La talentosa artista se presenta de martes a domingos con el espectáculo ‘Fátima es Camaleónica’, llenando la sala del Teatro Roxy. Ante el éxito, agregará una función algunas noches. Entre bambalinas, conversó con Bacap.

Por Melisa Morini

Música en vivo, bailarines en escena, humor, magia, luces y cantidad de trajes. El espectáculo tiene todo lo que necesita “un show de calidad”. Fátima Florez es camaleónica, sin dudas: canta, baila, imita, hace reír, regala premios, juega con el público y abre las puertas del camarín “Vos viste lo contenta que se va la gente ¿no?” 

La segunda quincena en Mar del Plata para la actriz resultó favorable, cientos de personas se acercaron a la Sala Roxy del Centro de Arte Radio City diariamente a preguntar por el espectáculo, comprar las entradas y hacer la fila -que bordea la manzana- para ver a Fátima Florez.

– Llegaste a colocar el cartel de “localidades agotadas”. Felicitaciones

– Estoy feliz. Imaginate que poner el cartelito de localidades agotadas en tiempos tan difíciles para mí es una bendición de Dios y con esa alegría que vos viste cómo disfruta la gente. Creo que se crea un puente noche a noche con el público, yo siento una alegría compartida muy linda, una energía muy mágica que se crea acá en el teatro y no puedo estar más feliz.  Se van a agregar dobles funciones asique no podemos creer que eso esté pasando. Es como un avión que toma impulso y estamos ahí, subiendo por el aire.

– Lo primero que distingo en el escenario es una plantita de ruda y una estampita de San Expedito ¿cabulera?

– Toda la vida muy cabulera, devota de mis santitos, la plantita me la regalaron, me hacen ese tipo de regalos protectores porque saben que me gustan esas cosas y yo los recibo con mucho cariño y como verás tienen su lugar en el escenario.

La temporada está atravesada por el contexto de pandemia que, arriba y abajo del escenario, provoca adaptaciones y estrictos protocolos para garantizar seguridad. El espectáculo abrió la temporada, también fue el primero en bajarse de la cartelera por covid positivo y en estrenar el pase sanitario. Las tendencias del 2022.

Fátima Florez y la experiencia de trabajar en pandemia

– Segundo verano en contexto de pandemia, ¿superadas las expectativas?

– Yo creo que cambió para todos un poco. Creo que no hay que proyectar tanto, que hay que bajar las expectativas y vivir más el momento. Estoy un poco así, viviendo el momentismo absoluto, disfrutar la función de hoy, disfrutar de la sala llena, disfrutar de este momento casi improvisado de tomar decisiones: si se quedó gente afuera, abrimos una segunda función. Me parece que pasa por ahí, disfrutar del momento hoy y bajar las ansiedades que lo tenga que venir, llegará.

En el escenario, Fátima Flórez se convierte en cantantes como Madonna, Lady Gaga, Cher o Liza Minelli de un segundo para el otro. Cambia de atuendo, de peluca, de zapatos y de voz en cuestión de instantes. 

Las rubias de la televisión argentina no pueden faltar: Susana, Mirtha, Viki Xipolitakis, Yanina Latorre y seguro se me escapan un par. Y el mundo de la política tampoco: Cristina Fernández, María Eugenia Vidal, Lilita Carrió. “Cada personaje se expone, tiene su lugar y su espacio en un show que está arriba todo el tiempo”.

– En la obra te pones en la piel de un montón de mujeres ¿Cómo te llevas con ellas?

– A veces las empiezo a estudiar con dudas o no estando muy convencida y después termino encariñándome con todas porque les dedico tanto tiempo que termino muy involucrada.  Así como el actor defiende a su personaje yo siento que defiendo a esta pluralidad de personajes que además me encanta hacer en sus diferencias, son mujeres muy diferentes unas de otras y a todas respeto y encaro con profesionalismo.

Ella es una artista con todas las letras, tiene una presencia impresionante y es admirable verla dejarlo todo en casi dos horas de un histriónico show. Así y todo, deja ver que el camino a ser hoy la humorista más premiada de la última década no ha sido llano y que para lograrlo hay que transpirar mucho la camiseta.

¿Cómo es el trabajo de imitadora?

– ¿De qué está hecha una imitadora? ¿Crees que es necesario un don?

– Creo que viene algo con uno. Yo siempre digo que soy actriz y que desde ahí me especialicé en la rama imitación como el médico que se especializa en pediatría o cirugía y salvando las distancias en los oficios. Me especialicé en esto, entonces, fue mi primer vínculo con los espectadores, fue un poco de amor a primera vista y año a año vamos sembrando y es impresionante lo que hemos logrado. Yo siempre soñé con esto pero he llegado a superar mis expectativas a nivel carrera, siento que ya hice lo que siempre he querido hacer. 

– Sé que tu trabajo requiere mucho desgaste físico y que te cuidas un montón. ¿Hay tiempo para disfrutar de Mar del Plata?

– Hasta ahora en Mardel todos los días fueron de trabajo a full pero yo ya sé que es así y no reniego en absoluto, disfruto de entregarlo todo durante el mes de enero sobretodo que es el más demandante y todos los días entrenamos, ensayamos, estamos mucho en el teatro y me queda poco para disfrutar. Mi día de descanso es el lunes que no hay función pero se lo dedico a la prensa o a lo que haya que atender, en el marco del laburo de la temporada, al cien por ciento. A finales de febrero relajo un poquito pero tampoco tanto. Disfruto de ir un día a la playa y desconectar un poco pero lo cierto es que este trabajo me demanda cuidarme la voz, es todo un tema una temporada, es necesario cuidarse un montón.

– ¿Hay algo que Fátima tenga pendiente?

– Tengo viajes pendientes, me encanta viajar, tuvimos la suerte de hacer un viaje con mi marido antes de la pandemia, recorrimos Egipto y Dubai que era un sueño que teníamos y que pudimos cumplir y conocer. Después de la temporada voy a necesitar parar y que el viaje sea de relax porque si hay que salir a patear, caminar y recorrer después de darlo todo en verano, no me da (risas)-