Son cerca de 300 trabajadores del organismo a quienes se les termina la beca y, al no concretarse ingresos a la carrera de investigación, podrían quedar sin empleo. Exigen que se cumpla la extensión de las becas hasta que se publiquen los resultados.
Cerca de 300 becarios posdoctorales del CONICET de todo el país se encuentran en estado de alerta. Se presentaron a la última convocatoria para ingresar a la carrera de investigación, pero, al no haber ingresos a carrera en lo que va del año, podrían quedarse sin trabajo el próximo 31 de julio.
Esto se daría con el incumplimiento de una resolución de 2021 que establece la extensión de las becas hasta que se publiquen los resultados de las evaluaciones y los ingresos a carrera.
“Esta situación supone un enorme perjuicio a nivel personal y profesional para quienes estamos atravesados por esta situación y constituye un gran perjuicio para el organismo y para la sociedad en su conjunto, poniendo en riesgo la continuidad de nuestras investigaciones e interrumpiendo de manera abrupta las trayectorias de recursos humanos formados por tantos años consecutivos”, cuenta a Bacap Estefania Slavin, doctora en Arquitectura y Urbanismo, becaria posdoctoral del CONICET y docente-investigadora en la Facultad de Derecho y en la Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño de la UNMDP.
La arquitecta asegura que ”Mar del Plata no es ajena a esta problemática, y muchos becarios y becarias nos encontramos en esta situación por lo que estamos participando de este reclamo a nivel nacional, solicitando que se nos garantice la extensión de nuestras becas hasta tanto se publiquen los resultados de ingreso a la carrera de investigación científica, tal y como fue el compromiso en el año 2021”.
En el CCT Mar del Plata, se desempeñan 84 becarios y becarias posdoctorales. Si bien no se les termina la beca a todos en julio, becados autoconvocados están realizando un relevamiento para conocer la cantidad de afectados en la ciudad.
“Sostenemos nuestro compromiso con el CONICET, deseamos poder seguir aportando al desarrollo de la ciencia y tecnología nacional a través de nuestras investigaciones, que abordan múltiples problemáticas para contribuir, desde cada uno de nuestros lugares, a la sociedad en su conjunto”, señala Slavin.
Asimismo, la arquitecta destaca que “la mayoría de los y las becarias compartimos un recorrido común que tiene muchos años, esfuerzo y compromiso con cada una de las temáticas que investigamos, y con las instituciones en las que desarrollamos nuestro trabajo”.
El ingreso al sistema del CONICET se produce mediante una beca doctoral de 5 años. Los postulantes pueden acceder luego de finalizar su carrera de grado con un buen promedio, contar con experiencia en docencia en el ámbito universitario y participaciones en congresos. Esos antecedentes son evaluados por expertos junto a un plan de trabajo que presentan los postulantes para desarrollar durante el período que dura la beca.
“Cuando estamos llegando al final de esa etapa, nos volvemos a presentar a una convocatoria para acceder a una beca posdoctoral, para lo que diseñamos un nuevo plan de trabajo para los próximos 3 años», relata Slavin.
En esa línea, la docente e investigadora remarca que ”se vuelven a evaluar nuestros antecedentes, considerando nuestras especializaciones, experiencias en docencia, transferencia y extensión, las publicaciones científicas que hayamos hecho en revistas de prestigio nacional e internacional, participaciones en jornadas y seminarios, formación de recursos humanos, subsidios conseguidos, entre muchas otras cosas que varían dependiendo del área de especialización de cada persona”.
“Recién después de este recorrido de 8 años es que nos presentamos para poder ingresar a carrera de investigación, y volvemos a ser evaluados/as a tal fin”, concluye Slavin.