Su última función será el sábado 1° de marzo a las 21:30hs en el Teatro Dúo (25 de Mayo 3340).
Desde Bacap hablamos con Eduardo “Pacha” Paglieri, protagonista de Piel de Encaje, un unipersonal que fusiona el universo drag con el tango para contar una historia de amor, identidad y transformación.
¿Cómo surgió la idea de fusionar el universo drag con el universo del tango?
– Mirá, surge a partir de un texto que escribe Fernando Alegre, el autor y director del espectáculo. Fernando había armado un conjunto de pequeñas obras en Mar del Plata, y Piel de Encaje iba a ser una de ellas. Pero tomó vida propia. La idea de combinar tango con drag nos pareció fascinante para desmitificar el tango y darle otra mirada. Carlos Ledrag se encargó de la música y los arreglos, logrando una fusión mágica.
-¿Cómo fue el proceso de construcción de tu personaje?
-Fue un gran aprendizaje. No tenía mucha cercanía con lo drag y descubrir ese mundo fue revelador. Empecé a identificar vivencias personales con lo que el personaje experimenta: desencuentros, desamores, desilusiones. El período de ensayo es lo que más disfruto porque se construye en conjunto, todos mancomunados hacia un objetivo común. Cada función me deja nuevas reflexiones.
-¿Qué rol cumple la música dentro de la obra?
-La música es el motor de Piel de Encaje. Fernando buscó tangos que encajaran perfectamente con la dramaturgia. La música tiñe y cuenta todo, no buscamos intérpretes específicos, sino temáticas que conectarán con el relato.
-¿Cómo influyó el equipo de vestuario y maquillaje en la identidad del personaje?
-Influyó muchísimo. Había que ponerle un vestuario drag a este cuerpo. La piel de encaje es fundamental y el vestuario se pensó en cada detalle: el corsé, la pollera, el vuelo, todo está pensado para expresar lo que Fernando imaginó. Cada prenda tiene un sentido dentro del relato.
¿Después de interpretar este personaje, cambió tu perspectiva sobre la comunidad drag?
-No sé si cambió, siempre fui empático. Pero lo que sí cambió es mi posibilidad como actor de transmitir un mensaje. Me gusta pensar que, a través de lo que interpreto, puedo lograr que alguien en la platea tenga una mirada más empática. La gente se da cuenta de que este mundo no es tan ajeno ni distinto a lo que sienten o piensan.