Distribuidas a lo largo de 47 kilómetros de costa, son un atractivo turístico y una fuente de ingresos para el Municipio, pero no todas están bajo el mismo control. Cómo se reparte la administración de los balnearios y qué consecuencias trajo la pandemia.
Por Nicolás Quintaié
Sindicada como la “Perla del Atlántico”, Mar del Plata se caracteriza particularmente por sus playas, espacio predilecto para los turistas y residentes locales durante el tiempo libre, principalmente en el verano.
A lo largo de 47 kilómetros de costa, el Ente Municipal de Turismo (Emtur) tiene bajo su administración un total de 47 Unidades Turísticas Fiscales (UTF): porciones del litoral costero que pueden ser concesionadas a privados para su explotación, a cambio de un canon anual que se debe abonar a la Comuna. En estos espacios funcionan los balnearios, donde se suelen montar unidades de sombra (sombrillas y carpas) para alquiler, baños, vestuarios y comercios, entre otras construcciones.
Actualmente, distribuidas en la zona sur, centro y norte de la ciudad, hay un total de 42 UTF concesionadas y, por su utilización, 37 abonarán canon este año. Esto se debe a que algunas playas fueron cedidas a asociaciones y entidades que no tienen un fin comercial. Además, en ciertas ocasiones, en los primeros años se libera del pago a los privados.
De acuerdo a los números del Municipio, los ingresos por la explotación de las UTF se han transformado en un importante ítem de recaudación. Según la Resolución 37/2021 del Emtur, a la Comuna ingresarán este año $90.895.350 por este concepto. Se trata de un incremento del 246% respecto a la anterior temporada, cuando se percibieron $36.921.150.
Sin embargo, el impacto de la crisis sanitaria y económica también dio de lleno en el sector. Meses atrás, la Cámara Empresaria de Balnearios, Restaurantes y afines (CEBRA) elevó una nota al Ejecutivo Municipal que conduce Guillermo Montenegro en la que se solicitaban alternativas para hacer frente a las obligaciones de los privados.
A raíz de ello, el gobierno presentó en febrero un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante, que aún se encuentra en tratamiento, para otorgar facilidades de pago a los permisionarios. En principio, el Ejecutivo estableció que las obligaciones de los titulares de los balnearios se difieran en 5 cuotas, desde el 15 de febrero hasta el 15 de junio de este año; pero esto puede estar sujeto a cambios.
La situación en el sur
Si bien hay 14 UTF en el sur de la ciudad, existen playas por fuera de la órbita local. Uno de los casos más visibles es el de Punta Mogotes, donde hay cerca de 2,5 kilómetros de costa y 24 balnearios que están bajo control de un ente interjurisdiccional desde 1984.
En aquel entonces, la decisión del traspaso se debió a las dificultades económicas que tenía el Municipio para poder mantener las instalaciones del complejo. Si bien en los últimos años hubo intentos desde el Concejo Deliberante para recuperarlo, hasta ahora no se ha modificado la ecuación.
Actualmente la Comuna tiene una participación del 30% en el patrimonio del ente, mientras que la Provincia posee el 70% restante, por lo que la última palabra en las decisiones administrativas siempre la tiene el gobierno bonaerense. Asimismo, los fondos percibidos por la explotación de las playas quedan a disposición de la Administración Punta Mogotes para el mantenimiento de los balnearios y las instalaciones del lugar.
Por otro lado, también se da otro caso singular en esta parte de la ciudad, en lo que respecta a las playas que se encuentran desde, aproximadamente, Punta Cantera hasta Los Acantilados. Considerada por muchos la parte más bella de la costa local, aquí están instalados una veintena de balnearios en más de 100 hectáreas.
A diferencia de los ejemplos anteriores, las tierras no son ni de Mar del Plata ni de la Provincia, sino que están en manos privadas. Los dueños son los descendientes de Jacinto Peralta Ramos, quienes administran toda esta superficie desde la organización Playas del Faro Sociedad Anónima Inmobiliaria (SAI).
Los herederos se hicieron con este territorio en 1970, tras un fallo de la Suprema Corte. Los actuales propietarios recuperaron las playas luego de que las tierras fueron expropiadas para la construcción de la Ruta 11, en el marco de un extenso pleito judicial.
Espacio Público
La temporada que finalizó tras Semana Santa fue, quizás, de las más atípicas que se recuerden debido a la situación epidemiológica. En este contexto, la discusión por el espacio público disponible en las playas se acrecentó, puesto que obligó a los gobiernos a tomar más recaudos para facilitar el distanciamiento social entre las personas y evitar aglomeraciones.
En consecuencia, la Municipalidad, en diciembre pasado, firmó un convenio con CEBRA para que se desarmen unas 900 unidades de sombra en los balnearios Playa Grande, Varese, Torreón del Monje y La Perla. “Necesitamos más espacio público para que haya menos contagios”, señaló el intendente.
Ahora bien, ¿se repetirá este esquema en la próxima temporada de verano? La incertidumbre que genera la pandemia dificulta la respuesta. Según pudo averiguar Bacap, el enfoque del Emtur ahora está puesto en fomentar el turismo de abril a noviembre. Y, más cerca del inicio de la época estival, se analizará la posibilidad de renovar el convenio con los concesionarios.