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noviembre 23, 2024
Lo de Allá

Bodas con pocos testigos, matrimonios a distancia y festejos postergados en medio de la pandemia

Otro de los cambios que trajo el aislamiento social, preventivo y obligatorio: a lo largo de todo el país las historias de bodas postergadas y anécdotas se replican.

Los casamientos durante la pandemia se vieron atravesados por limitaciones de varios tipos como muy pocos invitados en las ceremonias, postergación de fiestas, celebraciones virtuales o matrimonios a distancia, entre otros protocolos implementados para mitigar la expansión del coronavirus. 

En algunos casos las medidas de aislamiento social llevaron a varias parejas a iniciar una convivencia y en otros casos, según los testimonios recogidos por las corresponsalías de Télam, la firme decisión de los novios de contraer matrimonio se impuso sobre las distancias, los temores y las restricciones.

En Santiago del Estero, Ana Karina Najar y Eloy Ezequiel Navarrete son una de esas parejas a las que la pandemia no detuvo y se casaron. «Lo veníamos pensando hace mucho tiempo y dijimos que queríamos terminar el año, el cual para nosotros ha sido un poco difícil pero no así malo, juntos y casados», dijo Ana Najar.

«Desde el principio lo pensamos así, estar los dos juntos en un lugar y transmitir en vivo con nuestros amigos y familia, porque tenemos mucha familia en otros lugares», relató la novia.

Luego de casarse en el Registro Civil, con sus madres de testigos, fueron a un bar en donde en mesas distintas estuvieron junto a su familia para brindar, para luego a la noche armar una fiesta virtual.

«En la fiesta virtual estábamos los dos, mi hermano que ponía la música y un camarógrafo, cumpliendo los protocolos y así transmitimos todo en vivo para más de 200 invitados virtuales y nos sentimos muy acompañados», explicó.

«Por cosas como estas es que no me gusta decir que fue un año horrible o malo, porque a pesar de todo el amor es esperanza y vida», concluyó Ana. 

Casarse después de 18 años

En Santa Cruz, Claudia Rattaro (44) y Eduardo Witt (48), en pareja hace 18 años, con cuatro hijos de entre 2 y 20 años, decidieron casarse porque, explicaron, «uno nunca sabe lo que puede pasar».

«Por una cosa o por otra pasa el tiempo y no te casás pero en algún momento había que hacerlo y decidimos que era hora», contó la mujer, una empleada municipal de Río Gallegos.

Rattaro dijo que «personalmente pensaba que no se podía, lo comenté y me dijeron que se están realizando ceremonias en el Registro Civil, fue facilísimo, nos dieron el turno por Whatsapp, tuvimos que presentar una documentación».

Cuando les dieron fecha, «dijimos que no había problema, así que fue en cuestión de días, pensamos que sería solo con los testigos pero pudimos llevar hasta diez personas, así que fueron los padres de los dos y se convirtió en un casamiento de verdad», añadió la mujer entre risas.

Primeros en casarse

En Córdoba, Damaris Estigarribia Cano y Ezequiel Moyano, fueron la primera pareja en casarse en cuarentena, el 12 de mayo, en una ceremonia que se desarrolló en el Registro Civil municipal, a donde concurrieron, además de los novios, solo los testigos y autoridades.  

«Sabíamos que esto estaba escrito para nuestras vidas y aprovechamos el tiempo que Dios preparó para nosotros. Se abrió una puerta para que nos casemos, y esta es la forma que tenemos que adaptarnos», resaltó Moyano. 

La Municipalidad de Córdoba habilitó para la celebración de ese matrimonio un sistema de seguimiento en línea, por lo que familiares pudieron participar de la ceremonia de manera remota, incluso los allegados de la novia, que siguieron la unión desde Paraguay.

Días más tarde, el 19 de mayo, Florencia Odonetto y Rodrigo Mancini se casaron pero con la particularidad de que cada uno lo hizo desde su casa, a través del sistema de videoconferencia del Registro Civil provincial. 

Odonetto expresó a los medios: «Soñábamos con una boda tradicional y fue todo lo contrario. Nos íbamos a casar el domingo 22 de marzo, pero unos días antes comenzó la cuarentena».

En Chubut, desde hace un par de meses vuelve de a poco a la normalidad en la celebración de casamientos por turnos y con aplicación de protocolos que exige el marco de pandemia.

«Si el casamiento es en la oficina pueden estar solamente los contrayentes, dos testigos y el oficial de justicia», aclaró la directora General del Registro Civil provincial, Patricia Moyano.

La otra modalidad permitida es que el casamiento se realice fuera del ámbito oficial -un salón de fiestas o alguna iglesia evangélica con mayor espacio- donde deben estar presentes cuatro testigos.

A distancia

El fenómeno que se dio en tiempos de aislamiento fueron los pedidos de casamiento a distancia sobre los cuales no había prácticamente registros y en estos meses se pidieron al menos en cinco oportunidades por la imposibilidad de viajar.

«La modalidad del matrimonio a distancia es aquel en el contrayente que está ausente expresa su consentimiento en el lugar en que se encuentra, ante la autoridad competente para celebrar matrimonio y todo queda formalizado a través de escritos», explicó Moyano.

El caso más llamativo fue el de una pareja que se separó por cuestiones laborales -estaban embarcados y se bajaron en distintos puertos- que querían casarse y formalizar su situación.

Casamiento binacional online

En Rosario, en tanto, se pudo lograr el 21 de octubre el primer casamiento binacional online de Argentina, entre la rosarina Agustina Vidal Montefiori (28) y su novio de Nueva York, Scott Marmon (34).

Los novios dieron el sí ante un juez del estado de Utah, luego que los contrayentes, quedaran separados por el cierre de fronteras a raíz de las medidas de aislamiento por el coronavirus.

A la inédita ceremonia asistieron unos pocos amigos e invitados que siguieron las alternativas de la boda desde las pantallas de sus dispositivos.

Historias de casamientos on line, binacional, virtual relatan personas de todo el país que reflejan los cambios impuestos por la pandemia.

El vínculo matrimonial fue apostillado por La Haya (método simplificado de legalización de documentos) y, con ese certificado, Scott Marmon, pudo aplicar una visa de reunificación familiar. El  25 de noviembre, el joven neoyorquino pudo ingresar a la Argentina y reencontrarse con su esposa rosarina.

En Buenos Aires, los platenses Rafael «Lito» Picciola, de 71 años, y Alicia Kuczynski, de 74, contrajeron matrimonio el 17 de noviembre tras la reanudación de los trámites presenciales en las delegaciones del Registro Provincial de las Personas, en una ceremonia con turno asignado, uso de barbijos y sin invitados, en la que participaron el juez y dos testigos.

Los novios dieron el sí a las 10 sin familiares ni amigos alrededor, que esperaron en la vereda la salida de los recién casados, para evitar aglomeraciones y contagios, de acuerdo al protocolo para bodas. 

«Fue una alegría muy grande poder casarnos. Estamos muy felices. Originalmente, teníamos turno para el 3 de abril, pero por culpa del ‘bichito’ nos suspendieron la fecha y tuvimos que esperar hasta hoy», contó Picciola, el día de la ceremonia.

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