A través de una conferencia de prensa junto a su equipo de trabajo, el intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, se calzó los botines y fue con los tapones de punta al anunciar, entre otras medidas, que llamará a licitación para concesionar el Estadio José María Minella y el Polideportivo Islas Malvinas, en conjunto con el parque de deportes que rodea al barrio. Según explicó, esto “le permitirá dar un mejor contexto de trabajo a los marplatenses y un valor agregado a aquella zona de la ciudad”.
Por Santiago Giorgini
El intendente del partido de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro, brindó una conferencia de prensa en la que anunció, entre otras cuestiones, que llamará a licitación para poner en valor el Estadio José María Minella, el Polideportivo Islas Malvinas y todo el campo de deportes que rodea a ambos escenarios. “No queremos que sólo se ponga en valor la cancha, buscamos otorgarle laburo a los marplatenses”, explicó quien, hace dos años, fue fotografiado junto al mandamás de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia. Respecto a aquellas fotos y sondeos para restaurar el estadio, aseguró que “no hubo ni una, ni dos reuniones. Hubo miles. Pasa que yo no voy por la foto, voy a trabajar pensando en el bien de todos los marplatenses”.
Respecto a la modalidad de la licitación, se presentará el pliego al Honorable Concejo Deliberante y comenzará su tratamiento junto con las distintas comisiones. Si hablamos de tiempos, no hay una fecha exacta de votación del proyecto, pero existe un estimativo de que sea antes de fin de año.
Una licitación por 30 años
Según explicó el secretario de Legal, Técnica y Hacienda, Mauro Martinelli, quien sea acreedor de la licitación, que cuenta con alcance nacional e internacional, contará con requisitos genéricos para cumplir, como la generación de un consenso con la Asociación del Fútbol Argentino (AFA); la restauración del estadio y del polideportivo; abono de un canon, mantenimiento diario de ambos recintos y una puesta en valor de todo el campo de deportes, entre otros. Montenegro por su parte descartó completamente la utilización de fondos públicos para el estadio y explicaron que el ganador de la licitación, tendrá un contrato por 30 años con la oportunidad de extenderlo por 10 más.
Lejos de los cascos y la construcción, el dueño de aquel capital privado, deberá garantizar un número mínimo de eventos deportivos y shows para el aprovechamiento del espacio. “Esto permitirá establecer un avance en la hotelería y la gastronomía durante todo el año, para garantizar más trabajo a los marplatenses”, detalló el intendente.
Montenegro aseguró: “No queremos pensar en arreglar una cancha y nada más. Buscamos trabajar para que esto se solvente solo. Hay un estado de abandono que lleva más de 30 años. Lo sostengo como ciudadano marplatense y alejado del cargo que ocupo actualmente. Si el día de mañana hay otra persona gobernando, no quiero que tenga que pasar por esta situación de arreglar el estadio constantemente. Quiero que volvamos a formar parte de un circuito argentino de shows, partidos y eventos”.
Ilusiones
Si bien el paciente más crítico de esta historia es el Estadio José María Minella, actualmente con peligro de derrumbe en una de sus tribunas, los anuncios del intendente sobre un potencial crecimiento, generan ilusión en los marplatenses y en los turistas que año tras año transitan las calles de la ciudad. La imagen del intendente junto al presidente de la AFA en el 2022, ilusionó a más de uno y, tras dos años, no se registraron avances concretos.
A partir de ahora, la pelota quedará en manos de los privados que se animen a llevar adelante este desafío. Si bien un acuerdo con AFA sería uno de los puntos más importantes, no hay que olvidarse que tanto Alvarado como Aldosivi hacen de local en ese estadio durante sus partidos de la Primera Nacional. La ilusión de un recinto nuevo también involucra a dos de los equipos más importantes de la categoría. Que nada quede bajo los escombros.