Una vida dedicada a la política para lograr una universidad mejor. Dos gobiernos distintos y una pandemia. El socialismo como bandera.
Por Juan Manuel Lamacchia
Alfredo Lazzeretti es el actual Rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, oriundo de La Feliz, aún vive en el mismo sitio que lo hizo en su infancia, en cercanía a la Plaza Rocha y al Club Atlético Quilmes, donde supo disfrutar durante su juventud horas de básquet y de grupo de amigos. En esos mismos lugares cuenta que una vez lo encontraron cazando de manera poco ortodoxa algún pájaro, y que una mujer le gritó “pajarito”, apodo que lo acompaña, mutado en “Pájaro” por el pasar de los años.
Es contador público (recibido de la UNMDP), carrera que eligió por conveniencia más que por convicción, ya que las alternativas eran escasas y su sueño de ser arquitecto se frustró por lo costosa que le resultaba la carrera en su época de estudiante. De todas formas, su afinidad por las ciencias económicas siempre estuvo latente, y el hoy Rector de la UNMDP es también Especialista en Administración Financiera Gubernamental.
Con vocación docente acepta que todos los días aprende algo nuevo, ya sea escuchar a los demás, ser más humilde y aprender del otro. “Todo el mundo tiene algo que aportar”, agrega. No se considera una persona exigente, trata de comprender más que juzgar. Cree en el trabajo, la responsabilidad y el esfuerzo, aunque con él mismo reflexiona que no es lo suficientemente exigente como debería.
La terapia la absorbe por las cosas cotidianas. Nunca hizo. Para eso están los amigos que mantiene desde la infancia y adolescencia, sus compañeros de militancia, y la buena manera con la que mantiene sus relaciones afectivas. En particular, con sus dos hijas. “Más que un cable a tierra, son un sopapo a tierra”, comenta entre risas.
La Universidad en tu barrio
Con orgullo repite que tenemos “una universidad muy linda”, con una comunidad participativa, democrática y transparente. Con eso, hace referencia a la forma con la cual se logra tener un puesto dentro de ella, ya sea por concurso o por procesos electorales. “Somos una de las mejores universidades en cuanto al vínculo con la sociedad”, asegura.
El 85% de quienes forman parte de la UNMDP (alumnos, docentes, personal no docente, investigadores) son del Partido de General Pueyrredon, sumado a un porcentaje muy alto de Balcarce. Por eso, Lazzeretti confirma que la universidad es parte de la ciudad de Mar del Plata.
Por eso durante la pandemia por Covid – 19, se creó un fondo solidario que sigue vigente y que se nutre de aportes de distintos funcionarios, directivos, docentes y no docentes, con los cuales pueden ayudar a más de 300 comedores y merenderos de la ciudadl. También van a incorporar un Plan Alimentario para que la gente pueda producir su propio alimento, sumado a la creación de hornos de barro en distintos lugares. “Hay una política de extensión muy activa”, afirma el rector.
En un año particular donde la educación se vio afectada por el distanciamiento con las aulas, Lazzeretti cree que estuvieron a la altura de las circunstancias. Entrando en su último año de gestión, la pandemia condicionó las cosas, pero de todas formas trabajó para que lo hecho anteriormente no quede perdido. “En el primer año, se realizó una planificación estratégica con el horizonte universidad 2030, pensando para la universidad y no para la gestión. Confundir a la universidad con la gestión, es sumamente grave”, y agrega: “Todo es difícil de mantener, lo que no se cultiva no dura para siempre”.
Pequeñas anécdotas sobre las instituciones
El Rector de la UNMDP no escapa a los fines políticos para nada y pone sobre la mesa que la mayoría de la gente confunde “hacer política” con “hacer política partidaria”, pero que en casi todas las instituciones, se hace política, “preocuparse por las necesidades del otro”, apunta. “En la UNMDP se hace política, es una de las más democráticas. Se exige un trabajo y todos estamos involucrados”.
Alfredo Lazzeretti tiene una larga trayectoria de política dentro del ámbito universitario. Fue dirigente estudiantil, presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas y Sociales, y Consejero Académico y Superior.
También fue Legislador Provincial por el Partido Socialista y fortaleció vínculos entre las Universidades Estatales y los poderes del Estado. Él mismo reflexiona: “Hago política desde los 18 años, con mucha pasión. Me gustaría una Argentina solidaria e inclusiva. No hay que dejar de trabajar para terminar con la desigualdad”.
Uno de los planteos a la hora de asumir su cargo fue el compromiso social. Para eso, creó un Consejo Social y mantuvo reuniones permanentemente con distintos sindicatos, vecinalistas y cámaras empresarias. Busca una universidad cerca de la gente.
“Como parte del sector público estamos convencidos que debemos asistir a todos los niveles jurisdiccionales del Estado. Nacional, provincial y municipal. En ese sentido, tenemos muy buena relación con los once municipios del sudeste de la Provincia de Buenos Aires. Con la gestión de Arroyo fue complejo relacionarse, muchas cosas quedaron en la nada. Fue un año muy particular pero estuvimos presentes en todas las instancias de participación que nos han convocado. Hay muchas áreas de trabajo en común con el municipio”, asegura Alfredo Lazzeretti.
Socialismo a flor de piel
El socialismo es la búsqueda de la igualdad en el marco de la democracia. No lo digo yo, así lo define un fiel compañero como lo es “El Pájaro”, y cita a Jean Jaurès: “La democracia es el mínimo de socialismo y el socialismo el máximo de democracia”. Confía en que hay jóvenes que abrazan estos ideales y que continuarán con la renovación.
En cuanto a sus referentes, no se va muy lejos. Elige compañeros con los que tuvo la posibilidad de compartir distintos momentos de militancia: Guillermo Estévez Boero, Alfredo Bravo y Hermes Binner. “Son mis referencias como conducta, estudio y ejemplo”.
Lazzeretti hace un balance de este año y admite que la universidad ha tenido el inmenso privilegio de poder trabajar y percibir sus remuneraciones. En un contexto muy complicado con el aislamiento, “comparado con otros sectores de la población, hemos sido privilegiados”, agrega.
También repasa su educación universitaria, y cree (o quiere creer) que la suya fue peor a la que hoy tienen los y las jóvenes, porque la universidad siempre tiene que avanzar. Reafirma el buen nivel académico que tiene la UNMDP, reflejado en los premios que recibe, y eso traducido en una formación muy positiva para sus estudiantes. “No creo que todo tiempo pasado fue mejor”, afirma.
A esos estudiantes que este año terminaron la secundaria de una forma particular les dice:“No dejen de estudiar. En Argentina tenemos un enorme privilegio que es un sistema de educación pública y gratuita. Hay una enorme posibilidad de acceder al conocimiento. La educación te permite ver cosas que sin estar educado no se ven. Estudien, cualquiera sea el ámbito”.