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noviembre 12, 2024
Duki
Música

SAUNTRACK | Narciso

Bienvenidos/as a una nueva edición de Sauntrack. Decepción, memoria emotiva y el triste embrollo de la no evolución: “Ameri”, pasado y presente de Duki.

Por Martina Migliorisi

 

Hola, ¿cómo estás? Llegó noviembre y, con él, uno de los memes que jamás pierden su gracia.

En la última edición de Sauntrack desconocíamos al próximo presidente norteamericano; hoy sabemos que es Donald Trump. Algunas músicas estadounidenses, cuya preferencia era la fórmula demócrata, se expresaron en sus redes sociales. Aquí las reacciones de Madonna, Billie Eilish, Selena Gómez, Sabrina Carpenter, Ariana Grande, Cardi B y Olivia Rodrigo.

Además, Thalía anunció el lanzamiento de su primer álbum navideño, compuesto por seis tracks y titulado “Navidad Melancólica”; Kate Bush confirmó estar trabajando en nueva música; L-Gante fue absuelto de la acusación de privación ilegítima de la libertad y lo celebró como un rockstar; Diddy cumplió años en custodia y fue saludado por sus hijos por teléfono; Tyler, The Creator, estrenó su nuevo álbum, “Chromakopia”; “There is Nothing Left to Lose”, tercer álbum de Foo Fighters, cumplió 25 años.

Pérdidas: a los 58 años y tras tres años de padecimiento, un cáncer de colon apagó la vida de DJ Clark Kent; Quincy Jones, palabras mayores en la historia de la música, dejó este mundo a sus 91 años. Este es su legado y esta, la tierna despedida de su hija, la actriz Rashida Jones.

Tres noticias rarísimas: aparentemente, las voces de Michael Jackson en su álbum póstumo son falsas; Willie Nelson estrenó “Last Leaf On The Tree”, su 153er disco de estudio -76to en solitario-; el presidente Javier Milei cantó “Libre”, de Nino Bravo, en televisión y el club de fans oficial del artista arremetió contra el jefe de Estado.

Finalmente, Dillom enfrentó a un usuario de Twitter que lo agredió en redes y casi nos vamos a las piñas por lo que “Ameri”, último álbum de Duki, generó entre el público y la prensa.

Nuestro norte de hoy será la Rolling Stone, que desempolvó la crítica musical que tanto nos gusta ganándose laureles y espinas en el camino.

Bienvenidos/as a una nueva edición de Sauntrack. Decepción, memoria emotiva y el triste embrollo de la no evolución: Ameri, pasado y presente de Duki.

Duki

Catártico

En noviembre de 2016, el rapero argentino Duki revolucionó la escena local con el estreno de “No vendo trap”. Algunos aficionados al género y seguidores de la movida under lo conocían por su participación en diversas competencias en las plazas porteñas. Ocho años más tarde parece no existir quien no conozca su nombre, su obra o su rostro en hispanoamérica. Oriundo de Almagro, Mauro Ezequiel Lombardo ha vivido cien vidas en 28 años.

 Hoy, Duki ve sus sueños de imperio hechos realidad. Y aunque no hay dudas sobre su talento ni sobre su inteligencia para descubrir la fórmula secreta detrás del éxito, su último trabajo es un sinsabor para el paladar.

Personalmente, no confluyo con quienes exigen a un artista la vuelta a sus orígenes. Quizá el caso más obvio sea el de Shakira, pero desde hace algún tiempo detecto el mismo patrón entre los fanáticos de Duki. Con frecuencia, los seguidores del músico reaccionan a las noticias vinculadas a su ídolo con una mezcla de quejas y lamentos, recriminación que siempre trae consigo una cita sobre su glorioso pasado como el rey del trap nacional.

Esta mirada romántica y nostálgica, entiendo yo, es engañosa por más verdadera que se diga. Me explico: no puede -o no debería- demandársele a quienes se desenvuelven en el mundo del arte una hazaña del tipo hijo pródigo. Todo artista debe ser capaz de mutar, reinventarse y experimentar durante sus años de actividad. Ahora bien, quizá sea hora de amigarse, de una vez y para siempre, con una máxima poco feliz para ellos: no todo cambio de piel supone una evolución. He aquí donde me pregunto, más veces de las que me gustaría, por qué enfada tanto una crítica, cuando la propia obra no ofrece nada que destacar.

Recientemente, una declaración de La Joaqui disparó otras incógnitas. Consultada por el contenido de sus canciones, la compositora afirmó que su música no es más que un espacio para olvidarse de todo; una forma particular de decir que está repleta de nada. Entonces las aguas volvieron a abrirse: mientras algunas personas explicaban con tristeza la tragedia que supone un arte que no interpela, que no piensa y que no sirve, otras se preguntaban por qué estas incógnitas recaen, como de costumbre, en las artistas mujeres.

El último álbum de Duki se estrenó el 31 de octubre, tiene 15 canciones y una gambeta espectacular para las metáforas. En algo más de 45 minutos, el rapero refuerza las ideas que lo trajeron hasta acá y que, para muchos, ya han cumplido su ciclo: haters, consumo de cannabis, mujeres, fama y fortuna. En la ya mencionada crítica de la Rolling Stone, Juan Facundo Díaz sostiene: “’Ameri’ es un lugar, pero también un estado, es el camino del héroe que al contar nuevamente su historia ya no suena como hazaña. Es la aventura que, por los premios que levanta, perdió su épica y magia”.

Si bien desde lo lírico “Ameri” no satisfizo, desde lo musical tampoco. En un tracklist que parece desordenado y sin una idea clara sobre su rumbo, la daga más letal hace su aparición: ¿nadie pudo percibirlo a tiempo?

Como oyente, creo que Duki ha hecho cosas mucho mejores, incluso hablando de los mismos tópicos. Creo, también, que tal vez por eso la vara mida distinto cuando de su trabajo se trata. Y aún cuando el mito de la superestrella que padece haters mantenga su atractivo para un núcleo de personas, aquellos que esquivamos el fanatismo oímos una oda a la riqueza y a los números de múltiples ceros mientras vemos nuestros sueldos amedrentados, nuestros proyectos de vida difuminados y nuestro futuro próximo ennegrecido. Para ser “la voz de una generación” pareciera estar muy desafinada.

Para irnos, quiero recomendarte tres gemas del mundo musical, sin nexo alguno y con ningún otro motivo más que el de compartir lo que se ama:

En Bacap escribimos lo que escuchamos. Qué mejor que compartirlo con el mundo.

Chau, loco. Este news se va en fade.

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Martina