Los de Santa Celina volvieron a celebrar un título y nada menos que ganándole a su rival de toda la vida, Sporting, en la final del Torneo Oficial. Un cierre con invicto incluido.
Por Hugo Palavecino
Un grupo de simpatizantes, en su mayoría niños y adolescentes, aunque no faltan algunos adultos, se amontona sobre una de las esquinas del ingoal de Mar del Plata Club, ansiosos por entrar a la cancha a festejar. Guido Zingale, el capitán, les grita a los suyos para que los contengan y se vayan al alambrado. Tanto él como sus compañeros, cuerpo técnico y ¡los simpatizantes! no quieren problemas y, también esperan por el final del partido en la Villa Marista. Un minuto después el árbitro hace sonar el silbato y marca el centro de la cancha. Entonces sí se desata el festejo de la gente de Santa Celina. Le acaban de ganar a Sporting por 26-17 en la final del Torneo Oficial 2021 de la Unión de Rugby de Mar del Plata, con todo el valor agregado que ello significa.
Fue un gran cierre para los dirigidos por Rafael Urrutia y Guido Román que a lo largo del torneo demostraron estar un escalón (y algo más en algunos casos) por encima de sus rivales. Los números son una clara muestra: ganaron los 10 partidos de la fase clasificatoria, sumando 48 de 50 puntos posibles (o sea en 8 partidos sumaron bonus por tries). Anotaron 473 puntos (salvo Los Cardos, el resto estuvo por debajo de los 300) y solo recibieron 148. En semifinales le ganaron a Los Cardos (Tandil) por 44-21 y, lo dicho, en la final a los maristas.
Era una celebración esperada tras el traspié en la final del Regional Pampeano A 2019 ante Sociedad Sportiva (Bahía Blanca) y tras una temporada sin rugby por la estricta cuarentena implementada por las autoridades nacionales en el inicio de la pandemia de coronavirus.
Una final, de menor a mayor
Aunque se puso en ventaja con un try de Emiliano Villa a los 2 minutos, a Mar del Plata Club no le resultó fácil imponerse a Sporting en la final. De hecho, los maristas con una fuerte presión en todos los sectores de la cancha, redoblando el tacle, mostrándose un poco más sólidos en el line y utilizando el pie de Felipe Charles para arrinconar a su rival, manejaron el control del juego y el marcador en el primer tiempo (14-8). Todo facilitado por el elenco de Santa Celina que se equivocó en las decisiones y cometió muchas infracciones.
La actitud de Mar del Plata Club en el complemento cambió por completo. Hizo valer su intensidad física, los cambios vinieron muy bien (en particular por el lado de los forwards), atrás quedaron los nervios por querer hacer todo rápido y sacó máximo provecho de cada oportunidad, como en los tries de Pedro Hernández Coste y Juan Montone, más la puntería de Santiago Rodríguez.
Todo se vio aún más facilitado cuando Sporting quedó con un hombre menos por la roja a Federico Tehaux. Aunque los maristas no bajaron los brazos, no alcanzó para evitar la vuelta olímpica de su eterno rival en la Villa Marista.
Plantel: experiencia y juventud
Mar del Plata Club cuenta con un plantel bien balanceado en cuanto a las edades y el recambio. Hay experiencia por el lado de los forwards con Guido Bertozzi, Sebastián Hernando, Tomás Sestelo, Emiliano Villa, Tomás Martín, Tao Romero y Juan Montone, cuyas edades rondan entre los 28 y 31 años. Un universo entre los tres cuartos que integran Zingale y otros dos con muchos minutos como Francisco De Angelis y Tomás Larraburu.
En el meridiano de las edades se puede encontrar a Tomás Catuogno, Antonio Agliano y Leopoldo Branderiz.
Después hay mucha «sangre nueva» como Juan Ignacio Larraburu, Tomás Herrador (ambos de apenas 19 años), Santiago Martínez Etayo, Joaquín Rojas, Felipe Lizarraga, Pedro Hernández Coste, Mateo Arambarri, Pedro Huici, Santiago Rodríguez, Francisco Giacobone, Ramiro Allasia, Alberto Lorenzi y Esteban Meyer, por citar a quienes más minutos sumaron.
Por ahí también está gran parte de la clave del porqué se armó un muy buen plantel. Hay gente de calidad y mucha experiencia y chicos jóvenes con similar talento, buen presente y un futuro sin techo. O sea, están los «grandes» para apuntalar, marcar el rumbo y «bancar» al equipo cuando sea necesario, y los «chicos» a los que no les cuesta hacer pie en la primera.
Futuro
La cuenta pendiente de Mar del Plata Club es hacer un gran papel en una competencia nacional (Torneo del Interior A o Nacional de Clubes), aunque eso deberá esperar al menos un año más. Por lo pronto, en lo inmediato, su objetivo es el 12° Regional Pampeano A, competencia que ganó en cinco ocasiones (la misma cantidad de Sporting), del que quiere convertirse en su máximo ganador. Razones no le faltan para soñar con más.