Juan Pablo Geretto presenta Maestra Normal el sábado 17 de mayo a las 21 h en la sala Radio City (San Luis 1750, Mar del Plata). Entradas en venta en boletería y por Plateanet. Descuento especial para docentes.
Luego de su consagración con premios como el Konex y el Estrella de Mar, Juan Pablo Geretto regresa a Mar del Plata con Maestra Normal, su aclamada obra unipersonal que cruza humor, emoción y memoria escolar. Un viaje sensible al corazón del acto escolar, donde una docente se convierte en espejo de nuestras propias infancias. Maestra Normal se ha convertido en un clásico del teatro argentino contemporáneo, con 15 años de permanencia en escena.
En diálogo con Bacap, Geretto reflexiona sobre su vínculo con Mar del Plata, la génesis de su personaje más entrañable y el modo en que los docentes se sienten reflejados y abrazados por la obra. “Es parte de nuestra fundación ese vínculo con la escuela”, señala el actor, quien también comparte su deseo de que el público salga del teatro “con un tema para charlar”.
—¿Qué sentís cada vez que volvés a Mar del Plata a hacer este show?
—Mar del Plata siempre fue una ciudad con la que tengo una relación muy íntima. Será que cumplimos años el mismo día, tal vez. Es una ciudad que me permitió crecer mucho, fue de los primeros lugares donde recibí premios y visibilidad. Siempre sentí que la crítica y el público vieron bien mi trabajo.
—¿En qué momento te diste cuenta de que la Maestra Normal tenía algo especial?
—No sé si alguna vez me di cuenta. Nació muy de un día para el otro. Le fue bien en calle Corrientes, pero yo no tenía perspectiva. Después vinieron otro año, y otro, y pasaron 15. Nunca tuve ese clic de “esto es excepcional”. Hoy, con la distancia, veo que sí, 15 años es un montón.
—¿Te inspiraste en alguna docente real? ¿Cómo fue la construcción del personaje?
—Fue de afuera hacia adentro. Primero tomé características comunes, porque todos pasamos por la escuela pública obligatoria. Después fui abriendo recuerdos de mi experiencia en la primaria. Con los años también fui madurando la mirada sobre esas maestras.
—¿Alguna vez algún docente se sintió reflejado en la obra?
—Sí, todo el tiempo. Siempre me esperan a la salida, hay un abrazo, una identificación. Me dicen que se sienten representados. Es muy difícil la labor docente hoy, y que alguien hable de eso, desde otro lugar, genera una devolución muy fuerte.
—¿Qué te gustaría que el público se lleve al salir del teatro?
—Que se divierta, básicamente. Que hayan pasado un buen momento y que se vayan hablando un ratito de la obra. Que tengan un tema esa noche.