Kevin “Chino” Vallejos y Esteban “Gringo” Ribovics ganaron sus respectivos combates en Las Vegas y consolidaron el momento histórico de los peleadores argentinos en la UFC. Con actuaciones sólidas, reafirmaron su crecimiento en la elite de las MMA y empujan un objetivo compartido: traer la competencia más importante del mundo al país.
Por Lucas Alarcón
El Chino, invicto y cada vez más afilado
Kevin “Chino” Vallejos derrotó por decisión unánime al estadounidense Danny Silva, en una pelea que confirmó todo lo que se venía anticipando: actitud, inteligencia y dominio en cada fase del combate. El marplatense mostró una evolución clara en su estrategia y volvió a cautivar al público con su intensidad y precisión.
Con apenas 22 años, Vallejos construye una carrera impecable. El combate fue exigente, pero lo resolvió con madurez, haciendo pesar su preparación física y su lectura del ritmo. El triunfo lo deja con récord invicto y en una posición ideal para pelear por rivales de mayor renombre. Pero más allá del resultado, lo que se consolida es su rol como cara visible de una generación que quiere algo más que triunfos: quiere cambiar la historia del deporte en el país.
En un gesto que simbolizó la buena sintonía entre el luchador marplatense y la organización liderada por Dana White, al finalizar el combate la UFC sorprendió a Vallejos con un regalo inesperado: un alfajor de maicena. El “Chino”, visiblemente emocionado, agradeció el gesto con una sonrisa. El detalle no fue menor: hacía varias semanas que estaba entrenando en el exterior y, por la exigente dieta y el corte de peso que deben respetar los peleadores, hacía tiempo que no podía disfrutar de ese tipo de alimentos típicos. El alfajor, en ese contexto, fue mucho más que un premio: fue un pedacito de Argentina en el corazón de Las Vegas.
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El Gringo no se quedó atrás
Unas horas antes, en la misma velada, Esteban Ribovics volvió a dejar claro por qué es uno de los argentinos más respetados dentro de UFC. El “Gringo” se impuso por decisión unánime frente al mexicano Jesús Santos Aguilar y sumó su segunda victoria en la franquicia más importante del mundo.
Con su estilo aguerrido y su carisma, Ribovics construyó una pelea táctica, con buenos pasajes de lucha en el piso y trabajo de striking. Su triunfo —celebrado por fanáticos y colegas— refuerza la idea de que la Argentina no solo tiene talentos, sino una legión en crecimiento que puede competir de igual a igual con las potencias.
La organización, además, distinguió su actuación con el bono a la “Pelea de la Noche”, un premio de 50 mil dólares que la UFC otorga al mejor combate de la jornada. El reconocimiento no solo destaca el nivel técnico y físico de Ribovics, sino también su capacidad para ofrecer espectáculo, uno de los aspectos más valorados en el universo UFC.


UFC en Argentina: un sueño que se siente cerca
Los nombres de Vallejos y Ribovics ya forman parte de la agenda de UFC. En cada entrevista, ambos repiten el mismo mensaje: no solo quieren crecer ellos, quieren que el deporte crezca en su país. Y para eso, el paso siguiente es claro: traer la UFC a la Argentina.
La liga, que genera más de 450 millones de dólares al año en pago por visión, ya mira hacia nuevas plazas fuera de Estados Unidos. Tras la explosión de Ilia Topuria en Europa y la expansión en África, Sudamérica vuelve al radar. Y en ese mapa, Argentina ofrece una plaza fuerte en convocatoria, con un público fiel y fervoroso.


Estas victorias refuerzan esa proyección. No son solo peleas ganadas, son demostraciones de nivel, compromiso y espectáculo. Son argumentos.