El porcentaje de mujeres atletas es el mayor en la historia de los Juegos Olímpicos.

Los Juegos Olímpicos de Tokio han enviado un poderoso mensaje al mundo sobre la importancia de la igualdad e inclusión de género. Son los primeros en contar con casi la mitad de atletas mujeres (el 48,8%) y han admitido la participación de la primera atleta transgénero Laurel Hubbard, de Nueva Zelanda. 

Por primera vez, la bandera en la ceremonia de apertura fue cargada por dos atletas: un hombre y una mujer. Nunca antes había ocurrido. Las delegaciones de los distintos países participantes llevaron dos abanderados en la gala de inauguración, debiendo un hombre y una mujer portar el emblema de sus países para hacer el recorrido principal en el Nuevo Estadio Olímpico de Tokio. 

El porcentaje de mujeres atletas es el mayor en la historia de las olimpíadas. En los juegos de Atenas de 1896 el 100% de los deportistas eran hombres, y cien años después, en Atlanta 1996, el 66 %. 

Hay que tener en cuenta que la brecha persiste en otros estamentos: entrenadoras y árbitras todavía son minoría. El Comité Olímpico Internacional (COI) se comprometió a trabajar en estos aspectos.

Otro avance en los Juegos Olímpicos

La participación de Laurel Hubbard fue otro gran avance y se logró gracias a que el COI cambió sus reglas en 2015. Ahora se permite a atletas transgénero competir como mujeres si su nivel de testosterona, la hormona que influye en el aumento de la masa muscular, está por debajo de un determinado umbral.

Esto no fue bien recibido por todas las competidoras. En su momento, la belga Anna Van Bellinghen declaró que la participación de Laurel Hubbard sería “un mal chiste” y destacó las ventajas que podría tener por razones hormonales.

Sin que nada la detenga, la neozelandesa de 43 años se aseguró un lugar en el levantamiento de pesas. Levantó 185 kilogramos (628 libras) en los eventos de clasificación. Con ello, se quedó con el cuarto boleto a la justa olímpica y compitió en la categoría de +87 kilos o 192 libras. 

Finalmente, no pudo completar 2 de sus 3 levantamientos y se quedó fuera de la pelea por las medallas. “Mi actuación no fue la que esperaba, pero me siento honrado por el apoyo que he recibido de tanta gente en Nueva Zelanda. Soy consciente de que mi participación ha sido controvertida”, dijo al NZOC .

Mujeres lactantes

También hubo una fuerte polémica por las mujeres lactantes. En un principio, desde la organización, dejaron en claro que todas ellas podrían llevar a sus hijos e hijas a los Juegos Olímpicos de Tokio pero no les permitían llevar a un familiar que pudiera ocuparse del menor debido a los protocolos sanitarios por la pandemia. 

Atletas como Kim Gaucher o Aliphine Tuliamuk se quejaron varias veces hasta que Ona Carbonell, capitana del equipo español de nado sincronizado, criticó al COI en su Instagram, contando las «medidas drásticas» que le impedían llevar a su hijo a los JJ.OO. 

¿A qué se refiere? Las madres tenían que abandonar la burbuja en la Villa Olímpica para amamantar, aumentando el riesgo a una infección por COVID-19 y poniendo en riesgo a sus compañeros porque los niños y las niñas debían quedarse en hoteles.

Consciente de que queda mucho camino por delante, el COI asumió un compromiso: alcanzar una igualdad completa para los Juegos de París 2024.