A la marea feminista no sólo se la ve, también se la escucha. Después de dos años de pandemia, el movimiento volvió a tomar las calles en reclamo de la ola de femicidios. Al canto de protesta se le sumaron los datos: el año pasado hubo 251 femicidios, lo que equivale a un promedio de 1 cada 35 horas. Qué dicen, qué cantan las que toman las calles.
Por Julia Van Gool
Aleeerta! Aleeerta! Alerta que camina!
La lucha feminista por América Latina!
Se cuidan, se cuidan, se cuidan los machistas!
America Latina va a ser toda feminista!
Después de dos años de pausa debido a la pandemia, y a siete del primer Ni Una Menos, el movimiento feminista argentino volvió a llenar las calles un 3 de junio para reclamar por la ola de femicidios y travesticidios en el país. En Mar del Plata, el frío no fue impedimento, y la movilización llegó a ocupar más de seis cuadras, inundando así el centro de la ciudad no sólo con el color violeta característico de este tipo de reclamo, sino también con el vasto cancionero que cuenta el colectivo. Es que a la marea feminista no solo se la ve, también se la escucha.
La convocatoria tuvo lugar a las 17, en el ya clásico punto de inicio: el monumento al General San Martín, de avenida Luro y calle Mitre. En este momento hay un dato: al principio nadie canta, solo se abrazan. La movilización popular es para muchos un espacio de encuentro, por lo que hay escenas que se repiten: dos conocidas se encuentran de casualidad; se sorprenden, se sonríen, se abrazan, se despiden. Otras dos, claramente compañeras de militancia, también encuentran, también se ríen, se dicen algo sobre las indicaciones que una la dio a la otra; guardan los celulares y toman alguna de las banderas que su organización reparte. Las banderas son violetas. Algunas hasta tienen globos del mismo color atados a los extremos.
Poder popular
Luchar con la compañera le gusta a usted …
Y ahora que estamos juntas
Y ahora que sí nos ven
Abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer…
y ¡arriba el feminismo que va a vencer!
Hay madres e hijas. Hay grupos de amigas. Hay parejas y familias. Hay muchas, también, que deciden marchar solas, aunque eso sea imposible: hay una multitud que se acerca y acompaña. Los 10 grados de sensación térmica empiezan a subir al tiempo que la marea, ahora mayormente violeta, se acerca.
La temperatura también aumenta cuando se leen las cifras que aparecen en los carteles que cientos de personas sostienen sobre sus cabezas y que hace unas horas fueron publicadas por la Oficina de la Mujer (OM), de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La actualización del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina correspondiente al 2021, arrojó que el año pasado se registraron 251 víctimas letales de violencia de género, un promedio de 1 femicidio cada 35 horas.
La franja etaria con mayor cantidad de víctimas directas de femicidios estuvo comprendida entre los 25 y los 44 años, con un total de 116 casos. Entre los 18 y los 24 años se registraron 36 víctimas, y de más de 60 años, 32. La edad promedio de las víctimas directas de femicidio fue de 37 años. Otro dato de la misma violencia: 182 niñas, niños y adolescentes perdieron a quien cuidaba de ellxs.
Además, en el 88% de los casos, la víctima conocía al femicida, y en el 39% convivía con él. En el 62% de los casos eran pareja o expareja.
Los datos son también una conquista de la lucha feminista: el registro nacional comenzó a realizarse en 2015, tras la primera movilización masiva del Ni Una Menos. (Si querés acceder al informe completo hace click acá)
El observatorio en violencia de género “Ahora que sí nos ven” también realizó su relevamiento propio y aseguró que desde el 3 de junio de 2015 hasta mayo 2022 se contabilizaron 1995 femicidios en Argentina, lo que implica 1 femicidio cada 31 horas, en los últimos siete años. (Para más información hace click acá)
Señor! Señora!
No sea indiferente!
Se mata a las pibas en la cara de la gente!
Un poco antes de las 17.30 empieza la movilización. En este punto la organización es clave y eso lo sabe el Movimiento de Mujeres y Diversidad de General Pueyrredon, que meses antes se reúne no sólo para dirimir los puntos de reclamo, sino también para resolver cuestiones de logística. Hay sonido, hay lecturas, hay bandera y hay un orden al momento de marchar porque hay detrás una organización colectiva.
“Ni una menos | Ni un femicidios ni travesticidio más | Políticas públicas y presupuesto ya” es lo que se lee en la bandera de arrastre, que encabeza la marcha y es llevada por integrantes del Movimiento y familiares de víctimas del eslabón más cruel de la violencia machista. Atrás, pegaditos, viene la larga bandera violeta con los nombres de las víctimas. El primer extremo lo lleva Jorge, el hermano de Claudia Repetto, la mujer de 53 años que fue asesinada por su ex pareja, Ricardo Rodríguez, el 1 de marzo del 2020. Su cuerpo fue encontrado tras 27 días de búsqueda.
Pese a las bajas temperaturas, la movilización arrancó en Luro y dobló por la costa, a la altura de la calle Buenos Aires, para después marchar por Rivadavia hasta avenida Independencia y, recién ahí, retomar Luro.
Ni una menos
Vivas nos queremos!
