Ponerle nombre a las calles puede tener un sinnúmero de razones y justificativos. El más concreto es el de orientarnos, darnos a ciencia cierta dónde estamos físicamente. Pero si fuera ese solamente el motivo, qué razón llevaría a que no tengan solamente números. Los pares de norte a sur y los impares de este a oeste; simple, nos orientaremos mejor. En 150 años de historia que hoy ostenta la ciudad la denominación de los nombres de las calles ha ido cambiando con el correr del tiempo. Las primeras denominaciones datan de algunos años menos.
Por Marcelo Díaz
Hace 150 años ya era una tradición ponerle nombre a las calles. En un principio con el objetivo claro de indicar y ubicar en un territorio pequeño a los pobladores y una vez que fue creciendo a los curiosos turistas que venían por la tranquilidad de las playas. Más tarde, fueron homenajes.
El primer antecedente oficial con respecto a la nomenclatura de las calles de Mar del Plata se dio 12 años después de su fundación y quedó registrado en el Acta Liminar del 3 de Agosto de 1886. Ahí está asentado que Manuel Canata proponía por medio de un proyecto la designación de nombres a las calles del pueblo, considerando como antecedentes a hechos y personajes de la historia argentina.
En ese momento el poder político del entonces pueblo estaba representado en la Municipalidad y era conformado por su presidente, Eduardo Peralta Ramos y los municipales Canata, José Pose, Juan Bautista Goñi y el secretario Federico Alvarenga.
Libros sobre las calles
Más allá de los registros existentes en la biblioteca del Concejo Deliberante local, a lo largo de la historia varios colegas han trabajado para engrosar y contextualizar las referencias históricas que han llevado a imponer nombres a las arterias de la ciudad. El primero –en formato de libro- fue el de Juan Néstor Guerra, maestro de escuela y periodista nacido en la ciudad de Dolores y radicado en Mar del Plata en 1924.
En 1967, Guerra publicó “Mar del Plata, sus calles, plazas y monumentos”, la primera guía ordenada alfabéticamente con todas las denominaciones y una pequeña referencia de las calles de la ciudad. Un trabajo necesario y que inspiró a otros –entre los que nos encontramos- a tomar la posta para no dejar que los nombres se transformen en letras frías como pueden ser los números.
Otro registro más reciente es Calleo, de Oscar Casemayor publicado por la editorial universitaria EUDEM donde se completa de manera completa todo lo que faltaba desde el año 67 al 2020.
La lógica de los nombres en Mar del Plata en estos 150 años
La mencionada acta del 3 de agosto de 1886 había determinado el nombre de “Luro” la que seis años después, un acta pública y extraordinaria del 11 de Octubre de 1892 lo cambió por el de Cristóbal Colón.
Un dato curioso. El empresario Pedro Luro falleció en 1890, por lo cual –si bien ya no vivía en el entonces pueblo de Mar del Plata- ostentó tener su nombre en una avenida en vida.
En el libro escrito por Casamayor se deja constancia que en la Ordenanza sin número del 15 de Mayo de 1893, se registró el tercer antecedente de imposición de nombre a las calles. En este marco legal se considera al ejido urbano de Mar del Plata dividido de SE a NO por el “Boulevard Cristóbal Colón” (ratificando el cambio propuesto en 1892, ya que se refería a la avenida principal del pueblo). Posicionándonos frente a un plano la sección “Norte” era la de la derecha de dicha división y la sección “Sud” la de la izquierda. Las calles paralelas a dicho boulevard quedaron hacia la izquierda con números impares y a la derecha con números pares. En cuanto a las alturas, las calles sólo tenían 50 números por cuadra.
Hubo que esperar al año 1897 para la imposición colectiva de nombres a 47 calles; 41 de estos nombres permanecen sin modificación hasta nuestros días. Esas seis arterias que sufrieron modificaciones fueron la actual Bartolomé Mitre que se llamaba Mendoza; la actual Hipólito Yrigoyen que se llamó primero San Juan y luego 6 de septiembre; en homenaje a la fecha del golpe militar de 1930.
Otra de las originarias que sufrieron cambios fue la actual avenida Independencia que supo llamarse Londres, primero, y Eva Duarte hasta 1955.
Las arterias que más cambios de nombre han sufrido son tres: las actuales avenidas Juan B. Justo, Pedro Luro y Libertad.
La primera de ellas tiene al menos dos antecedentes oficiales y 3 extraoficiales. Originalmente la avenida era conocida por dos nombres (no oficiales), ya que estaba dividida por la intersección con la actual avenida Independencia. Hacia la costa se la conoció con el nombre Boulevard Fortunato de la Plaza y hacia el interior con el nombre Boulevard Mar del Plata, luego se la conoció con el nombre de Boulevard de la Circunvalación. En 1913, oficialmente recibió el nombre Emilio Mitre, aunque no fue efectivo. Luego en 1924 la sección interior recibió oficialmente el nombre Av. Cincuentenario. Finalmente, en 1948, la totalidad de su trazado recibió el nombre Juan Bautista Justo.
La segunda fue conocida desde la fundación del pueblo como Boulevard América. Oficialmente recibió el nombre Pedro Luro en 1886. En 1892 recibió el nombre Boulevard Colón, en 1897 Boulevard América, en 1907 nuevamente Luro y en 1913 el nombre 25 de Mayo (aunque no fue efectivizado). Finalmente quedó con su actual nombre.
Por último, la actual avenida Libertad, fue conocida como Boulevard París. En 1897 recibió el nombre de Av. Constitución, en 1913 recibió el nombre Vélez Sarsfield (aunque no se hizo efectivo) y en 1932 le fue impuesto el nombre del dictador José Félix Uriburu. Desde 1948 lleva su actual nombre.
Así vemos cómo a lo largo de los últimos 150 años de vida de la ciudad los vaivenes de la política han decidido a quién recordar diariamente en las calles. Siempre la política se dedicó a destacar u ocultar –dependiendo las épocas- , quiénes fueron Antes de Ser Calle.