Visitamos un campo de cultivos en hidroponía, ubicado en El Boquerón, km 22 de la ruta 88. Conocé más de esta técnica, que no requiere de un suelo proveedor de nutrientes y que es utilizada por una empresa marplatense con proyección nacional.
Por Martín Zelaya
La hidroponía es una técnica de cultivo en la que no se utiliza tierra, y los nutrientes que necesita la planta para crecer son provistos a través del agua. Algunas ventajas de esta técnica se relacionan con la reducción del requerimiento de espacio, higiene de los cultivos, optimización del uso del agua, producción en lugares donde no hay tierra o es de mala calidad, producción en climas variados, entre otras.
En General Pueyrredon, a unos 40 minutos de viaje del centro marplatense, se encuentra una importante plantación de frutillas y tomates principalmente, a cargo de la firma Mar del Verde S.R.L. productores de frutos hidropónicos. En esta empresa, utilizan la hidroponía para cultivar además; berenjenas, pepinos, morrón, entre otras.
Existen diferentes formas de aplicar la hidroponía, en este caso la empresa local utiliza un sustrato (arena) para el cultivo del tomate, que obviamente no aporta nutrientes a la planta pero si le da una base .
El término sustrato se usa para definir cualquier material, de origen natural o sintético, que reemplaza al suelo y cumplen una función de sostén de la planta. La técnica de cultivo en sustrato se utiliza para la frutilla, tomate, pimiento, entre otros. Algunas de las características del sustrato ideal son:
– Fácil obtención
– Bajo costo
– Buena retención del agua
– Buena oxigenación
– Libre de contaminantes y patógenos
-Alta vida útil
Lo novedoso de este proyecto es la producción del tomate en hidroponía, algo poco usual en la región. Para ahondar más en los detalles de esta técnica, dialogamos con el ingeniero agrónomo Ignacio Alvarez (28), asesor técnico de la firma.
-¿Qué es lo que hacen en Mar del Verde?
-Acá hacemos hidroponía en sustrato, en arena. La arena es traída de Necochea y la colocamos en macetas de 30 litros. Lo ponemos en macetas porque te da un margen más grande de error, por el tema de riego y porque estamos aprendiendo. Somos los únicos en la zona que cultivamos tomate de esta forma. Es un desafío.
-¿Quiénes completan el equipo de Mar del Verde?
– Agustín (31) y Francisco Di Iorio (36) son los dueños de la empresa, Juan Manuel Inda ( 27) encargado de hidroponía, Mariano Navarro (24) encargado de compras y ventas, y César Romero (30) regador.
-Son todos muy jóvenes…
-Y creo que es una edad justa para este tipo de trabajos, porque requiere conocimiento y energía. Nosotros estamos en el medio de la vida, somos algunos más jóvenes que otros pero con la misma energía y ganas de seguir aprendiendo.
Primeras experiencias y ventajas del sistema
-¿Con qué cultivo comenzaron a practicar la hidroponía?
– Hace dos años comenzamos con la experiencia en frutillas y nos ha ido muy bien con esa fruta. Y ahora tenemos esta buena experiencia con el tomate, pero probamos con distintos cultivos. Esos son los principales.
– ¿Cómo funciona el riego y qué ventajas tiene este sistema?
-Se usan goteros de 8 litros por hora con división para 4 piquetas y toda la nutrición va por riego. Las ventajas que permite esto son las de un cultivo más sano y rápido, porque la planta no tiene que expandirse para buscar nutrientes en la tierra, los recibe en la boca digamos. Nos da la posibilidad de plantar antes y llegar más lejos con el cultivo y evitamos labores de suelo. Cuando se termina el cultivo lo arrancamos y ponemos una planta nueva.
– ¿Y qué desventajas?
-Tiene la contra de que tenés que estar encima siempre, requiere un seguimiento más fino que se hace con tecnología como la de los medidores de ph. Llegamos a medir 3 veces al día los parámetros nutricionales con sensores, se verifica que estén los nutrientes disponibles para las plantas, como el nitrógeno y potasio.
Sustentabilidad y producción
-¿A dónde va lo que producen acá?
-La mayoría queda en los mercados concentradores de la ciudad y después también enviamos al resto de la provincia de Buenos Aires, también a otras provincias como Córdoba y Santa Fe.
-¿Cómo se resuelve el riego y la obtención de agua?
-Juntamos el agua de los techos de los invernaderos y se conduce a la cava un millón de litros y la usamos para la frutilla particularmente porque necesita menos sales este cultivo. Combinamos la producción de un fruto de mayor calidad, apuntado a la sustentabilidad.
-¿La sustentabilidad cómo se maneja?
– Hacemos un uso eficiente de recursos tanto de agua, radiación y nutrientes, que nos permiten obtener un mejor rendimiento por unidad de superficie a comparación de cultivos en tierra. Hemos reducido las aplicaciones de agroquímicos al tener cultivos de gran sanidad y no precisamos labrar ni desinfectar el suelo.
-¿Qué niveles de producción han manejado hasta el momento y cómo sale el producto desde aquí?
– De tomate 150 kilos por hectárea, frutillas en hidroponia 850 gramos por planta. El tomate se vende como la frutilla, todo embalado el producto listo para comercializar. Apuntamos a 300.000 kilos de tomates por hectárea en hidroponía, y este año con lo que aprendimos del cultivo ya lo vamos superando.