Por Melisa Morini
Al sur de México, en el estado de Oaxaca, se encuentra Puerto Escondido, un pueblo de pescadores a la vera del océano Pacífico reconocido internacionalmente por sus gigantes olas, perfectas para la práctica del surf y el bodyboarding.
“El pipeline mexicano”, “la Meca”, “el mejor beach breack del mundo”, todos adjetivos que describen a Zicatela en la jerga surfera. A esta playa llegan diariamente personas de todas partes del mundo, tabla bajo el brazo, para adentrarse en la fuerza de sus olas.
Por supuesto, no faltan argentinos y argentinas. Cientos de jóvenes oriundos de Villa Gesell, Necochea, Miramar y Mar del Plata, entre otras ciudades, visitan Puerto Escondido para sentir la adrenalina de correr enormes olas, cilindros perfectos, que rompen sobre la orilla estruendosamente.
Y es que Zicatela es una de las mejores playas del mundo para practicar estos deportes ya que recibe regularmente olas de unos cuatro metros y puede mantener el oleaje durante días, con picos más altos y más bajos dependiendo de las corrientes y los vientos (ha llegado a tener máximas de veinte metros). Esta playa fue escuela de grandes exponentes del surf y significa entrenamiento y diversión para miles de adeptos y expertos.
Lo que Puerto escondía
El surf llegó a este paraíso tropical a finales de los sesenta, de la mano de norteamericanos viajeros. En los ochenta empieza a ser un destino en crecimiento convirtiéndose en un boom para la década siguiente.
David Salinas es el antepenúltimo de seis hermanos y dos hermanas, todos ellos surfistas de la primera camada de locales. Es dueño de la primera escuela de surf, Puerto Surf Camp and School, y sus hermanos fundaron la primera tienda de ropa y artículos para la disciplina. “Nos tocó ver los inicios de profesionales a mediados de los ochenta, es ahí cuando gracias a los videos, los torneos y la publicidad se proyecta Puerto Escondido al mundo”, contó.
En cuanto a la llegada de los surfistas argentinos a Puerto, David relató que “a principios de los noventa comenzaron a verse guardavidas marplatenses que cuando finalizaban la temporada allí viajaban para pasar aquí unos meses de calor y olas”. Algunos se quedaron, otros vuelven todos los inviernos o cada vez que se puede. También están quienes tachan del mapa esta ola.
“Al inicio quedé muy sorprendido con el desempeño de los riders argentinos pues el Atlántico no se caracteriza por tener olas grandes en su costa sin embargo les encanta surfear olas grandes y lo hacen muy bien”, comentó Salinas recordando anécdotas de marplatenses que hoy reconoce como grandes amigos. “Año a año los hemos visto volver y multiplicados”.
Las clases en auge
Puerto Escondido no para de crecer. A nivel infraestructura, en cada cuadra pueden verse nuevas construcciones: casas, hoteles, restaurantes y bares de palapa por sólo mencionar algunos ejemplos. Coinciden los vecinos en que no hacen falta años para ver los cambios, en apenas meses aparecen nuevas instalaciones. Esto trae aparejado trabajo y desarrollo para el lugar pero también modificaciones en el ecosistema y los surfers velan por que no se afecten las playas y los mares.
El turismo también creció y se transformó. El lugar agreste, algo salvaje, caluroso y húmedo que Puerto solía ser es ahora uno más acomodado para recibir no sólo adeptos a los deportes en el mar sino también a quienes viajan por el Pacífico, como backpackers. Incluso a nivel interno, muchas familias mexicanas lo eligen para vacacionar por sus hermosas playas y ofertas gastronómicas.
“Hoy vivimos la hora de las clases”, aseguró Maim Silva, instructor de surf y guardavidas local. Al igual en Mar del Plata, el surf y el bodyboarding convocan a cada vez más personas a animarse y probar de qué se trata eso de subirse a la tabla. En las playas de la feliz se abren escuelas y desde niños y niñas a quienes peinan canas, se inscriben para tomar clases. También pasa en Puerto. “Estamos viendo una importante demanda de gente que quiere aprender o que viaja hasta aquí para tomar clases”, agregó Maim.
Las playas
Dos kilómetros de playa ocupa Zicatela, arena y puestas de sol espectaculares son el paisaje cotidiano. Las olas de esta playa han visto romperse tablas y volar, han sido brutales y generosas con quienes desafían su potencia, por igual. Hoy, es visitada por viajeros de todas partes que se atrevieron a volver a viajar.
El verano en México acaba de comenzar, es temporada alta en este país. El clima es de persistente calor durante todo el día y estamos en época de lluvias por lo que por las tardes suele caer un aguacero. Puerto no tiene restricciones para el ingreso y permanencia y, según informan fuentes nacionales, el turismo mexicano, medido por la cantidad de visitantes que ingresan al país, se recupera de una forma más acelerada de lo que se esperaba tras la crisis que generó en el sector la pandemia de Covid- 19 en todo el mundo.
El próximo reporte abordará la recuperación del sector turístico y los modos que encontró México para hacerle frente a la crisis que la emergencia sanitaria ocasionó.
2 comments
Genia. Yo me anotó en el grupo de los que tachan la ola, pero no el lugar, pasaría miraría y después si a California 🤙
Genia. Yo me anotó en el grupo de los que tachan la ola, pero no el lugar, pasaría miraría y después si a California 🤙