El mundo de la música argentina ha perdido a uno de sus más grandes exponentes con el fallecimiento de Javier Martínez, líder indiscutible de Manal y figura fundamental en la historia del rock en español. Martínez no solo dejó una huella imborrable como baterista y vocalista de la legendaria banda Manal, sino que su influencia se extendió a lo largo de décadas y géneros musicales, abarcando desde el blues hasta el jazz y el rock and roll.

Fundación de Manal:

En los albores del rock argentino, Martínez, junto con Alejandro Medina y Claudio Gabis, formó Manal, el primer grupo de blues en español. Inspirados por el modelo del power-trío al estilo de Cream, incluso el proyecto en un principio se llamó “Ricota”. Luego, incentivados por los productores Jorge Álvarez y Pedro Pujó, pasaron a ser Manal, un juego de palabras basado en una broma de entrecasa sobre «Negal S.A.» y la frase «Cómo viene la mano». 

Álbum «Manal» de 1970:

El lanzamiento del álbum homónimo de Manal en 1970 marcó un hito en la historia del rock en castellano. Este trabajo se considera uno de los más importantes del género que destacó por su poesía y su fusión del blues con la realidad urbana argentina. La habilidad de Martínez para adaptar las letras al ritmo del blues sin perder su esencia poética fue fundamental para el éxito del álbum. Javier Martínez fue el autor de la letra de canciones como Avellaneda blues, que el propio Luis Alberto Spinetta elogió en muchas entrevistas. Logró una manera única de acomodar las palabras del castellano a la rítmica del blues, sin perder la poesía que lo caracterizaba

Reunión de Manal en 1980:

Tras la disolución de Manal en 1971, Martínez se unió a diferentes proyectos musicales, pero la llama de la banda nunca se extinguió por completo. En 1980, con un disco nuevo, exitosos y multitudinarios shows en el estadio Obras y un álbum en vivo. El LP grabado en estudio, llamado simplemente Reunión, tenía el pegadizo hit Doblé en una esquina, y otra perla de su autoría: Nos veremos mañana. Ese combo de actividad de grabaciones y shows ocurrió antes del boom de popularidad masiva del «rock nacional» del ’82, pero igualmente marcó records de convocatoria, al igual que la reunión de Almendra, otro grupo pionero que se reunió en la misma época.

Carrera solista y récords de batería:

Además de su trabajo con Manal, Martínez desarrolló una destacada carrera solista, lanzando varios álbumes a lo largo de los años. Su pasión por la batería lo llevó a batir varios récords de resistencia, demostrando su dedicación y talento excepcional. Martínez ostentó un singular récord en ejecución de batería ininterrumpidamente. 41 horas y media, parando solamente 5 minutos por hora para alimentarse. El evento tuvo lugar en 1985, fue auspiciado por la Municipalidad de la ciudad de Toulón y apoyado por muchos músicos de todo el mundo que se acercaron para acompañarlo. En marzo de 1998, donde superó su propia marca con dos días, con artistas invitados como Adrián Otero, Juanse, Fabiana Cantilo, Ricardo Mollo y Claudia Puyó, entre otros. La primera fue para llamar la atención, mientras que la segunda fue para juntar fondos para el hospital Muñiz.

Legado y reconocimiento:

A lo largo de su vida, Martínez dejó un legado perdurable en la música argentina. Sus contribuciones al rock y al blues resonaron en generaciones posteriores de músicos y fans. Su influencia se refleja en el homenaje continuo a sus canciones emblemáticas y en el impacto duradero de su obra en la cultura musical del país.

El fallecimiento de Javier Martínez es una pérdida irreparable para la música argentina y para todos aquellos que fueron tocados por su talento y su pasión. Su memoria vivirá a través de su música, que seguirá inspirando a generaciones venideras a explorar nuevos horizontes en el vasto mundo de la música.