ciudades, que a la vez sea menos contaminante y equitativa”, cuenta a Bacap Adriana Olivera, docente-investigadora de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y diseño de la UNMDP.
Sobre los monopatines eléctricos en particular, la arquitecta remarca que “deben ajustarse a las normas de conducta que rigen en la actualidad, porque normalmente, los que nos trasladamos sobre el espacio público, vemos que no todos cumplen esas normas”.
“Debería restringirse su uso o el acceso en avenidas y vías primarias del entramado urbano”, señala y añade que “se debe permitir compartir el espacio destinado a las ciclovías o las bicisendas, y prohibir el uso en espacios de uso peatonal”.
Por su parte, el doctor en Psicología Fernando Poo (investigador del CONICET dedicado a la psicología del tránsito) considera que los monopatines eléctricos “están un poco distantes de la realidad que tenemos en Mar del Plata”.
“Si vos tenés un buen sistema de transporte público de aproximación y después usás eso, evitás que la gente vaya en auto a un centro urbano. En Buenos Aires, en ciudades grandes con áreas metropolitanas, combinás y resolvés. Mar del Plata, si bien tiene como un conglomerado urbano grande con Batán, con Santa Clara, posiblemente con la extensión hacia el sur de la ciudad, todavía no tiene nada parecido a eso. No hay un sistema de transporte que traiga gente de un área ´metropolitana´ hacia la ciudad y que necesite esas conexiones. Ahora, por otro lado, Mar de Plata es una ciudad extensa y tiene tiempos de viaje largos, según donde vivas”, analiza el investigador del CONICET en el IPSIBAT, del CONICET y la Facultad de Psicología de la UNMDP.
En esta línea, Poo destaca: “El transporte público es muy deficiente y obviamente no cubre esas necesidades, al menos no funciona esta lógica de aproximación y luego última milla. Entonces, creo que se ha incluido el monopatín en un contexto urbano y en un sistema de transporte que no lo contempla en absoluto. No tiene una función ni una lógica pensada de antemano”.
Asimismo, el psicólogo subraya que “la ciudad tiene una infraestructura vial que es muy deficiente en términos de mantenimiento”. Y agrega: “Si bien se ha hecho un tramo de ciclovía, es algo que es muy corto, que es bueno y positivo que esté, pero es muy poco para una ciudad que tiene un proyecto de una red de ciclovías desde hace 10 años, desde que fue escrito el Plan Maestro de Transporte y Tránsito. Y eso no ha generado ningún cambio”.
Para Poo, el monopatín eléctrico y otros vehículos encuadrados en la micromovilidad “son formas de transporte barato que resuelven el problema de movilidad y hay cierta conciencia ambiental detrás de las personas que deciden usarlo”.
“El problema es que la infraestructura no es adecuada. Hay algunos con amortiguadores y demás que son un poco más grandes y más caros, que pueden funcionar mejor en la calidad de calle que tenemos en Mar del Plata, pero en general no están preparados para eso. Tienen rueditas muy chiquitas, pasa mucho que se traban y que la gente se cae. Y ahí lo que tienen que hacer las personas es aumentar los cuidados”, concluye.