El registro de adoptantes indica que hay 1.200 familias inscriptas que aguardan la definición del proceso.
Por Diana López Gijsberts
Son 1.080 los niños y adolescentes de la provincia de Buenos Aires que aguardan que el sistema judicial declare su adoptabilidad y 1.200 familias las inscriptas en el registro de adoptantes, según informó la directora ejecutiva del Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia, Andrea Balleto.
«En la Provincia tenemos 3.639 niños, niñas y adolescentes institucionalizados; de 1.931 se ha pedido en los juzgados que se declare su adoptabilidad ya que se han agotado los intentos de revinculación con sus familias y unos 1.080 todavía esperan esa instancia judicial para que puedan ser adoptados», expresó Balleto.
El Código Civil y Comercial establece un período de 90 días para que el Poder Judicial ordene que los niños puedan ser adoptados.
De los 1.080 niños, niñas y adolescentes a los que aún no se les declaró su situación de adoptabilidad, 792 residen en hogares oficiales, según la información oficial.
La mayor parte de los niños tienen entre 6 y 11 años (son 453), mientras que 325 van desde los recién nacidos hasta los 5 años y 293 tienen entre 12 y 17 años. A ellos se suman nueve chicos de los que aún no pudo determinar su edad exacta.
«Es necesario destacar que de acuerdo a la autonomía progresiva de cada niño y niña resulta indispensable su voluntad para ser adoptado», sostuvo Balleto.
Contó que «desde el inicio de la gestión del Gobernador Axel Kicillof, desde el Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia que depende del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad que conduce Andrés Larroque, se recuperó el diálogo con los 135 municipios y el Poder judicial, reforzando el vínculo de todo el sistema de promoción y protección de derechos de la Ley Nro. 13.298».
La funcionaria precisó que en la provincia de Buenos Aires «cuando se toma intervención ante el caso de un niño, niña y adolescente en situación de vulneración de sus derechos, se trabaja con un abordaje local, desde los municipios y un abordaje de los equipos zonales, los cuales pueden disponer medidas de abrigo como último recurso».
«Siempre trabajamos para no llegar a la institucionalización del niño o niña, sino para tratar de mantenerlo dentro del ámbito familiar, pero cuando no se logra, por negligencia, por abuso intrafamiliar, etc, lo que se hace a través de los servicios locales es disponer una medida de abrigo», precisó.
Familias de abrigo
Explicó que esa medida de abrigo se puede cumplir en hogares oficiales o conveniados, o en el ámbito del programa Familia Solidaria por el cual una asociación acuerda con la Provincia para buscar un ámbito alternativo de cuidado durante un período de 180 días que puede durar la medida de abrigo.
«Hay 217 niños y niñas en provincia de Buenos Aires en familias abrigadoras», precisó la funcionaria de Niñez, quien reconoció que en la actual gestión se está trabajando para mejorar cómo se conforma el registro de esas familias solidarias, ya que se han detectado abordajes en la anterior gestión que han vulnerado derechos de los niños/niñas.
Destacó que «los hogares oficiales, los hogares conveniados y el programa Familias solidarias son algunos de los recursos de alojamiento dentro del sistema de promoción y protección de derechos».
Precisó que en todo caso «se debe dar un acompañamiento emocional, técnico y judicial» y remarcó que la permanencia más allá de esos 180 días «termina siendo contradictorio a los fines del programa».
«Cuando la asociación propone una familia de acogimiento desde el Estado se corrobora que esa familia no esté anotada como postulante, y una vez cumplidos esos 180 días se debe resolver su situación, por eso necesitamos que el Poder Judicial acompañe los tiempos del procedimiento y se prioricen los tiempos en la vida de esos niños y niñas», afirmó.
Balleto confirmó que en el Registro de Adoptantes de la provincia de Buenos Aires «hay 1.200 familias inscriptas», y destacó que «la mayoría de pretenden niños y niñas pequeños, no se presentan pidiendo niños de 7 u 8 y no comprenden que un niño de 8 años tiene el mismo derecho que un bebé de tener una familia».
«Una vez iniciado el proceso de adopción, se inician charlas con los equipos técnicos del juzgado, se trabaja en el día a día de la familia, en cómo es el niño, en contar la vida de todos y se trabaja con el hogar donde está alojado el niño», precisó.
Un proceso progresivo
La funcionaria contó que el proceso «es progresivo, empieza con visitas que se van acortando en el tiempo, visitas los fines de semana, hasta que el juzgado y el equipo considere que ese niño o niña está preparado para la convivencia.
«En el proceso el niño o niña puede decir que no, que no quiere ser adoptado por esa familia. Y desde la Subsecretaría hacemos una escucha temprana de lo que quiere el niño o niña», remarcó.
Reconoció que es también un motivo de preocupación las familias adoptantes que «se echan para atrás» y en ese sentido aludió al caso conocido el año pasado de una familia que había adoptado mellizos en África y tras un año de convivencia los entregaron en una comisaría de Bahía Blanca.
«Se trabajó un montón con esa familia, habían pasado un año conviviendo con los mellizos pero había situaciones que no lograban solucionar, que ellos veían como problemas de conductas y eran cuestiones culturales», aseguró y precisó que los mellizos están actualmente en un hogar oficial de Bahía Blanca.
La funcionaria contó que «también tuvimos una adopción de dos niños de Ucrania, donde la familia presentó que no podía tener a uno de ellos, y estamos trabajando con un equipo».
«Hay situaciones que se deberían detectar a tiempo y que en estas adopciones internacionales no lo hacen y luego se dan estos casos de familias que se echan para atrás», lamentó.
Remarcó que desde su gestión «trabajamos fuertemente en la restitución de todos los derechos de los niños, niñas y adolescentes para vivir en familia».