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noviembre 23, 2024
Lo de Acá

Mar del Plata: el desafío de promover un turismo saludable, inclusivo y eficiente

El dilema de vacacionar en la nueva normalidad enfrenta a operadores privados y al sector público ante la oportunidad de repensar una de las principales actividades económicas de la ciudad.

Que las personas puedan disfrutar de sus vacaciones pero evitando los riesgos sanitarios es el debate en boga en Mar del Plata a las puertas de una temporada de verano que será, desde el vamos, totalmente distinta a cualquier otra. 

En un contexto convulsionado y en el que todas son preguntas y pocas las certezas, gestionar una actividad necesaria de forma segura y a la vez que no excluya a ningún tipo de visitante, parece ser el desafío al que se enfrentan los sectores público y privado.

El momento se presta también para generar esos debates de una manera más amplia, duradera en el tiempo y que tienda hacia una actividad que resignifique la conocida definición de “turismo sustentable”.

La movilidad, la gestión de los espacios públicos, la accesibilidad, la seguridad, el control, están en la mesa de discusión, junto con la demanda de sostener fuentes de trabajo en un sector clave para el movimiento económico de la ciudad. 

Felipe García -becario doctoral del CONICET, aborda un análisis objetivo desde el punto de vista de las ciencias sociales y teniendo en cuenta los diferentes costados que hacen a la actividad turística, quienes prestan los servicios, quienes los utilizan y el estado que los controla. 

Felipe García.

García es licenciado en Sociología por la Universidad Nacional de Mar del Plata y Magister en Comunicación y Cultura por la Universidad de Buenos Aires y trabaja en temáticas relacionadas con la sociología del turismo desde el Grupo de Investigación de Historia y Memoria (UNMdP). A pedido de BACAP analizó las diferentes preguntas, opciones y decisiones a debatir de cara al futuro cercano y a un cambio de paradigma de la actividad. 

Ante la presente coyuntura consideró que los estudios, la información con la que cuenta la ciudad, las preguntas que se han planteado diferentes investigadores, pueden convertirse en una herramienta para pintar el panorama frente al dilema de un futuro incierto y cambiante. 

La típica forma en la que se conforma el turismo en Mar del Plata está en crisis por la pandemia. “Se complica por el mero hecho práctico de la masividad” reflexionó e indicó que “la pregunta es cómo mantener el flujo de personas, sin riesgos”.

“Se plantea una necesidad de delinear un turismo sostenible y sustentable, que tenga en cuenta a los factores medioambientales, pero también que considere políticas inclusivas que no se ciñan a medidas de exclusividad en la utilización de los espacios. La paradoja a la que se enfrentan funcionarios y empresarios es la administración de la masividad y la interacción de los visitantes, en marcos de protocolos sanitarios de prevención del contagio, evitando caer en decisiones que tiendan a privatizar espacios y convertirlos en menos accesibles” definió.

En ese punto en el que la teoría y la práctica deberán acercarse lo más posible, se ponen en juego cuestiones ligadas al urbanismo, la movilidad y la ética del turismo

“La actividad turística se amolda, se transforma y muta constantemente para sostenerse. Ha sobrellevado guerras, pandemias, cambios tecnológicos, cambio climático, crisis de todo tipo,  desde que se conoce como tal -año 1800-” indicó el especialista, para significar que la actividad también logrará adecuarse a la nueva normalidad. 

“Tiene que ser un trabajo en el que participen tanto decisores, proveedores, consumidores, usuarios y académicos” apuntó.

“Si para algo tiene que servir la pandemia es para reflexionar sobre el modo depredador de consumir los sitios turísticos. Uno de los slogans más famosos de la actividad dice que el turismo de masas es infeccioso. Y se instituyó lo alternativo como opuesto a eso. Es el momento de confrontar lo masivo sin convertirlo en exclusivo, sin dejar a nadie afuera, administrar los espacios públicos -playas, paseos, plazas, parques-. Es complejo pero hay que organizarlo sin que dejen de ser públicos”. 

Esta definición será imprescindible porque, tal como coinciden expertos de distintas partes del mundo, “este virus se ha expandido por la globalización, la interconexión que son aspectos muy positivos en muchos aspectos pero en el plano de la salud fue problemático y son situaciones que pueden repetirse en el futuro”. 

Resignificar la sostenibilidad

El concepto del turismo sostenible es medular y se posiciona como “una de las variantes más atractivas” en este contexto. Pero García advirtió que, en la práctica, históricamente “hay mucho de retórica y poco de hechos concretos en la práctica”. 

Una de las formas posibles para que Mar del Plata pueda llenar de contenido este concepto, sería, según el becario del Conicet “lograr la tan ansiada ruptura de la estacionalidad”.

“No es lógico que en este contexto, durante enero estén las playas colapsadas y en marzo, con unos días preciosos, la ciudad esté vacía. Es un tema difícil de articular, pero merece que se profundice con incentivos, con el impulso de un tipo de turismo más cultural y atractivos para los meses en los que el clima no es tan atractivo, que logren una capacidad ocupada más sostenida en el tiempo. Eso, incluso, contribuiría a una mayor estabilidad laboral, teniendo en cuenta que hoy, la mayoría de los puestos del sector son temporales y agravan la desocupación durante los meses de invierno. 

También el debate debe incluir la movilidad y cuestiones como la concentración. “El automóvil será central. Y de cara a los meses que se avecinan, la clave estará en el turismo de proximidad”. 

García reconoció que es un tema “teñido de intereses, concesiones y discusiones de larga data”, por lo que el debate es válido. 

Interrogante

El gran interrogante, independientemente de si la ciudad permitirá ingresos irrestrictos o implementará filtros o requisitos sanitarios, es si habrá demanda. 

“En esto es difícil de pronosticar. Hay personas que están aterradas, sobre todo gente con factores de riesgo, que van a preferir quedarse en su casa, pero otras que querrán salir, vacacionar, a como dé lugar. Entiendo que las medidas de la Nación, como la bonificación a los viajes, va a contribuir a motorizar el turismo, que es una actividad que motoriza la economía”. 

El otro dilema que esto genera y no se debe soslayar es, la estructura sanitaria que, en la actualidad, no está en condiciones de solventar la atención de la población estable más la de visitantes que puedan enfermar. “Esto tiene que preverse” sostuvo. 

Más allá de los intereses encontrados, concepciones ideológicas y responsabilidades de gestión, lo cierto es que la ciudad en este momento se encuentra en un punto 0 que, a pesar de la crítica situación se convierte en un momento ideal para sentar las bases de una nueva forma de pensar y manejar una actividad turística saludable, inclusiva y más eficiente.

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