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octubre 17, 2024
Mar del Plata 150 motivos

Mar de Cartas: rescatando la historia epistolar de Mar del Plata

El Centro de Documentación Epistolar y el Torreón del Monje lanzan una iniciativa para destacar la relevancia de las cartas como testigos de la vida cotidiana de las comunidades. Este proyecto busca sensibilizar sobre la conservación del patrimonio epistolar, promoviendo su reconocimiento, investigación y circulación. A través de la comunicación epistolar, las personas comunes han interactuado, construido identidades y dejado huellas en la historia de Mar del Plata desde su fundación hasta hoy.

Por Mateo Niro

La carta significó, para la historia, una herramienta imprescindible de comunicación a distancia. Este sistema permitió, desde la invención de la escritura, que personas que no estuvieran en el mismo lugar y en el mismo tiempo pudieran, aunque de forma diferida, dialogar. 

Lograr la «correspondencia». Ahora bien, ese diálogo, a la vez que se producía, se constituía en objeto, piezas epistolares que conservaban el registro, no solo de ese diálogo, sino también de pensamientos, contextos, miradas. Esas piezas se transformaban así en registro de época y pasaban a formar parte del patrimonio cultural e histórico de todo pueblo, con potencialidad para tomar un lugar central en la construcción de la identidad, tanto a nivel local, regional y nacional. 

En vistas a la fragilidad y a la importancia que tiene este patrimonio epistolar, resulta fundamental y urgente establecer estrategias de preservación y de puesta en valor de este patrimonio. Para eso se creó el Centro de Documentación Epistolar, una institución dependiente de la Fundación COM., cuyos objetivos son la recolección, preservación, clasificación y divulgación del material epistolar que ha circulado en territorio argentino. El CDE mantiene un archivo en papel y una plataforma digital colaborativa en sobrecartas.com

Una función crucial

En una sociedad como la argentina, la comunicación epistolar tiene una importancia crucial, ya que fue la que permitió la continuidad de los vínculos y la posibilidad de reconstrucción, en retrospectiva, de la historia individual y social. Mar del Plata, por caso, es una síntesis perfecta de lo que eso significa.

Hace algunos años, cuando empezamos el proyecto Mar de Cartas en el Torreón del Monje, escribimos en una hoja borrador como lema: Todo el país puede resumirse en una ciudad. Toda una historia puede estar un puñado de cartas. 

Es que Mar del Plata es una ciudad que, por su identidad y dinámica, es como una Argentina exagerada. Y, como tal, eminentemente epistolar: destino elegido por innumerable cantidad de inmigrantes, epicentro turístico de todo un país, exponente del espectáculo y de la cultura, lugar de encuentros y desencuentros, reminiscencias y deseos. 

Reconocer las huellas de sus relaciones humanas, los secretos de sus amores constantes y los guiños de sus affaires pasajeros, del tiempo del ocio o del trabajo duro, de las ganas de acortar distancias entre los afectos es un desafío y una posibilidad para reconstruir la historia de toda una comunidad. Mar de Cartas es eso: una experiencia que permite, a través de la preservación y la muestra de tarjetas postales, telegramas y cartas personales, ser testigos de una historia de la que, a la vez, somos protagonistas. 

Desde 2019, en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el Torreón del Monje, y dentro de este, en la parte histórica construida en 1904, Mar de Cartas tiene sus puertas abiertas para hallar allí la memoria y el futuro de toda una comunidad compleja y desafiante, heterogénea y entusiasta. 

La muestra es la punta del iceberg del archivo. Ahí se exhiben piezas epistolares que sintetizan amores: 

4/3/55 a las 9 y 27 de la noche
Mi amor: Hoy me diste el primer beso. El primer beso en los labios! oh mi vida me besaste, me besaste y me parece imposible! ¿porqué? dirás; pues no sé, pero es que recibir tu beso me parecía un sueño; un sueño que forjé la noche que supe que te quería; porque yo te quiero no sé desde cuando, pero te quiero; qué cosa maravillosa es mirar tus ojos, tus ojos y todo tu rostro, ese rostro de facciones nobles que demuestran la hidalguía de tu alma… tu alma… me parece que es hermosa aunque… ¡cuánto me agradaría que reconociese a Dios como el supremo Creador, como la luz del mundo; que se inclinase y se uniese a cuantos pronunciaron tu nombre. 
Te dije que quisiera verte en la Misa el domingo, irás; verdad querido?
Mira; es mucho lo que decirte anhelo, más, no sé cómo expresarlo. Solamente hoy, como siempre, te diré… te quiero!
Okey! Ya!
Beba.

O paseos por la Biarritz argentina:

[Mar del Plata], 22/1/1974 (18 horas)

Queridos y siempre recordados compañeritos:

¡Qué envidia! venimos de la playa. Fresquitos, recién bañaditos siguiendo el programa de día ésta noche a cenar al Puerto (mariscos) Lo estamos pasando muy bien, el tiempo desde llegamos nos ayuda favorablemente sólo el domingo 20 llovió a la mañana. En fin tenemos todo lindo en compañia de mi madre y mis suegros, que lo están pasando muy lindo. Estamos viendo muchos espectáculos muy buenos. Ya les vamos a contar.

Hasta pronto. Los saluda cariñosamente.

Gladys

O encuentros azarosos en medio de la tragedia de la guerra:

Querido Soldado:
Me resulta dificil comenzar estar carta, quizá porque no sé a quién irá dirigida, o porque, simplemente, no sé que decir.
A partir del momento que escuché por radio que podría escribir a cualquier soldado que no reciba correspondencia de nadie, no dudé en tomar esta lapicera y esta hoja, ya que no tengo ningún allegado allí y siento deseos de comunicarme con alguno que esté viviendo la difícil situación de defender Nuestras Malvinas.
Puedo imaginar cómo te sientes, y la soledad que te rodea, a pesar de estar en ese ambiente con todos compañeros en tu misma situación.
Por eso, para que no te encuentres solo, y lejos de lo que amás, yo te escribo, queriendo comenzar de este modo, una comunicación.
Quiero que tu contestes esta carta, que me cuentes lo que sientes allí, quiero que me brindes tu amistad como yo te la estoy dando ahora. (*)

Hoy el archivo cuenta con unas 32.000 cartas como estas. La muestra exhibe unas cuantas de todas esas. Mar de Cartas es una manera de mirar a Mar del Plata por el ojo de la cerradura. Y hallar un espejo con el reflejo de nosotros mismos. 

* Efectivamente, en este caso la carta produjo el encuentro. Miguel Ángel, el soldado que recibió esa correspondencia, y Laura, quien la escribió, se conocieron, se casaron y tuvieron dos hijos. 

https://sobrecartas.com/

https://sobrecartas.com/category/cartas/cartas-de-verdad/lugares/mar-del-plata/

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