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junio 13, 2025
Lo de Allá

Cómo seguir construyendo nuevas paternidades

Por Javier Elena (*)

La figura paterna ha sufrido fuertes transformaciones en las últimas décadas. Aquel jefe de hogar, sostén económico y figura de autoridad fue dando paso a un padre más afectuoso y preocupado por compartir tiempo con su familia. Este domingo es en Argentina el día del padre, y desde Grow-género y trabajo creemos que además de celebrar, esta fecha es una oportunidad para reflexionar sobre la figura paterna. ¿Qué tan profundos han sido esos cambios? ¿Qué aspectos aún hoy permanecen?

Nuevas paternidades. Viejos mandatos

Como se plantea desde MenCare, una campaña global con presencia en más de 70 países, cerca de un 80% de los hombres se convertirán en padres, y quienes no lo hagan, también tendrán la oportunidad de cuidar de infancias o de otras personas.

En este contexto, ¿qué figuras paternas estamos promoviendo como sociedad? Es evidente que esa vieja figura del padre de familia ya ha quedado en el pasado. Hoy es común ver padres pasando tiempo con sus hijos e hijas, llevándolos a la escuela, pasando tiempo en la plaza o acompañando en actividades recreativas. Pero esas actividades suelen ser las más vinculadas con lo recreativo y en el espacio público, mientras que otras actividades siguen recayendo sobre las mujeres. Para esto, puede ser ilustrativo repasar algunos datos:

Según la última encuesta de uso del tiempo, en Argentina los hombres dedican la mitad del tiempo que las mujeres a las tareas de cuidado.

Por otro lado, a mayor cantidad de hijos en una familia, mayor es la brecha de participación laboral entre mujeres y hombres (Indec). Lo que significa que el mandato de proveedor sigue teniendo su efecto.

Es decir que más allá de los evidentes avances que hemos experimentado como sociedad en relación a la figura paterna, hay ciertas estructuras que aún no han sido modificadas.

Cómo profundizar la transformación

En un contexto de ciertos retrocesos en lo que respecta al rol de los Estados en estas agendas, desde Grow-género y trabajo creemos en el papel que pueden cumplir las organizaciones empleadoras, impulsando paternidades más activas, presentes y afectuosas.

¿Cómo pueden hacerlo? Como primer paso, implementado regímenes de licencias que promuevan el cuidado. Al día de hoy, la ley de contrato de trabajo establece 2 días corridos de licencia por paternidad, tiempo que no imagina para el padre mucho más lugar que el de realizar los trámites necesarios y volver a trabajar. Las organizaciones pueden extender estos días. Muchas empresas ya lo están haciendo, con resultados positivos para el bienestar del personal.

Pero a su vez, es importante contar con liderazgos activos que garanticen el uso de estas licencias, tanto para los primeros meses de vida, como para las distintas situaciones que -en distintas etapas- requieran de padres presentes. Hace no mucho tiempo, en un taller que realizamos junto con hombres, un líder contó que él pedía a sus colaboradores que participaran de los actos escolares de sus hijos e hijas, ya que consideraba fundamental que estuvieran presentes en esos momentos.

Desafiar los estereotipos que condicionan las formas de ejercer la paternidad es una responsabilidad que tenemos como sociedad para garantizar el derecho al cuidado.

(*) área de masculinidades de Grow-género y trabajo

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