En el trayecto la música comenzó a hacerse sentir y cobran protagonismo las organizaciones que cuentan con dos elementos claves: redoblantes y megáfonos. Manejan el ritmo y los temas. El resto, nosotras, acompañamos con nuestra voz y garganta. Por momentos, el entusiasmo es tal que hasta se suman con aplausos y bocinas quienes, a priori, no participaban de la movilización. Ahora sí, ahora son parte. La fuerza de los gestos.
Dejado atrás el viento marítimo de la costa, que dobla banderas y hace aún más ardua la tarea de quienes intentan mantenerlas firmes sobre las cabezas de la multitud, las columnas se agrupan y siguen su recorrido por la calle Rivadavia.
No es hasta que se llega a la Catedral que los temas del cancionero viran y el aborto legal, conquista alcanzada en diciembre 2020, vuelve a hacerse presente en la movilización feminista.
A la Iglesia católica apostólica y romana,
que se quiere meter en nuestras camas,
le decimos que se nos da la gana de ser
putas, travestis y lesbianas
Aborto legal, en el hospital
Aborto legal, en cualquier lugar
Es que si bien hoy rige en Argentina el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, organizaciones destacan que existen obstáculos e incumplimientos a la ley en diferentes puntos del país.
La Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito publicó este 3 de junio que volvían a salir a la calle “para vivir libres de violencias” y para exigir: presupuestos suficientes para la efectiva implementación de los abortos voluntarios, libertad a todas las presas por abortar, el cuidado a las infancias bajo el lema Niñas, No madres, y el sobreseimiento a Miranda Ruiz, la médica imputada en Salta por garantizar un aborto legal en agosto del 2021, y aún imputada por el mismo.
El cuidado a un derecho conquistado hace tan poco tiempo también se percibe en la marcha de #NiUnaMenos. En algunas mochilas todavía persiste el pañuelo verde, como símbolo de lucha y victoria: como una pequeña muestra de lo que el movimiento es capaz de lograr, pese a la sordera colectiva de cierta parte de la sociedad. El mismo pañuelo que hoy levantan otros países, como Estados Unidos, como gesto de reconocimiento a un movimiento que cambió la historia.
Yo sabía! Yo sabía!
Que a los violadores, los cuida la policía!
Y la Justicia!
Al llegar a Independencia, el clima cambia. Las organizaciones saben que se acerca el momento de cantar, y en esta oportunidad el “blanco” es la policía y la justicia.
Con la Reforma Judicial Feminista como parte de los reclamos, el canto se hace escuchar y cobra fuerza con los datos: según el informe de la Corte de los 251 femicidios ocurridos en 2021, al menos 25 de los sujetos responsables de los hechos pertenecían a alguna fuerza de seguridad, y 19 de ellos estaban en actividad al momento del hecho.
Además, del informe de Ahora que sí nos ven, se desprende que de las 1995 víctimas de femicidios desde el 3 de junio de 2015 al 25 de mayo de 2022, 331 habían realizado al menos una denuncia y 184 tenían medidas de protección.
Más datos: de los 251 femicidios de 2021, la Corte aseguró que el 66% de los acusados del femicidios estaba privado de la libertad con causas en trámite o condena; el 19% se había suicidado, mientras que el 1% falleció por otras causas; el 4% se encontraba en libertad; el 3% estaba en otras situaciones o no se contaba con datos al respecto, y el 7% restante permanecía sin identificar a la fecha de corte.
La movilización llega a su final. A los pies del monumento y de cara a la Municipalidad, que estaba iluminada con colores verdes y violetas, las integrantes del movimiento hicieron la lectura final, en la que se destacó el reclamo por presupuesto para cumplir con políticas públicas efectivas que contrarresten la violencia machista en la sociedad. Hablaron también Jorge Repetto, pidiendo justicia por su hermana, y las amigas de Lucero Fresco, la joven de 23 años que murió en agosto de 2021 al caer por el hueco de un ascensor en un edificio de la costa. Ellas insisten que esa caída fue intencional y exigen que la Justicia condene a los culpables.
Desde el 3 de junio de 2015 a hoy algunas cosas cambiaron. La irrupción del Ni Una Menos generó una profunda conciencia colectiva y colocó a los movimientos feministas en el centro de la política nacional. Se dictaron leyes, como la Ley Micaela, la Ley de Paridad, la ampliación de derechos para las diversidades y hasta la tan buscada Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Se crearon áreas de género en todos los estamentos gubernamentales y hasta existe un Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad. Incluso se analiza la ampliación de la Licencia de Paternidad.
Las iniciativas son muchas, pero también es mucho lo que queda por hacer: no alcanza con oficinas. Seguimos contando asesinadas por el simple hecho de ser mujeres, travestis, trans. Siguen los mismos obstáculos para el crecimiento profesional. Sigue la brecha salarial. Sigue sin cumplirse en todas las escuelas la Ley de Educasión Sexual Integral. Siguen todos los espacios de poder estando ocupados mayoritariamente por hombres.
Parafraseando a la legisladora por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Ofelia Fernández, que con motivo del 3 de junio dio un discurso en la Legisltatura porteña: Con el feminismo tenemos la oportunidad de ver la historia hacerse en vivo. ¿Podemos empezar por algo? O al menos seguir, pero con más fuerza.
Ahora que estamos todas
Ahora que sí nos ven
¡Abajo el patriarcado se va a caer,
se va a caer!
¡Arriba el feminismo, que va a vencer
que va a vencer!