El politólogo Ariel Parajón, especializado en Políticas de Drogas dialogó con Bacap, en la previa del evento que tendrá lugar el 1 y 2 de marzo en Estancia La Moringa.
Durante el fin de semana de Carnaval, Costa Cannabis, el festival de cannabis de la Costa Atlántica, regresa con una propuesta única para locales y turistas en su tercera edición. Los días 1 y 2 de marzo, Estancia La Moringa abrirá sus puertas para una expo-festival donde la salud, la cultura y la industria cannábica serán las grandes protagonistas.
En esta edición especial de Carnaval, Costa Cannabis contará con un área de exposiciones con más de 50 stands que presentarán las últimas novedades del sector y sus principales marcas. Además, el evento ofrecerá conferencias y talleres a cargo de profesionales y referentes del mundo del cultivo, la salud, la ciencia y la tecnología.
En esta oportunidad, estará presente el politólogo Ariel Parajón, especializado en Políticas de Drogas. Bacap, en la previa del evento habló sobre los ejes claves de lo que será su presentación en el Costa Cannabis. La reducción de daños, la gestión del placer, los cuidados, el rol del sistema de salud, el rol de los usuarios, el rol de los autocuidados son algunos de los temas.
– ¿Qué es la reducción de riesgos y daños?


– ¿Qué significa la gestión del placer?
– Y en este contexto, ¿qué papel juega el cuidado y los sistemas de salud?
-Los cuidados, en esencia, son una práctica vinculada a lo colectivo. Es difícil concebirlos de manera individual, ya que requieren una perspectiva comunitaria y social. Desde esta visión, los sistemas de salud deben promover la continuidad de los cuidados en la comunidad y el territorio, pues no pueden estar presentes en cada rincón de una ciudad o un país recordándole a cada persona que se cuide.
Además, los cuidados incluyen una dimensión educativa, que implica dedicar tiempo a que las personas adquieran conocimientos, información y prácticas que los fomenten. En este sentido, dentro del sistema de salud hablamos de garantizar la continuidad de los cuidados, lo que significa asegurar su permanencia una vez que la persona sale del hospital, la guardia o el centro de atención. La pregunta clave es: ¿cómo garantizamos los cuidados cuando el paciente ya no está en un entorno sanitario?
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– ¿Y el rol de los usuarios?
-El rol de los usuarios es central. Son los protagonistas de cualquier intervención en el marco de una política de drogas. La persona que usa drogas debe estar en el centro del abordaje, y a partir de ahí, se debe diseñar una estrategia de acompañamiento que incluya a sus referentes afectivos, familiares, el sistema de salud y el sistema jurídico, entre otros actores. La prioridad es pensar cómo cuidarlas, cómo se cuidan a sí mismas, cómo acceden a la información y cómo gestionan su propio consumo.
Las prácticas de autocuidado no solo empoderan a los usuarios, sino que también contribuyen a evitar la saturación del sistema de salud, ya que permiten prevenir situaciones de crisis que colapsen las guardias. Además, garantizan que los propios usuarios tengan un rol activo en la construcción de estrategias de cuidado, participando junto a sectores como el sistema de salud, los empresarios de la nocturnidad, los artistas y otros actores clave. Sin su participación, cualquier abordaje, por más riguroso, académico o bien diseñado que sea en un escritorio, fracasa al momento de aplicarse en la realidad.