Descubriendo a

Lucas Fiorini, Senador provincial

Mar del Plata desde la banca del senado, su relación con la ciudad, la grieta y el lugar que deben ocupar la política y la religión. Conocé, un poco más, al senador Lucas Fiorini.

Por Juan Manuel Lamacchia

La naturaleza y la religión se encuentran entre los escalones más importantes de su vida. Lucas Fiorini es Senador provincial por Cambiemos, preside la comisión de Transporte, Puertos e Intereses Marítimos y también integra las comisiones de Legislación General,  Industria y Minería, Trabajo y Legislación Social, Asuntos Constitucionales y Acuerdos y  Presupuesto e Impuestos. Fue concejal (2013-2017) y candidato a intendente del MGP (2015). Fundador de la agrupación CREAR y un ojo siempre en Mar del Plata. Cita la frase hecha “la perla del atlántico” para definirla y asegura que desde el senado, se la ve como la ciudad que sigue teniendo un potencial increíble.

Nació en Santa Rosa, La Pampa, en el año 1974. A sus 17 años, la militancia desde muy joven lo trajo hasta la costa a comenzar sus estudios como abogado, y empezar de lleno su camino político. 

Inicios políticos y niñez

De colegio Salesiano en Santa Rosa, mamó mucha discusión política. Con un mundo en Guerra Fría y con el Muro de Berlín aún en su totalidad, la secundaria de Lucas era un centro interesante para tomar las distintas miradas que lo rodeaban. Cuenta que los Salesianos tenían una fuerza muy grande que se conocía como Teología de la Liberación, una lectura marxista del cristianismo y agrega: “Siempre para mí, lo religioso fue lo más importante”. Desde esa época reconoce haber tenido un llamado por el lado de la Justicia, y ahí fue profundizando en política. Vacacionaba en Mar del Plata con su familia, entonces fue el destino elegido para continuar. 

En su niñez, el futuro de Lucas parecía inclinarse por lo natural, ya que con 12 años había leído los once tomos de Félix Rodríguez de la Fuente, el fallecido naturalista español y aseguraba que su sueño era ser zoólogo. Al día de hoy, sigue siendo lo que más le gusta y anhela: “Me encantaría estar solo en un Parque Nacional, o en el medio de la naturaleza. Sería muy feliz”.   Es un tema al cual le tiene mucha admiración y afirma que, sobre fauna, se le puede preguntar lo que sea.

En la actualidad, su vida pasa por otro lado, un poco más lejano. No tiene mucho tiempo para poder aprovechar algún pasatiempo, pero de lograrlo, elige leer o mirar una película en familia (Casado con Stella Mary y padre de María Sofía). En cuanto a la lectura, sus temas favoritos son la historia, política y religión. Recomienda 21 Lecciones para el Siglo XXI, de Yuval Noah Harari.

Se considera un buen usuario tecnológico, con buena relación. Un fiel lector del diario papel que ya lo reemplazó por completo a las versiones digitales. Su celular descansa en dos momentos al día. Uno es la caminata diaria junto a su mujer. Y el otro, es el rato que se toma por día para poder rezar en tranquilidad, entre media hora y una hora.

No cree que todo tiempo pasado fue mejor y le encanta el tiempo que estamos viviendo. Un hecho histórico que le hubiese gustado presenciar fue la consolidación de la modernidad a fines del Siglo XIX, por su mística, aunque lo ve algo parecido a lo que estamos viviendo ahora.

Política y religión

No cree que deban ir por caminos separados, de hecho lo considera uno de los grandes problemas que tenemos en Argentina. Cree profundamente en la libertad religiosa pero algunos confunden la mezcla entre la religión y el poder con una desvinculación total de las personas que ocupan lugares públicos con respecto a la religiosidad. Para Lucas, por encima de lo económico está lo político. Pero aún por sobre eso, se encuentran los valores, lo cultural. Y en la cima, lo religioso. Considera que debe haber una “música religiosa” para sostener cierta moralidad. “Las experiencias de libertad religiosa pero con fuerte religiosidad, sin una religión oficial, le dan alta moralidad y valores a un pueblo para que pueda vivir en libertad”, confirma el senador Lucas Fiorini y agrega: “Para mí, recontra van de la mano”.

Relación con el Municipio de General Pueyrredon 

El ex concejal y ex candidato a intendente mantiene un fuerte vínculo con la ciudad. Asegura que podría aportar mucho estando más metido en la gestión local pero cree que no hay que forzar nada y se mantiene preparado para cualquier circunstancia. 

Con el gobierno actual tiene contacto permanente con el presidente del bloque “Vamos Juntos” Alejandro Carrancio, con el presidente del EMTUR Federico Scremin, con el vicepresidente de OSSE Fernando Javier Navarra y, esporádicamente, con el intendente Guillermo Montenegro.

Sobre las amistades en la política, asegura que se pueden mantener, aunque sea un ámbito difícil. Una de las cosas que más le sucede es que a raíz de los tiempos que maneja, pierde amistades que no surgieron en este lugar. “Te absorbe de manera terrible, el poco tiempo que deja es para la familia”. También describe las vinculaciones en la política como algo muy fuertes por la intensidad que manejan en tan poco tiempo.

De qué lado de la grieta te encontrás

La postura de Lucas Fiorini sobre la tan conocida y repetida “grieta” es clara. No por el lado en el que se encuentra, sino por cómo la ve. “Me parece nefasta”, expresa. En primer lugar, porque no cree en el odio y sí en la pluralidad y la riqueza de las visiones diferentes. Valora las distintas posturas, aunque entiende desde dónde está cada uno posicionado. Para él, no se construye una comunidad dividida y la grieta impide que uno pueda gobernar haciendo transformaciones profundas. “Si del otro lado creen que todo lo que haces es nefasto, termina en acusaciones. Te cuidas para no tener acusaciones”.

Y por otro lado, porque está incentivada por “tipos que viven de la grieta”, y si uno quiere salir de esa postura, pasa a ser un traidor. Por eso, considera que hay que decirlo y “bancársela”, pero con la conciencia tranquila

“Yo teniendo esta postura, no tenés frases sobresalientes para destacarte en redes, que tienen al odio. Ni en los medios”, expresa Lucas Fiorini.

Legado familiar

Algo que resalta el senador por Cambiemos es la honestidad y solidaridad con la que lo criaron sus padres, destaca la inteligencia y habilidad de su padre, pero sobre todo, su vocación por ser docente. Una admiración profunda que para él, es una presencia constante. 

De allí tomo muchas características, una es la de ser austero, vivir libre de la plata sin complicaciones. “Eso te marca”, asegura.

“Hoy soy senador, tengo un buen sueldo. Pero siempre tengo el mismo estilo de vida, eso te hace vivir libre. Si tengo que volver a la vida de antes, no pierdo nada”, y agrega: “Al final, ¿Qué te queda? La tranquilidad, y ¿Qué valorás? Las pequeñas cosas”.

Mientras esté en un lugar público, quiere que los marplatenses y batanenses sepan que humildemente tienen a alguien que está al servicio. “Me gusta que se acerquen, traigan temas y poder trabajarlos. Sabiendo que muchísimos no los podes resolver, y cuando tenés un poco de tripa y corazón eso duele mucho, pero para estos estamos. El día que no estemos para esto, no debemos estar más”.

Con respecto a Mar del Plata, insiste en que estamos en una ciudad increíble con un potencial tremendo y que lo tiene intacto. “Estamos llamados a ser la ciudad del país”.

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