Todos los años, un grupo de jóvenes de distintos lugares del país se reúne en la estancia La Armonía para organizar un espectáculo en el que representan la primera Navidad.
Navidad Junto al Lago es una actividad que se organiza desde hace más de 35 años con la intención de evangelizar desde el arte. Se trata de una recreación de la primera Navidad realizada por más de 150 de jóvenes de distintos puntos del país, con la coordinación general de las Servidoras, una institución de vida consagrada femenina fundada por el Padre Luis María Etcheverry Boneo.
Este año, habrá dos funciones, el 3 y 4 de enero en la Estancia Santa María de la Armonía, en el km 382,5 de la Ruta 2, Partido de Mar Chiquita. El espectáculo, que dura 100 minutos aproximadamente, integra interpretación escénica, puesta de luces y música clásica. Comienza alrededor de las 20:30, sin embargo, el ingreso al predio estará disponible desde las 18 hs, tiempo en el que podrá disfrutarse de stands gastronómicos, shows de música y bailes tradicionales y puestos de artesanías realizadas por los mismos chicos.


La entrada es un bono contribución que vale $4.000 para menores de 12 años y $7.000 para mayores de esa edad. Habrá, además, servicio de micros desde Mar del Plata que saldrán desde Avenida Colón y Tucumán, del lado de la Plaza.
Casi 40 años de fe y arte
Desde sus inicios en 1987, cuando un grupo de jóvenes de la Pastoral Universitaria decidieron iniciar el proyecto, que en ese momento se llamó Nochebuena Junto al Lago, el espectáculo ha ido evolucionando a partir de la adquisición de mayores conocimientos en artes escénicas y mejora de los recursos de sonido y luces. El objetivo, sin embargo, siempre fue el mismo: transmitir la fe mediante el arte. Ana López Herrera, servidora, explica esta decisión de la siguiente manera: “Nosotros lo que pensamos es que en el arte intervienen, por un lado, todos los sentidos y, por otro lado, también la inteligencia, ¿no? Entonces pensamos que justamente a través del arte se integra a toda la persona. Como lo que nosotros queremos transmitir es la fe y la historia de la salvación, nos parece que el arte es un buen camino para poder lograr el objetivo desde la totalidad de las posibilidades que tiene la persona de captar la belleza que en el fondo es Dios”.
“Nos permite transmitir mucho más que solamente con palabras o con razonamientos. La belleza es una forma de transmitir a Dios y que atraviesa todos los sentidos y llega directo al corazón”, agrega Joaquín Werner, responsable de prensa de Navidad Junto al Lago. Ambos mencionan, además, que no piensan la interpretación de los personajes como una actuación sino como un modo de expresar un mensaje del que son testigos.
El proyecto apunta en dos direcciones: hacia afuera, hacia el público, que en muchos casos no es creyente, y hacia adentro, hacia los jóvenes que se acercan al campamento y trabajan en el espectáculo. Con respecto a lo que implican los diez días de campamento, la servidora explica: “Los chicos unen lo que es la oración con el trabajo. No solamente se prepara el espectáculo sino que se preparan interiormente. Y es un espacio que no es un retiro en el cual se le pasan rezando, sino que, si bien hay momentos de oración, de espiritualidad, de misa y demás, también hay momentos de trabajo, de compartir. Es como una mezcolanza de un montón de cosas que aportan a esta búsqueda de Dios y ayudan a los chicos a encontrarle, sobre todo, un sentido a la vida, que es como esa búsqueda en la cual se encuentran muchos de ellos”.
López Herrera destaca la importancia de esa relación entre fe y trabajo en tanto permite que los chicos experimenten la fe como algo ligado a la vida cotidiana, no como algo aislado. Señala, además, el valor de la vivencia compartida y, de nuevo, las posibilidades del arte en el fortalecimiento de la fe.


La relación entre la fe y los factores de contexto
Desde que Navidad Junto al Lago comenzó a hacerse, han cambiado, evidentemente, muchas cuestiones vinculadas al contexto social. Ante la pregunta sobre cómo influye este en la relación entre las personas y la fe, y particularmente entre los jóvenes y la fe, López Herrera contesta: “El contexto siempre podríamos decir que condiciona a la persona y a la búsqueda, pero creo que no la determina, creo que ese deseo de Dios que está en el corazón del joven está siempre o estuvo siempre y va a seguir estando.” “Creo que independientemente del contexto y de la época es algo que que es propio de la persona esa búsqueda de Dios” sostiene, aunque admite que hay momentos en que es más difícil que el deseo de buscar algo trascendente se manifieste, y que su tarea es entonces buscar creativamente modos de “mostrarle al joven dónde está ese sueño y ese deseo”.
Con respecto al modo en que la tecnología interviene en esto, Werner considera: “Lo tecnológico es algo que atraviesa toda la sociedad y en particular lo veo cada vez como más invasivo en la esfera de la intimidad de la persona. No es algo que afecta solamente a los jóvenes, sino que está afectando a la sociedad en general y sí, es algo que que te lleva a no preguntarte, a no reflexionar, es algo que te quita la pregunta”. En el campamento, por cuestiones del espacio, en el que no hay demasiada señal, pero también porque todos se encuentran abocados a otras actividades, esta dificultad no aparece.
Así, el campamento se configura como un contexto en el que la conexión con lo espiritual se ve facilitada. La juventud, como momento de la vida de búsqueda de lo identitario, también pareciera ser propicia para la conexión con lo espiritual. “Hay contextos en los que es más fácil encontrarlo y creo que eso es lo que se vive acá en La Armonía en Navidad Junto al Lago, ya el mismo lugar ya habla de Dios, entonces también para los chicos, en sus vínculos, en su disponibilidad, en estar al servicio de otros. El tener también muchas veces algo a cargo y que los demás dependan del trabajo de ellos también ayuda muchísimo a tomar conciencia de uno mismo y de que lo que uno hace repercute en los demás. Y eso es un aprendizaje para la vida que ayuda muchísimo y que a veces por ahí quien está en contextos más cuidados o o que tiene más facilidades, este tipo de cosas es más difícil que salgan naturalmente. Es una experiencia y una oportunidad que sirve para la totalidad de la vida de los chicos”, concluye López Herrera.
