El clásico Cyrano de Bergerac, protagonizado por Gabriel «el Puma» Goity y un destacado elenco de más de 30 artistas, debutó en el Teatro Tronador de Mar del Plata, dando inicio a la temporada teatral 2024-2025. En Bacap, conversamos con Fernando Lupiz sobre el éxito y la expectativa que genera esta gran producción.
Por Ian Punter
El clásico teatral Cyrano de Bergerac, protagonizado por Gabriel “el Puma” Goity y un elenco de más de 30 artistas, abrió la temporada teatral 2024-2025 en el Teatro Tronador de Mar del Plata. La obra, una producción conjunta entre el Teatro Tronador y el Teatro San Martín de Buenos Aires, agotó rápidamente sus primeras funciones y ha sumado nuevas fechas para noviembre los días 8, 9, 22 y 23; diciembre los días 6, 7, 20 y 21, y enero los días 3, 4, 5 y 9, debido a la alta demanda del público en la ciudad.
La obra, una adaptación del famoso texto de Edmond Rostand, dirigida por Willy Landin, cuenta la historia de Cyrano, un valiente soldado y poeta enamorado de su prima Roxane, quien, a su vez, se siente atraída por otro hombre, Cristian.
Cyrano de Bergerac conjuga poesía, humor y drama en una puesta escénica imponente, con el apoyo de música en vivo y un despliegue escenográfico de 30 artistas en escena que busca cautivar a la audiencia marplatense, como ya lo hizo en Buenos Aires, donde convocó a más de 130,000 espectadores.
Bacap pudo hablar con Fernando Lupiz que interpreta a Valbert en la obra, quien expresa con entusiasmo su gratitud por ser parte de esta producción en Mar del Plata. “Es un privilegio estar aquí por cinco meses, algo que nunca ocurrió antes, y formar parte de esta temporada es motivo de felicidad. Mar del Plata siempre me ha traído recuerdos bárbaros, tanto de teatro como de mi infancia”, comenta.
—¿Qué significa para vos inaugurar la temporada en Mar del Plata?
—Es maravilloso. La temporada aquí es una bendición para cualquier actor, y el Puma Goity está en un momento increíble. El éxito ha sido tal que cada función se llena rápidamente, y aunque la obra dura casi tres horas, el público responde con gran entusiasmo.
—¿Cómo fue la construcción de tu personaje, Valbert? ¿Qué te atrajo de él y cómo lo fuiste construyendo?
—Fue un proceso interesante. Al principio, solo iba a enseñar esgrima al Puma, pero el director me dijo que mi lugar era en el elenco, y ahí nació Valbert. El vestuario de época y mis conocimientos de esgrima fueron claves para construirlo; el personaje camina y se mueve con una presencia propia de otra era.
—Trabajar con Willy Landin en esta adaptación debe haber sido especial. ¿Cómo fue la experiencia?
—Landin es un director muy completo, que domina desde la utilería hasta el vestuario. Fue muy enriquecedor y positivo; además, su apuesta por esta adaptación ha sido muy bien recibida tanto por la prensa como por el público.
—¿Por qué la gente tendría que venir a ver la obra?
—Yo creo que la gente va a venir a ver la obra por el boca a boca de las 120.000 personas que la vieron en Buenos Aires. Cuando salgo, te piden una foto, te dicen qué linda es la obra, y te das cuenta de que es muy bella. Yo preguntaba si les pareció larga, porque dura casi tres horas, y me decían, “no, muy bella”. Estoy seguro que acá va a pasar lo mismo.