La científica marplatense habló con Bacap sobre la obtención de la prestigiosa beca Marie Curie y la distinción que recibió en el Concejo Deliberante de su ciudad.
Por Agustín Casa
La científica Victoria Guglielmotti, marplatense y egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata, obtuvo en febrero la prestigiosa beca Marie Sklodowska-Curie. A partir de octubre, llevará adelante un proyecto sobre migración celular durante dos años en el Max Planck Institute para Investigaciones Físicas y Médicas en Erlangen (Alemania), en el grupo de trabajo de Benoit Ladoux.
De visita por Mar del Plata, la joven investigadora fue distinguida por ese logro por el Honorable Concejo Deliberante del partido de General Pueyrredon con el título al Mérito Académico.
“Es un honor doble ser reconocida en Mar del Plata, donde yo nací, donde hice la escuela. Mi alma mater es la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Que se reconozca la capacidad que tiene nuestra universidad para formar profesionales en todas las áreas es superimportante. Estoy muy contenta de que esto sea en mi ciudad”, cuenta a Bacap Guglielmotti, doctora en Ciencia y Tecnología Mención Química, quien lleva adelante sus estudios posdoctorales en el Instituto Jacques Monod en París.
La científica comenta que con las noticias recientes se ha llevado “una vorágine de sorpresas” y destaca que este reconocimiento en Mar del Plata permitió reunir a diferentes actores de la comunidad educativa. Desde personal de gestión de la Facultad de Ingeniería de la UNMDP hasta sus profesores de la escuela secundaria. “Es un logro colectivo también, de todas esas personas que me formaron en la educación pública en Mar de Plata”, afirma.
Una investigación valorada internacionalmente
Su proyecto seleccionado para la beca Marie Curie se titula “MEMOCELL: Mechanobiological Exploration of Memory Origin in CELLular Dynamics” y propone estudiar la migración celular desde las aristas de la química y la ciencia de materiales.
¿Qué es la migración celular? La investigadora marplatense lo explica: “Para vivir, las células necesitan adherirse a un sustrato o a otros tejidos del cuerpo. La migración tiene un montón de implicaciones, por ejemplo, en el desarrollo embrionario. Cuando uno se corta, esa herida tiene que cerrar. Eso también está dictado por la migración celular. También en enfermedades. La metástasis de cáncer está basada justamente en esa migración celular y en cuando las células de ese tumor se desprenden y empiezan a migrar a otras partes del cuerpo”.
Guglielmotti asegura que “la migración regula un montón de comportamientos y un montón de cuestiones en la vida de las células” y resalta que “entender de qué manera se da eso, y poder jugar con esas técnicas, es fundamental para, por ejemplo, encarar propiedades terapéuticas nuevas”.


“El proyecto viene a traer un poquito de la pata química a lo que ellos (sus colegas del grupo de Adhesión celular y mecánica del Instituto Jacques Monod) ven desde la biología y la física, que es que la migración celular determina muchos comportamientos de la célula y la célula tiene memoria cuando va migrando de los lugares por los que ya pasó”, detalla la científica.
En esta línea, advierte que “lo que no se conoce es cuál es la química que hay debajo de esas señales y esas miguitas que va dejando en el camino” y subraya que “el proyecto quiere estudiar con técnicas químicas y analíticas cuál es la naturaleza que tienen esas footprint, esas marcas que van dejando en el camino de la migración”.
En cuanto a sus expectativas sobre el proyecto y la estancia de investigación en Alemania, la marplatense indica: “Ojalá podamos avanzar un poco en esa línea, que es una especie de bache de conocimiento en el área. La idea es hibridar estas técnicas de biología y de física con las que traigo de mi formación anterior y abrir un poco las puertas a la interdisciplina y ver qué sale de eso”.
Argentina en el horizonte
Luego de recibirse de ingeniera en Materiales en la Universidad Nacional de Mar del Plata, Victoria Guglielmotti hizo su doctorado en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), que finalizó en diciembre de 2023.
Tras su formación en la educación pública argentina, inició sus estudios posdoctorales en Francia y ahora, con la obtención de la beca Marie Curie -un programa de la Unión Europea que apoya la formación de investigadoras e investigadores de distintas partes del mundo-, se instalará dos años en Alemania.
En su recorrido académico, espera volver a insertarse en el sistema científico nacional en el futuro. “Mi horizonte está puesto en tener un lugar al volver y, por eso, siempre pongo énfasis en lo importante que es cuidar la universidad pública y el CONICET, que me formó y que me permitió todo esto, y que es mi lugar al que volver”, concluye Guglielmotti.