Luego de un exitoso 2024, la actriz y humorista se prepara para brillar con la segunda presentación en la temporada marplatense.
Por Alejandra Bertolami
Estudió con Norman y Mariana Briski en Buenos Aires y entre sus pasos por televisión se incluye haber trabajado junto a Roberto Pettinato en “Un mundo perfecto” y junto a Migue Granados al participar durante diez años en “Peligro, sin codificar”. Además, estuvo en populares series como “Educando a Nina” o “Fanny, la fan”. Actualmente, se dedica de lleno a la actuación y continúa de gira con su unipersonal “Feíta” donde incursiona en el bullying, las etiquetas y lo socialmente establecido.
Desde Bacap, conversamos con Marina sobre la obra que estará presente esta temporada en Mar del Plata el próximo 29 de enero en la Sala Melany del Centro de Arte MDQ.
Comenzó el 2025 junto con la gira de “Feíta”, ¿Cuál es tu pronóstico para esta temporada?
Es la primera vez que voy a Mar del Plata y estoy con muchas ganas, mucha expectativa. “Feíta” es una obra con la que viajé a un montón de lugares del país y también a Uruguay, entonces, ahora llegar a “Mardel” que, es una ciudad de tanto teatro y tanta movida linda en el verano, me tiene con muchas ganas al ser mi primera vez.
¿Cómo surgió Feíta?
Venía trabajando como actriz hace muchos años, pero, a la par tenía otro trabajo que no tenía nada que ver, en una oficina. Ese año, decidí soltarme y dedicarme sólo a la actuación y en ese salto escribí “Feíta” con Carolina Barbosa que es una amiga y dramaturga que vive en Buenos Aires y le tiré la idea principal, que es las etiquetas que nos ponen, los parámetros: “vos sos esto o no vas a poder tal cosa”. Surgió de la idea de: “sos actriz, pero de que más vas a vivir”, como esa cosa de no creerte tanto y cómo uno puede tomar esos discursos ajenos como propios y romper con esa idea que en la obra está puesto como “Feíta”.
Al personaje desde que nace, le dicen que es “feíta”, y ella lo cuenta al público tratando en toda la obra de encontrar su propia identidad, romper con esa idea y a la par voy haciendo otros personajes para entender un poco más y llegar a esa autoconsciencia. Surge desde ese momento en mi vida, que me parece como un clic muy grande y me dio mucho miedo, pero el poder soltar y ser quien quiero ser y buscar mis propios sueños, mi camino.
¿Sentís que tuviste alguna etiqueta en la vida que te haya costado quitarte?
No tuve una etiqueta así fuerte como en este caso que lo hago desde el humor, pero sí, una cosa que me costó y de eso hablé cuando escribí la obra, me costó mucho tiempo por mandato familiar la idea de que yo puedo ser actriz.
No sé si una etiqueta, pero sí: “lo que no iba a poder ser”. Mis padres son divinos los dos y tengo la mejor, pero si hay algo en mi familia que nadie era artista, de ningún lado. Entonces, era difícil de creer que alguien pueda vivir de eso, un poco de miedo a que sufras, me costó mucho. Mi padre me había conseguido el trabajo, que era re seguro, ganaba bien y estaba hace 13 años. Romper con eso, un montón de gente te dice “estás loca, cómo vas a dejarlo”, y fue super difícil. Ya estaba trabajando, inclusive haciendo cosas como “Educando a Nina” o “Fanny, la fan”, tenía “Peligro sin codificar” pero, así y todo, me costaba decir “soy actriz”. No sé si una etiqueta, pero si una voz ajena que cuesta sacarse.
Salir de la zona de confort…
Si. Ese trabajo además era cómodo, repartía impuestos y volvía a la oficina, no era algo tedioso, entonces era muy bien pago, tenía todo y cuando uno dice voy a soltarlo, cuesta.
¿Hay alguna pócima para no perder la constancia haciendo humor?
Siempre me gustaron los unipersonales, tienen algo de ser más independientes, esto de poder moverlo con menos gente, depende de menos horarios de organización de equipo y tener algo propio en lo cual si me llaman o no me llaman para otro trabajo yo tengo mi mundo armado.
Un poco el incentivo creativo tiene que ver con tener que contar algo que me esté pasando, en ese momento, que me estaba atravesando y todos tienen que ver con eso. Con poder expresar lo que estoy viviendo, en mi caso, a través del humor porque me encanta. “Feíta”, es una obra donde la gente se ríe mucho pero tiene también algo de profundidad, la gente reflexiona, se va emocionada. Comentarios del público es que no esperaban algo así, es lindo lo que pasa: la risa, pero también la emoción.
¿Dónde te sentís más cómoda? ¿Haciendo televisión o teatro?
A mí, me da más seguridad el teatro. Pero, me gusta también hacer televisión. Siempre que lo hice la pase bien, fueron oportunidades de trabajar con gente que admiré mucho como Vero Llinás, era como jugar con Messi, siempre agradezco a la televisión, que además te da algo de visibilidad, que después te sirve para teatro independiente. Todo se complementa y si bien me siento mejor en el teatro, a mí me gusta hacer todo. La paso bien.
De tus comienzos junto a Roberto Pettinato, ¿Qué recuerdos se te vienen?
Empecé con Roberto porque estaba estudiando comicidad con Mariana Briski y ella trabajaba en ese momento en América y era mi maestra de humor, le preguntaron de alumnos para una audición para “Un mundo perfecto” para hacer sketches de humor y pasé varios castings y quedé. Fue el primer gran desafío.
A partir de eso, conocí a Migue Granados y me llama para “Peligro sin codificar”, que estuve 10 años trabajando ahí. Ese primer programa con Roberto estuvo bueno porque me abrió a Peligro, donde aprendí a improvisar mucho.
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¿Qué proyectos te deparan para el 2025?
Estrenamos una obra nueva. Somos dos personajes, junto a Coral Gabaglio, una actriz amiga y nos dirige Julián Lucero. La escribió el con Mariano Rosales y nos dirigen los dos.
Hicimos dos meses, con “La hora de la víctima” y ahora estamos viendo de cerrar en un teatro en Buenos Aires. Luego voy a seguir con “Feíta” y la idea es empezar a escribir otro unipersonal. Estuve también grabando para Netflix que va a salir a mitad de año.
¿Sentiste que fue un buen año el 2024 para vos?
Fue un año de mucho trabajo y de algo muy lindo que fue “Esperando la carroza” que también en el momento que salió fue importante. Un elenco increíble, de mucha trayectoria que uno admira. Fue muy lindo. Hoy por hoy y como está la situación del país, poder estar trabajando y viviendo siendo actriz es un agradecimiento enorme.