Investigaciones realizadas desde la UNLP, mediante técnicas de teledetección, confirmaron que el partido de La Plata atraviesa una significativa alteración del clima y del microclima en áreas urbanas.
La alteración del clima y del microclima en áreas urbanas se conoce como efecto de isla de calor. Este fenómeno surge de la expansión de superficies artificiales (calles, andenes, edificios, techos) que reemplazan a la cobertura vegetal y generan un aumento de la temperatura respecto de los entornos naturales. Su origen está estrechamente vinculado al desarrollo urbano y a las propiedades térmicas e irradiantes de los materiales que lo componen, provocando distribuciones desiguales de temperatura según el tipo de cobertura presente.
En este marco, investigaciones realizadas desde la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), mediante técnicas de teledetección, confirmaron que el partido de La Plata atraviesa de manera significativa este proceso.
Su diferencia con el calentamiento global
A diferencia del calentamiento global, las islas de calor constituyen transformaciones locales. Sin embargo, comparten con aquellas consecuencias semejantes: incremento en el consumo energético, impactos negativos en la salud y deterioro ambiental. En contextos urbanos, la sustitución de vegetación por asfalto y construcciones puede elevar la temperatura entre 5 y 10 °C respecto de los alrededores.
Mientras la vegetación regula el calor mediante la evapotranspiración, las edificaciones absorben y almacenan radiación solar, intensificando el calor superficial. La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires y segundo centro metropolitano de la región luego de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se inscribe en este escenario. Su continuo territorial junto con Berisso y Ensenada concentra el 1,6 % de la población argentina en 307.571 km², donde conviven actividades flor hortícolas, industriales y una intensa movilidad de personas, bienes e información.
La geógrafa María Inés Botana, directora del proyecto, subraya que “la disparidad de los microclimas urbanos difiere de acuerdo a las características de las ciudades y la influencia de la radiación total sobre las edificaciones, según su configuración espacial y los materiales utilizados. Este señalamiento refuerza la necesidad de comprender el fenómeno como producto de decisiones territoriales y de planificación”.
A través del análisis de imágenes satelitales Landsat (Colección 2, Earth Explorer), se observó que las áreas urbanas del partido de La Plata presentan temperaturas significativamente superiores a las rurales circundantes. La teledetección, además de evidenciar esta disparidad, permite vincular la temperatura superficial con el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI), mostrando la influencia de la cubierta vegetal en la regulación térmica estacional. Este hallazgo resalta el carácter estratégico de dicha herramienta en la detección de procesos de degradación ambiental y en la planificación de políticas de conservación.
Los resultados
Los resultados obtenidos en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, en el Instituto de Investigaciones y Humanidades y Ciencias Sociales, ponen en relieve un patrón diferenciado entre el sector norte y el sur del partido, dividido por la calle 138. En el norte, las localidades de Gonnet, Gorina, City Bell, Villa Elisa y Arturo Seguí muestran características de ciudades compactas en torno a centros comerciales, con veredas angostas y escaso arbolado. En contraste, las áreas barriales mantienen rasgos de quintas con jardines y arbolado. El sur, en cambio, refleja alternancias marcadas: presencia de cavas y canteras, urbanizaciones cerradas y explotaciones hortícolas bajo cubierta, lo que determina variaciones térmicas y de vegetación más acentuadas.
La tabla de conversión de temperatura superficial y valores de Vegetación de Diferencia Normalizada confirma que las máximas se concentran en los núcleos comerciales (City Bell, Arturo Seguí y Gorina), coincidiendo con menores índices de vegetación. Por su parte, las áreas hortícolas e incluso los clubes de campo, con mayor cobertura verde, registran temperaturas más bajas, lo que evidencia la capacidad reguladora de la vegetación.
“Este análisis permite concluir que el fenómeno de isla de calor constituye una problemática significativa en el área urbana de La Plata y requiere ser incorporado en las políticas de ordenamiento territorial. Conocer y comprender el funcionamiento de los ecosistemas urbanos resulta indispensable para diseñar estrategias de gestión que promuevan ciudades más sustentables y resilientes. La investigación reafirma, en última instancia, la necesidad de articular ciencia y política: sólo así será posible construir espacios habitables que armonicen desarrollo urbano y equilibrio ambiental”, remarcó Botana.
Fuente: Investiga-Agencia CyT UNLP