Desde el gremio que nuclea a los trabajadores hoteleros y gastronómicas instaron a los gobiernos nacional y provincial a “atender el grito de auxilio de nuestro sector”.
La Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos seccional Mar del Plata hizo pública su preocupación y la de los trabajadores del sector ante el cierre de establecimientos hoteleros debido a la imposibilidad de cubrir costos que “imprime una temporada magra” por la presencia del COVID 19.
En este marco advirtieron que en el Partido de General Pueyrredon, ya se han perdido 1400 puestos laborales entre hotelería y gastronomía con motivo de la pandemia. Y se preguntaron: ¿Cuánto más?
“Desde ya muchos de nuestros trabajadores se vieron perjudicados por la no apertura de establecimientos o la imposibilidad de algunos de tomar al personal temporario con el que habitualmente contaban, aunque debido a constantes gestiones logramos asegurar su plaza para el próximo verano”, precisó Nancy Todoroff, secretaria general adjunta de Uthgra Mar del Plata.
Asimismo destacó la preocupación pública realizada por la Asociación Hotelera Gastronómica de la ciudad que “implica el cierre de más hoteles si no se generan desde el Gobierno las medidas adecuadas (subsidios, rebajas impositivas y asistencias económicas)”.
Por eso, “instamos al gobierno de la Nación y al de la Provincia de Buenos Aires en las figuras de Alberto Fernández y Axel Kicillof respectivamente, a atender el grito de auxilio de nuestro sector”, dijo Todoroff.
En riesgo la continuidad laboral
Y añadió que “brindar un REPRO II con tantas limitaciones y no asegurar la vuelta del ATP no perjudica a empresarios: pone en riesgo de continuidad laboral y manutención a miles y miles de trabajadores, locales y foráneos que forman parte de estos establecimientos”.
Todoroff dio un paso más y recordó que Mar del Plata llegó a marcar un 26,3% de desocupación durante este invierno: “No queremos que ese número se vea igualado o se supere al finalizar esta temporada”.
Entonces reiteró: “Pedimos acciones concretas que aseguren el trabajo de los hoteleros y gastronómicos argentinos de manera urgente y una mejor promoción de las posibilidades del turismo en nuestra Costa Atlántica, de la mano de los protocolos que tanto trabajo y pericia costaron elaborar y que hoy permiten demostrar que nuestras actividades son seguras”.