Cuando el niñx trans llega a la pubertad, la familia y el pediatra podrán percibir el grado de incongruencia con el sexo biológico, y a partir de allí realizar el acompañamiento necesario y establecer los pasos a seguir. Lo más importante es la aceptación y el acompañamiento no invasivo sin intervenciones tempranas.
Es posible frenar el desarrollo puberal uno o dos años de manera medicamentosa y en el acompañamiento decidir en qué momento puede ser oportuno iniciar un tratamiento hormonal cruzado. A veces no es requerido, ya que quizás le adolescente se siente bien solo con el cambio registral y social, su vestimenta y su visión hacia el afuera.
Si fuera necesario iniciar un tratamiento hormonal cruzado, éste puede comenzarse a los 13/14 años de manera gradual con opciones que pueden ser reversibles, con acompañamiento y asesoramiento claro y completo de los cambios y efectos que los tratamientos producirán en su cuerpo (por ej. en la fertilidad). Luego se esperará a la mayoría de edad para realizar los tratamientos quirúrgicos de reasignación de genitales y mamas.
Nuestro país es pionero en materia de salud transgénero. A partir del año 2012 y con la sanción de la Ley de Identidad de Género (Nº 26.743) ya no es necesario pedir certificaciones ni diagnósticos médicos a las personas que quisieran modificar sus cuerpos y acceder a los tratamientos de manera gratuita por la cobertura médica de salud, tanto pública como de obras sociales y prepagas. Desde ese momento basta solamente con la manifestación de la persona de querer cambiar el género según se autoperciba
Lo más importante es acompañar con y desde el amor y aceptación el proceso del adolescente. Está demostrado científicamente que la contención familiar es el factor más destacado para mejorar la calidad de vida y evitar así situaciones complejas como la depresión o el abuso de sustancias o consumo de alcohol. Por otra parte, la escuela y la sociedad cumplirán un rol fundamental para evitar la discriminación, el bullying y otros tipos de violencia que solo producen el deterioro de la salud integral de las personas.
Todas las personas tienen derecho a manifestar y expresar su identidad y sexualidad cómo se autopercibe, a sentir su cuerpo con libertad, y disfrutar de una vida plena y saludable. Y el sistema de salud tendrá que salir del modelo médico hegemónico y empezar a deconstruirse para tener otra perspectiva sobre todo en lo que a salud sexual se refiere.
Género, transgénero, género fluido, género no binario, agénero… libres y sin etiquetas.
Asesoraron: Dra. Sandra Magirena (MN 65130) miembro de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ). Medica especialista en Ginecología y Sexología