Al burnout se suman la fatiga visual, migrañas, inconvenientes en la vista y dolores musculares, entre otros.
El auge tecnológico de la presente era digital empuja a los empleados a un manejo excesivo de información. Ello trae consigo una necesidad de atención que absorbe excesivamente la capacidad del trabajador en su día a día. Incluso, a cuenta de este uso descomunal de información a través de los medios digitales, le puede generar hasta adicción en el sentido de dar respuesta de forma urgente a todas las notificaciones que recibe por parte de empresas, clientes, compañeros o proveedores.
En este terreno, se puede afirmar que entre salud y trabajo se establece una relación paradójica: se necesita de la salud para trabajar, pero trabajando se pierde la salud. Una manifestación de esta paradoja se puede ver en el teletrabajo que, sin duda, aporta beneficios a empresas y trabajadores, pero también repercute de manera negativa en la salud de éstos, consecuencia, entre otras condiciones, de la exigencia de una permanente conectividad a través de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC).
En un estudio reciente, realizado por Adecco en Argentina, se les pidió a los encuestados que señalen una palabra para definir al Home Office, allí entre otras, se destacaron: encierro con casi un 21% y cansancio con 17% las cuales pueden llegar en cierta medida a ser generadoras de algunas de las situaciones que se mencionan a continuación.
Burnout y fatiga visual
En la situación actual provocada por el COVID-19 se han incrementado los problemas de ansiedad, depresión y estrés. Y no solo el burnout resulta preocupante, en este contexto, como una enfermedad laboral 2.0 de la era digital, también se están incrementando problemas de fatiga visual en muchos empleados: el uso de las pantallas de las computadoras, smartphones, tablets e incluso de los smartwatches (se engloban en el concepto de Pantallas de Visualización de Datos -PVD-).
Adicionalmente, dolores de cabeza (migrañas), problemas de vista (ojos secos, fatiga visual, visión borrosa y doble) y dolores musculoesqueléticos (dedos, cuello, espalda y hombros) son consecuencias del conocido como “síndrome visual del ordenador”. Ejerciendo el derecho en tiempos de descanso se reduce el uso de los dispositivos digitales: se descansa la vista y se evitan dolores en las articulaciones en manos, dedos y espalda.
¿Qué deben hacer las empresas de la era digital?
La empresa debe promover buenos hábitos en sus equipos de trabajo y permitirles descansos para que se desconecten de los dispositivos y así se protegerá la vista y se evitarán dolores en las articulaciones en manos, dedos y espalda de sus empleados.
En este sentido, son recomendables ejercicios de flexión de manos y dedos, antes y después de escribir en el teclado de la computadora o en la pantalla del smartphone. Y, en todo caso, realizar pausas, mantener posturas correctas y no encorvadas.
“Es necesario que los equipos de Recursos Humanos escuchemos y conozcamos cómo se siente el equipo de trabajo, y tengamos en cuenta estos temas para poder contribuir a mejorar su calidad de vida”, expresó Alexandra Manera, Directora de Recursos Humanos de Adecco Argentina y Uruguay. “Empezar con cambios pequeños incorporando hábitos saludables durante la jornada laboral puede hacer una gran diferencia a futuro”, agregó.
Estos son algunos consejos más que pueden ser de utilidad:
Realizar un parpadeo constante.
Conservar unas buenas condiciones en el lugar de trabajo: no abusar de la calefacción o el aire acondicionado según el momento del año. Y, por supuesto, no fumar, ya que el humo irrita los ojos.
Realizar pequeñas pausas tras una hora de trabajo, apartando la vista de la pantalla y mirando hacia algún otro lugar durante al menos 5 minutos.
Intentar trabajar con luz natural, aunque no directa, ya que no debe reflejarse en la pantalla.
De ser posible contar con una pantalla de buena calidad. Conviene que el fondo sea blanco y las letras negras, para que exista contraste y no se fuerce la vista.
La distancia entre los ojos y la pantalla debe ser de aproximadamente 50 centímetros. El borde superior del monitor debe estar a la altura de los ojos del usuario.
Elegir una silla con respaldo rígido, regulable. La relación entre la altura de la mesa y la silla ha de ser tal que el codo y el antebrazo forman un ángulo recto.
Bajo la mesa deben caber las piernas.
Fuente: Adecco Argentina | tucanaldesalud.es.