El reconocido actor y director teatral argentino, Joaquín Berthold, se sumerge en una experiencia única cada miércoles de enero con su unipersonal «Vincent, el loco rojo». La obra, escrita por su hermana Florencia, se presenta en Chauvin (San Luis 2849), brindando al público la oportunidad de disfrutar de una interpretación magistral sobre la vida y obra del icónico artista Vincent Van Gogh.

Por Alejandra Bertolami

Berthold, conocido por su participación en exitosas producciones televisivas como «Violetta», «Juacas» y «Soy Luna», además de su destacada trayectoria en el hockey, se ha sumergido en el desafiante mundo de los unipersonales para dar vida a uno de los personajes más fascinantes de la historia del arte.

En una charla exclusiva con BACAP, Joaquín Berthold compartió sus reflexiones sobre la experiencia de personificar a Vincent Van Gogh y el proceso de preparación para este desafío teatral.

¿Qué se siente personificar una obra escrita por tu hermana Florencia?

Trabajar en familia a mí me da mucho placer, con Flor por más que sea la primera obra que interpreto de su autoría hemos recorrido mucho juntos. Ya que hicimos el ingreso juntos en el Conservatorio Nacional y yo la dirigí en una pieza de Pavlowosky. Ahora le tocó a ella dirigirme. Tenemos un lenguaje en común y me da la libertad también de construir y proponer en los ensayos.

¿Cómo fue el proceso de preparación del personaje?

La preparación llevó su tiempo, el texto me lo dio hace varios años, pero la pandemia y los trabajos que me tocaron fuera del país hizo imposible que la armemos antes. Este año a mi vuelta de Madrid nos pusimos el objetivo de estrenarla y lo hicimos en el Grito (nuestro espacio) en septiembre. Ensayamos en el taller de nuestra mamá Queli Berthold ya que es artista plástica y nos sumaba mucho estar en un ámbito de pintura y creatividad.

¿Qué representa realizar una obra sobre una persona con tanta relevancia como Vincent?

 Van Gogh nos acompaña desde muy chicos, por la admiración de mamá, pudimos ir a Ámsterdam al museo a ver sus obras y empaparnos de su arte. Es un privilegio interpretar a un artista de tal envergadura, por lo que él representa y también los estados emocionales por los cuales transitó su vida y su obra. Da la posibilidad de vivir cada función intensamente.

¿Qué desafíos te presenta como actor realizar un unipersonal?

Hacer un unipersonal siempre es un desafío, uno está solo ahí arriba, entregando al máximo su instrumento, desde la palabra y la emoción. Es un lugar que te exige que tu energía esté conectada todo el tiempo con el material, en este caso en particular también la conexión con el público es fundamental, ya que Vincent habla con el público contando su historia con saltos temporales. Arranca con Vincent en presente para irse al pasado para contar lo que fue su vida… sus miedos, sus amores y desamores, su pasión, su falta de reconocimiento, amigos, locura, familia… y la causa que nunca abandonó pese a todo… su pintura.

¿Cómo es tu experiencia en Mar del Plata en tu cuarta temporada de teatro?

Mar del Plata es una ciudad que amo. Vine de vacaciones muchas veces y los últimos años tuve la suerte de venir mucho a trabajar.
También siempre vine a jugar al hockey que es mi otra pasión. Tanto con el club (SAG)como con la selección de hockey (los leones).
Con “El Ardor” ganamos el Estrella de Mar a mejor obra que fue un éxito de dos temporadas. Fui nominado a mejor actor por la misma obra.
También tuvimos un gran recibimiento para “40 días y 40 noches” de Gonzalo de María. Con Leonor Manso y Juana Viale entre otros. Vinimos con tres obras dirigidas por mi amigo Luciano Cáceres, somos equipo hace muchos años.
En este caso del unipersonal también vinimos juntos a vivir la experiencia de estar los dos en Chauvin cada uno con el suyo, es como venir a trabajar juntos pero separados. Él con Muerde,y yo, con Vincent.
Nos da mucha felicidad esta experiencia única en el mundo “de teatro y mar” que te la da esta hermosa ciudad.

¿Qué es lo que más te gusta de Vincent, el loco rojo?

 Vincent sin duda es uno de los proyectos más importantes de mi carrera, todo me entusiasma de poder hacerla y doy lo mejor de mí en cada función. No me imagino dejar de hacerla. Siento que es el inicio de un enorme recorrido que tengo por delante.