El personal del Museo de Ciencias Naturales de Miramar realizó el rescate de estos fósiles de unos 100 mil años de antigüedad.
Hace unos días, Bruno González, un niño miramarense de 8 años de edad, se encontraba paseando junto a sus padres en las extensas playas del sur de Miramar, en las inmediaciones del arroyo La Ballenera. En ese paseo divisaron unos huesos incrustados en el acantilado.
Bárbara Lugones y Álvaro González, padres de Bruno, contactaron al personal del Laboratorio de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Miramar, dependiente de la Fundación Azara y de la Municipalidad de General Alvarado, para dar a conocer el hallazgo y verificar si se trataban de verdaderos restos fósiles.
Se pudo comprobar que se trataba de restos pélvicos y la cola articulada de un perezoso gigante extinto, posiblemente un scelidoterio (Scelidotherium leptocephalum), de unos tres metros de largo y un peso estimado en una tonelada. El mismo vivió durante el Pleistoceno, es decir, los últimos dos millones de años antes del presente, hasta hace 10 mil, momento que culmina la edad de hielo.
Luego de varias horas de trabajo, se logró la separación del “bochon” de sedimento, protegido con productos químicos, para ser trasladado a condiciones más adecuadas en el laboratorio paleontológico del perezoso gigante, en donde el técnico Mariano Magnussen lo preparará cuidadosamente, debido a la fragilidad de los mismos.
El scelidoterio es la especie de menor tamaño de todos los perezosos gigantes que vivieron en la región pampeana durante el Cuaternario. Pero igualmente era un gigante herbívoro, armado de enormes garras, las cuales no solo utilizaban para defenderse o acceder a su alimento, sino que eran cavadores de grandes cuevas, las que utilizaban como madrigueras para refugiarse, tal como indicó el Museólogo Daniel Boh, coordinador de la institución.
Luego este material será observado y estudiado por un equipo interdisciplinario conformado por investigadores de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, del Laboratorio de Anatomía Comparada y evolución de los Vertebrados (LACEV) dependiente del Macn-Conicet, integrado por el paleontólogo Dr. Federico Agnolin, quien dirige los estudios científicos de la zona, y el mismo personal del museo miramarense.
Se destaca el correcto procedimiento de Bárbara y Álvaro, los padres de Bruno González, en acompañar y comunicarse con el museo, con el propósito de que sean extraídos por personal idóneo y que se preserven en una institución científica.
Los yacimientos paleontológicos y sus fósiles están protegidos por la ordenanza municipal 248/88, y por la Ley 25.743 que regulan estas actividades. Ante cualquier hallazgo en el Partido de General Alvarado, se recomienda comunicarse con el museo.
Fuente: Museo de Ciencias Naturales de Miramar.