La relación entre los humanos y los perros es profunda y compleja, y un nuevo estudio publicado en Scientific Reports  ofrece una perspectiva fascinante sobre cómo los perros perciben y responden a las emociones humanas, específicamente al estrés.

Investigadores han descubierto que los perros pueden detectar el estado emocional de una persona desconocida, ya sea que esté estresada o relajada, y que esto afecta su comportamiento en pruebas de sesgo cognitivo. El estudio, titulado «The odour of an unfamiliar stressed or relaxed person affects dogs’ responses to a cognitive bias test», muestra que los perros expuestos al olor de una persona estresada tienden a mostrar una mayor respuesta negativa en comparación con aquellos expuestos al olor de una persona relajada.

Metodología del estudio

El equipo de investigación llevó a cabo experimentos en los cuales los perros fueron sometidos a pruebas de sesgo cognitivo, que son usadas para evaluar el optimismo o pesimismo de un animal. Los perros fueron divididos en dos grupos: uno expuesto al olor de personas estresadas y otro al olor de personas relajadas. Los olores fueron obtenidos de individuos desconocidos para los perros, asegurando que la reacción se debía únicamente al estado emocional transmitido por el olor.

Resultados clave

Los resultados revelaron que los perros expuestos al olor de personas estresadas mostraban un comportamiento más cauteloso y pesimista durante las pruebas, mientras que aquellos expuestos al olor de personas relajadas demostraban un comportamiento más optimista y dispuesto a explorar.

Este hallazgo sugiere que los perros no solo son sensibles a las emociones humanas sino que también pueden ser influenciados significativamente por ellas, incluso si provienen de personas desconocidas. La investigación refuerza la idea de que los perros y los humanos tienen una conexión emocional profunda, que va más allá de la simple interacción diaria.

Implicaciones del estudio

El estudio tiene importantes implicaciones para la comprensión de la relación entre humanos y perros. Podría ayudar a mejorar prácticas en el entrenamiento de perros, así como en el manejo de perros en situaciones estresantes, como en clínicas veterinarias o refugios de animales.

Además, estos hallazgos podrían ser utilizados para desarrollar métodos más efectivos para el manejo del estrés en perros, particularmente aquellos que son utilizados en terapias o en roles de asistencia.

Conclusión

La capacidad de los perros para detectar y responder a las emociones humanas subraya la importancia de considerar el estado emocional de los cuidadores y extraños en la vida de los perros. Este estudio abre nuevas vías para explorar cómo nuestras emociones pueden influir en el bienestar de nuestras mascotas, y cómo podemos mejorar nuestras interacciones con ellas para asegurar que vivan vidas felices y saludables.

Para más detalles sobre este estudio, pueden consultar el artículo completo en Scientific Reports.