El presidente de la institución, el licenciado en Psicología y Mágister en Drogadependencia Lucas Tusi, habló con Bacap sobre la trayectoria de Mayéutica y advirtió sobres las “adicciones emergentes”, aquellas que se manifiestan sobre todo en jóvenes ante la multiplicidad de dispositivos tecnológicos y sus inagotables propuestas lúdicas.
Por Natalia Muñoz
Desde hace diez años, Mayéutica recibe en su centro de Córdoba 4231 de Mar del Plata a personas de todas las edades que manifiestan consumo problemático y que, de la mano de su red socioafectiva, buscan salir adelante. Se desarrolla como un dispositivo ambulatorio e interdisciplinario, que incluye el acompañamiento de psicólogos, psiquiatras, acompañantes y talleristas, entre otros profesionales.
En el marco del aniversario, el sábado 9 de noviembre compartieron una jornada abierta a la comunidad, donde se expusieron los trabajos realizados en los talleres de Mayéutica y brindaron información sobre las adicciones y cómo tratarlas.
Adicciones emergentes
Más allá de la celebración, una preocupación abunda en el equipo interdisciplinario de Mayéutica: las adicciones emergentes. El licenciado en Psicología y Mágister en Drogadependencia, Lucas Tusi, las describe como aquellos “consumos adictivos vinculados a la multiplicidad de dispositivos tecnológicos”. Ello incluye “desde el uso excesivo de redes sociales, todo el mundillo casi infinito de apuestas online, casinos virtuales, puede ser consumo de contenido sexual y de algunas plataformas que están vinculadas a la experiencia sexual, no necesariamente desde la pornografía”, detalla el presidente de Mayéutica.
Se trata de una creciente problemática que ya tiene su peso específico en la sociedad. Recientemente, un estudio impulsado por la licenciada en Trabajo Social y extitular de la ANSES, Fernanda Raverta, reveló que uno de cada cuatro adolescentes “tenía experiencia en apuestas online”. En el desagregado de los datos obtenidos, se encuentra que “las diferencias de género son marcadas”, ya que “más del doble de los varones respecto que las mujeres” cuentan con experiencia en apuestas.
Pero, ¿por qué sustancias y pantallas se tratan al mismo nivel?
Para el Lic. Tusi, la respuesta está en la ciencia. El profesional señala que hay avances publicados sobre cómo los daños y las respuestas del cerebro son similares si se consume una droga como si se apuesta de manera virtual compulsivamente.
“Los datos señalan muchas alteraciones neuropsicológicas de cómo responden distintas zonas del cerebro al consumo problemático de sustancias cuando una persona consume otras cuestiones vinculadas, como las apuestas”, explica. “Las estructuras cerebrales responden de un modo casi idéntico, por ejemplo, con el circuito de recompensa”, remarca en relación a ese estímulo cerebral que hace que uno siempre quiera más, un poco más.
Por estas similitudes es que se busca, a su vez, una diferenciación en la nomenclatura. Es que de emergentes ya les queda poco, a sabiendas que las redes sociales y las apuestas online ya tienen su propio lugar entre las y los consumidores: “Entonces ahí se empezó a hablar de adicciones conductuales, que serían adicciones que no involucran el consumo de sustancias”, diferencia Tusi.
Los síntomas
Las adicciones emergentes acaparan con éxito el mundo de las infancias, adolescencias y juventudes. Al ser un proceso aún en desarrollo, observación y estudio, las preguntas abundan: ¿cómo saber si tengo una adicción conductual?
El Lic. Tusi lo describe de la siguiente manera: “Lo que se observan son comportamientos similares a alguien que tiene problemas con el consumo, como autoencierro, aislamiento, desregulación emocional, negación, conductas de ocultamiento, de omisión, manipulatorias, cuestiones vinculadas al dinero que incluyen gastos exorbitantes que llaman la atención, un deterioro de los vínculos saludables”.
Hay entre los síntomas una alerta mayor. La persona con adicción abandona sus pasiones, sus intereses, sus curiosidades y hasta sus estudios. “Todo empieza a quedar de lado, entonces frente a la mirada familiar hay sorpresa y cierto estupor”, cuenta el profesional.
Coaching
Un rato en las redes sociales alcanza para inundar la pantalla de propuestas y retos para ser tu propio jefe, para hacerse millonario de la noche a la mañana con recetas peligrosamente sencillas, inversiones mínimas que auguran recompensas inmediatas y abundantes. Son consignas que ante un receptor distraído pueden conducir a una conclusión peligrosa: si todavía no sos rico y exitoso, es simplemente porque no querés.
Para quienes les toca de cerca, desde lo personal o lo profesional, las consecuencias ya son evidentes: “He vivido casos de un familiar que me dice ‘mi hijo me pidió el celular para averiguar algo y de repente cuando me lo devolvió fui a una de mis billeteras virtuales y me faltaban 400 mil pesos’”, comenta el presidente de Mayéutica sobre uno de los casos que recibieron.
El mito voluntarista
Claro, la ecuación en sencillamente engañosa: si es fácil entrar, fácil debe ser salir. Pero no. Para Tusi hay un “mito voluntarista” que termina por hacer daño al proceso de recuperación.
“Hay quienes dicen que si uno le pone voluntad a esto, con eso alcanza. Cuando en realidad no, lo que está afectado en el consumo problemático, entre otras cosas, es la voluntad de la persona”, explica el psicólogo. “Indudablemente, el papel de la familia es un papel crucial”, asegura.
Charlar, conversar, advertir, acompañar se mantienen como las claves de la prevención a las adicciones emergentes, mientras se esperan por las legislaciones necesarias.
Legislacion
“Hay muchísimo trabajo para hacer de regulación”, dice Tusi, quien también expone sobre disparidades entre quienes hacen las normas: “Hay como un liberalismo extremo que deja que se desarrollen estas cuestiones adictivas emergentes pero también las poblaciones vulnerables son muy susceptibles a eso, entonces hay mucho trabajo de concientización, de pautas de crianza, a políticas que apunten a retardar la exposición a dispositivos tecnológicos”.
En General Pueyrredon se han avanzado unos pasos en la materia. Se aprobó, por ejemplo, en enero de este año un proyecto para implementar campañas de prevención dirigidas a adolescentes para concientizar sobre los riesgos de las apuestas online.
“La dicotomía entre la vida real o la vida virtual ya no existe, hay una realidad fusionada y aquello que pasa en lo virtual puede ser extremadamente real”, finaliza el presidente de Mayéutica.