En el Concejo Deliberante se presentó un proyecto para trasladar la Zona Roja detrás del estadio José María Minella. Enseguida se generó la polémica y debate, pero pocos buscan atender la cuestión de fondo.
Por Manuel Straccia
La llamada “Zona Roja” de Mar del Plata se ha vuelto un tema de agenda para la comunidad marplatense. Desde el Concejo Deliberante surgió una iniciativa para “trasladar” a las trabajadoras de la zona hacia otro lugar para que ejerzan su labor.
El concejal Nicolás Lauría presentó un proyecto para trasladar la zona roja detrás del estadio José María Minella, por la calle Canosa, desde Juan B. Justo a Hernandarias. La justificación es que es un espacio público en el que no hay frentistas y la circulación peatonal es reducida en horas de la noche.
El proyecto establece que la oferta y demanda de sexo en la vía pública sólo podrá llevarse a cabo en lugares y horarios habilitados por el Concejo Deliberante.
Esta iniciativa tuvo un inmediato apoyo por parte de los vecinos de los barrios Don Bosco, Los Andes y Sarmiento y el Foro de Seguridad de Mar del Plata, quienes se fundamentan en la inseguridad que se genera en la zona por la venta de droga, que excede la oferta de prostitución en la calle. En contraparte, desde la Sociedad de Fomento de Fortunato de La Plaza la rechazaron. Se generó una pelea de vecinos contra vecinos.
El secretario de Seguridad municipal, Horacio “Totó” García también se refirió al tema y señaló que «hay que celebrar que se pueda debatir” porque “esto no puede seguir produciéndose frente a la casa de los vecinos”.
Sin precisiones
Sin embargo, ni el proyecto ni los vecinos abordan el tema de fondo y refieren al traslado de la Zona Roja y las trabajadoras sexuales que ejercen allí su labor como si fueran un objeto y no así personas con historias y diversas complicaciones relacionadas con la marginalidad.
Eso alertaron desde la Mesa Interinstitucional contra la Trata y el Comité de Emergencia LGBTIQ+ (conformado por organizaciones como AMI, Espacio de género y Diversidad del Movimiento Atahualpa, Nuestra América Disidente y Popular Mar del Plata y 100% Diversidad y Derechos).
Los organismos rechazaron la propuesta. «No compartimos porque consideramos que es trasladar el problema y no solucionarlo. Entendemos que es legalizar la prostitución y para nosotras eso significa muerte, narcotráfico, desidia y violencia. El Estado debe ser responsable en esta situación y darles una oportunidad para salir de ahí», explicó Cintia Pili, integrante del Comité, en una conferencia de prensa.
La Comisión de Género, Mujeres y Diversidad del Honorable Concejo Deliberante inició el debate de la iniciativa. Se trabajará para convocar a una Audiencia Pública y también se solicitaron informes a la Secretaría de Seguridad y la subsecretaria de Derechos Humanos, para que el Ejecutivo tenga intervención en el tema.
Las problemáticas que giran en torno a la oferta sexual en vía pública y la denominada “Zona Roja”, principalmente la venta de estupefacientes, necesitan ser atendidas. No puede haber vecinos con temores, como tampoco personas trans que viven en la marginalidad. ¿Cuál es la solución? Difícil de exponerla a simple vista, pero una de las propuestas que se acercaron determina que el foco debe ponerse en un trabajo interdisciplinario y multisectorial, para abordar un tema complejo desde todas las aristas posibles.
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