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septiembre 16, 2024
Mar del Plata 150 motivos

Mar del Plata y una invitación irresistible: experiencias de disfrute y un paseo con valor agregado

Por Anabella Mengarelli (*)

“No se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama”.

Esta frase atribuida a Leonardo Da Vinci, se ha convertido para mí en un manifiesto sobre el patrimonio cultural que orientó mis nuevos caminos y el armado de estas Experiencias que invitan a disfrutar y conocer historias de la ciudad para amar, transmitir y compartir.

El patrimonio cultural es el conjunto de bienes, tradiciones y saberes de una determinada comunidad. Incluye al patrimonio tangible e intangible relevante para la cultura, historia e identificación de esa sociedad, que se transmite de generación en generación.

Siempre me conmovieron las herencias familiares de canciones, historias, recetas y sentí la responsabilidad de conservarlas y trasmitirlas. Lo mismo me sucede a nivel social. Me encanta conocer, descubrir, admirar, recorrer, retratar el patrimonio local de la ciudad donde vivo, de la ciudad donde nací y de las ciudades que voy conociendo en mis distintos viajes.

En pandemia, inicié un emprendimiento digital, basado en la comunicación, donde uní estas pasiones y comparto gustos, experiencias y paisajes.

Por eso decidí crear la guía “Paseos con valor agregado: Las ramblas de Mar del Plata”, una manera de tener a mano de manera fácil y práctica la historia de este lugar emblemático de la ciudad, donde invito a recorrer y viajar en el tiempo y a la vez, ir descubriendo lugares y detalles actuales que, tal vez, fueron pasados por alto.

Declarado Conjunto Urbano Arquitectónico Nacional, desde 1999. Foto Anabella Mengarelli @amar.trip

¿Sabías?

Todo el conjunto urbano integrado por el Hotel Provincial y Casino, el Torreón del Monje y los espacios públicos formados por el Muelle de Pesca, la Rambla, las Recovas, la Plaza Seca y la Plaza Colón, fue declarado en el año 1999, Conjunto Urbano Arquitectónico Nacional. Las razones que tuvieron en cuenta son varias:  la primera es que fue construido entre los años 1927 y 1946 con la participación de arquitectos de renombre como Bustillo, Lanús y Woodgate;  la segunda es que sus valores de calidad ambiental y paisajística se conjugan con aspectos de relevancia en el orden histórico y arquitectónico;  la tercera, y no por eso la menos importante, es que la arquitectura está representada a través de diferentes tipologías, estilos y resoluciones formales-constructivas, que se potencian mutuamente, creando nuevos vínculos espaciales entre la ciudad y la costa.

Como te cuento esta importante distinción, también es mi obligación informarte que para construir este complejo se demolió la Rambla Bristol, allá por 1938, conocida como la Rambla Francesa.

Como una pesadilla recurrente, la historia de demoliciones que persigue a edificios bellos, singulares y de valor patrimonial de nuestra ciudad, se repite a través del tiempo, como si nos afectara la misma enfermedad de pérdida de memoria que afecta a Dory, la simpática pececita de la película ‘Buscando a Nemo’.

 

Antigua Rambla Francesa. Foto del Archivo Museo Histórico Municipal «R.T. Barili» Villa Mitre 

Entonces comenzó una inmensa obra

Llevo varios años terminarla, habilitándose por sectores desde 1939 hasta 1950. Incluía la construcción de balnearios, plazoletas, jardines, piletas de natación y locales comerciales que se abrían a las recovas. Se creó así una monumental construcción, cuya idea rectora se basaba en un espacio urbano abierto, con una arquitectura neoclásica que lo enmarcaba, compuesto por dos imponentes edificios: el del Casino desarrollado en cuatro pisos destinados tres a salas de juego y el cuarto al “Hall de Deportes” y el del Hotel Provincial; separado de su hermano gemelo por una plaza seca en la que se destacaban y destacan hoy, las dos esculturas conocidas como Los Lobos del escultor José Fioravanti.

¿Aprendemos de nuestros errores?

 La demolición de la Rambla Francesa para la construcción de esta última y actual, nos tiene que servir como enseñanza, para conservar todo referente que construye nuestra identidad y patrimonio cultural. No justificar las demoliciones como avance de la modernidad, si no encontrar el delicado equilibrio entre conservación y construcción.

¿Cómo lograrlo? Haciendo conocer la historia de la ciudad y difundiendo su patrimonio local, generando actividades que fortalezcan su identidad, que lo hagan vivible, que los bienes, tradiciones y saberes, no sean piezas de museo sino espacios para habitar, historias por contar.

Experiencias de Disfrute. Salidas fotográficas con paradas conociendo nuestro patrimonio arquitectónico y cultural. Foto Anabella Mengarelli @amar.trip

 Un final inspirador

 Como toda obra que genera impacto, la Rambla Bustillo, es cuestionada y analizada y tiene adeptos y opositores. Tenemos el derecho de elegir si nos gusta o no, pero lo que no podemos poner en duda es el relevante valor que tiene como patrimonio cultural, y como tal debemos conocerlo, cuidarlo, defenderlo y disfrutarlo, como tantos proyectos que responden a nuestra identidad y nos ofrecen alternativas culturales y turísticas que mejoran la calidad de vida de toda la comunidad.

El arte, crear, viajar y comunicar, me apasionan, por eso si todo esto te resuena, te invito a seguirme en redes y formar parte de los distintos Paseos y Experiencias de bienestar que voy creando, donde te invito a vivir la ciudad de una manera inspiradora y diferente.

 

(*) Anabella Mengarelli. Autora de la Guía Paseos con valor agregado: Las Ramblas de Mar del Plata. Creadora de Experiencias de Bienestar. Inquieta, versátil, creativa por naturaleza. Arquitecta de profesión. Comunicadora por elección. Viajera por prescripción médica

Instragram/Facebook/Spotify: @amar.trip 

 

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