Son integrantes del grupo de la ONG Guías a la Par. Estuvieron un año preparándose para la travesía en uno de los picos más imponentes del Parque Nacional Lanín.
Ascender el Lanín, el volcán de las nieves eternas y cuya cumbre se encuentra a 3.776 metros de altura sobre el nivel del mar, era el sueño de un grupo de marplatenses no videntes de la ONG Guías a la Par y con ese objetivo armaron las mochilas y viajaron hacia Junín de los Andes, Neuquén.
La idea se comenzó a gestar hace un año, cuando el equipo integrado por Carlos Vizcaíno con ceguera, Claudio Gómez con disminución visual y los guías Magalí López y Mauro Ringas, empezó a entrenar, además de organizar rifas y venta de comida para costear los gastos de la travesía en la Patagonia.
Apenas arribó a Junín de los Andes, la delegación marplatense fue recibida y acompañada en el ascenso por el jefe de Guardaparques del Parque Nacional Lanín, Santiago Gorini, y el guía de San Martín de los Andes, Daniel Sosa.
El primer tramo del ascenso fue complicado, tardaron siete horas hasta el refugio a 2.300 metros de altura, donde llegaron muy cansados, pero con muchas ganas de continuar. Luego de un descanso realizaron prácticas en técnica de tensión en hielo y utilización de grampones. A las 2 de la mañana salieron nuevamente a la montaña para lograr la tan ansiada cumbre. Un grupo llegó hasta los 2.800 metros y el otro hasta 3.250 metros.
«Nos vamos del volcán Lanín con el orgullo y la certeza de haberlo dejado todo, no nos quedamos con nada. Estoy orgulloso de mis compañeros y quiero destacar esta experiencia inolvidable. Las limitaciones se las pone uno”, expresó Ringas.
«No hicimos cumbre porque estábamos muy cansados. La montaña nos puso una barrera, pero como grupo no nos venció», remarcó el guía de la ONG marplatense.