Una historia de amistad, gusto por la literatura y los vinos decantaron en una interesante iniciativa para invitar a la gente a que conozca más sobre el mundo de los libros, las uvas y algo más…
Por Martín Zelaya
En 2019, después de un cumpleaños, un grupo de amigos se quedó charlando sobre el “boom” de los clubes de libros y, en ese diálogo, surgió una posibilidad de ofrecer libros pero también un buen vino.
“A los dos meses estábamos convocando la primera entrega y ya se sumaban suscriptores. Como casi todo lo que hacemos, empezamos con un gesto que rozaba la irresponsabilidad, no sabíamos muy bien qué nos iba a deparar el club y tampoco que llegaría una pandemia”, recuerda entre risas, Esteban Prado, uno de los miembros del Club Tifón.
Este emprendimiento -que lleva dos años- surge de la Fusión de la librería “El Gran Pez” y de la tienda de vinos “De Proa”. En diálogo con Bacap, Prado recorre una historia que combina amistad, vinos, libros y algo más.
La fundación del club
-¿Con qué objetivo crearon Club Tifón?
-Sabíamos que somos parte de un mundo que no todo el mundo conoce. Quiero decir, los libros y los vinos que nos interesan suelen tener una circulación de nicho y nos parecía imprescindible cortar con eso.
-¿Por qué Tifón?
-Es nuestro abracadabra. Una de esas palabras que se reorganizan y resignifican a partir de una decisión arbitraria y fundacional. Un día nos preguntamos «cómo nos vamos a llamar», «Club Tifón». Y qué vamos a ofrecer, «Tifones». Como todas estas búsquedas de nombre, siempre te hacen ruido al principio hasta que en un momento te copás. Lo más lindo es que ahora nos escriben y nos dicen «quiero el tifón de este mes» o llegan a la librería diciendo: «venía a buscar mi tifón». Es una palabra con fuerza y vinculada al mar.
-¿Quiénes integran el equipo? ¿De dónde se conocen?
–El equipo completo está conformado por siete personas Maia Islas (De Proa vinos) y el resto de “los peces” son Francisco Casadei, Santiago Fernández Subiela, Alejandra Rumitti, Sebastián Chilano y Manuel Passaro
Nos cruzamos muchas veces en ferias y encuentros vinculados al ámbito editorial que trata de generar posibilidades y alternativas a los grupos editoriales que tratan al libro como una mercancía, en el sentido más descorazonado y triste que pueda tener esta palabra.
Nos conocimos escribiendo, editando, diseñando, publicando y vendiendo libros que nos interpelan y que nos encanta hacer circular.
Vinos, libros y algo más…
– ¿Pensaron en otros productos antes de inclinarse por vino y libros?
– La verdad, no. “El Gran Pez” cumplirá cinco años pronto y hace mucho más que nos dedicamos a los libros.
Nuestras vidas están inclinadas por la cultura gráfica hace mucho tiempo. Y los vinos, qué decir. Hay pocas cosas más lindas que tomarse una copa de vino mientras leés un libro.
Ni hablar de hacerlo en el marco de un club que todos los meses te propone una lectura nueva, extraña, con un vino especialmente seleccionado. Nos motiva que lo que elegimos llegue a ciegas, para que haya un abanico amplio para quienes se suscriben.
Personalmente pienso que si no me pinchan un poco, puedo ser muy conservador en cuanto a mis elecciones y gustos. En ese sentido, pienso el Club como un antídoto ante la posibilidad de elegir siempre lo mismo, una manera de abrir el juego y conocer la heterogeneidad del panorama actual del libro en Argentina.
– ¿Hay un bonus track en la caja que envían a sus suscriptores no?
– Club Tifón sufrió una transformación en los últimos meses. Ya no se trata sólo de libros y vinos. Hemos decidido que a partir de julio nuestra caja contiene un libro, un vino y un Objeto R. Esto último es un objeto particular que puede ser cualquier cosa y que nos da una ventana para elegir algo fuera de lo común.
La R viene de Rándom, Ridículo, Risueño, Romántico y así siguiendo. Resulta que durante el primer año y medio siempre entregamos un libro, un vino y una «sorpresa», un «souvenir», pero como somos exageradxs siempre queremos un poco más, no nos conformamos con empatar la entrega anterior, entonces, las «sorpresas» empezaron a ganar cada vez más protagonismo, de manera que nos vimos en la situación de redefinirnos. Tifón no sólo es un club de libros y vinos, también incluye ese cheque en blanco que llamamos Objeto R y que nos da la posibilidad de jugar con piezas de arte como fotos, ilustraciones, entre otras.
Sumate al club
– ¿Cómo es el sistema para unirse al club y si hay experiencias de estos clubes en la región?
– Se pueden contactar a través de nuestras redes o presencialmente en el local de El Gran Pez. Para asociarse al Club, se abona una suscripción mensual. Si bien todo órbita en torno a la caja con el libro, el vino y el Objeto R, ser parte del Club también te da acceso a las charlas virtuales que organizamos y a otras perlitas que preparamos para cuando podamos reunirnos de forma presencial.
En la región no conozco otros clubes, sin embargo, hay muchos clubes de libros en funcionamiento hoy mismo. No tengo registro de alguno que combine libros y vinos. Vale aclarar que Tifón se hace en Mar del Plata y llega a todo el país.
Recomendaciones
– ¿Nos recomiendan un libro?
– De las veinte entregas que llevamos, uno de nuestros favoritos es Vida de Paulo Leminski. Diríamos que es un imprescindible. Para el Club fue muy significativo porque lo entregamos cuando volvimos, luego de un mes de freno, al inicio de la pandemia.
El libro compila cuatro biografías breves de personas que Leminski identificó como «santos revolucionarios»: Cruz e Sousa, Bashô, Jesús y Trotski. Paulo Leminski es uno de los poetas brasileños más destacados del siglo XX y este libro fue una de sus pocas incursiones en la prosa. Pero es difícil quedarse sólo con uno, porque “Acá todo puede suceder” de Gianna Molinari está increíble, porque “Los preparados” de Sebastián Chilano la rompió en la entrega de diciembre de 2020.
– ¿Y un vino?
– El Tempranillo de Bodega Araujo que entregamos en julio de 2021, es uno de mis favoritos porque combina una uva poco usual en Argentina con un sabor popular, a todo el mundo le gusta.
– Buena lectura y ¡Salud!
– ¡Salud!