El anuncio fue realizado en 2012 por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, la proyección presupuestaria no estaba a la altura de lo requerido por la competencia de automovilismo más importante del mundo.
Por Manuel Straccia
Mar del Plata se caracteriza por ser una ciudad con muchos eventos, algunos de carácter internacional incluso, pero también por atraer iniciativas que, por a o por b, no terminan de llevarse a cabo.
La historia de la Fórmula 1 en Mar del Plata se remonta al año 2012, cuando la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que, durante el 2013, la competencia automovilística más grande del mundo regresaría al país. La fecha estaba estipulada para noviembre o diciembre y el lugar elegido era esta ciudad.
«Si Dios quiere, vamos a tener la Fórmula 1 en la Argentina», aseguró la primera mandataria en un acto oficial, en Casa Rosada, al recibir a los pilotos del Dakar 2012, la competencia de rally que se disputó en la Argentina a principios de ese año.
Sin embargo, el acuerdo no estaba cerrado y el anuncio quedó en una vaga promesa que se diluyó con el tiempo y pasó a ser una de esas cuestiones de las que prácticamente no se habla.
El circuito
Para conseguir un convenio con la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), se debe abonar un canon y cumplir con ciertos requisitos técnicos a la hora de diseñar el autódromo o el circuito callejero. Y eso implica inversiones millonarias.
La zona costera de Playa Grande iba a convertirse en el circuito para la carrera de la Fórmula 1. El trazado involucraría también la Base Naval y la Escollera Norte, con un total de 18 curvas y una extensión de 5000 metros, y el ancho oscilaría entre los 12 y los 16 metros.
Según los simuladores de aquella época, los pilotos completarían la vuelta en un promedio de un minuto y 33 segundos, a una velocidad promedio de 193 kilómetros por hora, aunque en la recta principal las velocidades superarían los 321 km/h.
Las trabas
El principal motivo que detuvo el regreso de la Fórmula 1 a Argentina y su primera vez en Mar del Plata fue el dinero. Los costos presentados por la FIA eran muy superiores a los que el Gobierno y la empresa Time for Fun, que presentó el proyecto, habían calculado. Se intentó buscar nueva financiación, pero los números continuaban alejados.
En promedio, se estima que se debían invertir alrededor de 220 millones de dólares, de los cuales unos 150 estaban destinados solamente al circuito en Mar del Plata.
Poco a poco, la expectativa y el entusiasmo dejaron lugar a un silencio misterioso. La Fórmula 1 pasó de la etapa de anuncio a la de olvido con el correr de los meses. Las obras nunca se iniciaron y no se corrió ningún Gran Premio en el país desde entonces.
Muchas veces, los anuncios toman las velocidades de las monoplazas y pasan por delante nuestro a más de 300 kilómetros por hora para desvanecerse en el horizonte sin que podamos llegar a apreciar su realidad concreta. Habrá que revisar los neumáticos y el motor